Si ayer la Iglesia católica en Europa y América vivió un verdadero cataclismo con denuncias de abusos, seguidos de sanciones judiciales, penales y eclesiales, que han transformado profundamente la Iglesia local, la lucha en África contra los abusos religiosos de todos los géneros está lejos de haber comenzado. El cataclismo que la Iglesia ha conocido en Occidente está todavía muy lejos de tierras africanas. La tragedia es que las víctimas y sus familiares se encuentran solos ante un sistema cada vez más impermeable, incluso hermético. En efecto, están absolutamente solos contra todo y contra todos, en una lucha que, lejos de ser una ficción hollywoodense, seguirá siendo para siempre esta herida abierta en el corazón de sus vidas, de sus existencias.
¿Quién nos hará justicia? Una pregunta que permanece sin respuesta, especialmente en un continente africano donde el culto al poder, la autoridad y el dinero es tan fuerte que las voces de los pobres, la vida de los débiles, se reducen constantemente a la nada. Lamentablemente, la Iglesia no es una excepción y sus autoridades reinan de forma suprema. Los gurús de Dios están haciendo sentir su poder y su dinero. Algunos creen firmemente que incluso son los sustitutos de Cristo en la tierra, dándoles poderes ilimitados para hacer y deshacer como mejor les parezca. Con tal dinámica, la justicia para los pobres, para aquellos que han vivido y siguen sufriendo graves abusos dentro de la Iglesia sigue siendo una pura utopía.
Hoy, en Costa de Marfil los ojos permanecen abiertos y los oídos atentos a la Diócesis de Abiyán, que ha abierto una investigación durante meses contra un pastor/moderador de una nueva comunidad, acusado de graves abusos. La Iglesia en África no debe convertirse en ningún caso en el nuevo El Dorado del silencio y la asfixia de casos de abusos de todo tipo. La voz de los pobres y las víctimas debe gritar más fuerte que la sangre de Abel, y la justicia en la verdad debe ser la única razón de ser de la Iglesia. El evangelio de la verdad es el evangelio de Jesucristo, no hay otro.
Donald Zagoré
* Donald Zagoré pertence a la Sociedad de Misiones Africanas (SMA).
Fuente: La Croix Africa Imagen : wikipedia
[Fundación Sur]
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