Una mirada global sobre África revela, por un lado, el inmenso tesoro de su juventud, de su exuberante potencial de recursos naturales y minerales, pero también, en contraste, sus escasos avances en materia de gobernanza, una inseguridad creciente y un estado de derecho en declive en muchos países. El último informe de la Fundación Mo Ibrahim presenta un retrato poco halagador del progreso experimentado en el continente durante la última década.
En diez años, el progreso en materia de gobernanza se ha “desacelerado”. Para casi la mitad de los países del continente, el nivel de gobernanza general en la actualidad es inferior al que tenían en 2014.
Este declive en la calidad de la gobernanza, en la seguridad de los pueblos y en el respeto de los derechos humanos se debe ante todo a la deficiente responsabilidad y profesionalidad de los gobernantes, así como al escaso compromiso democrático de la sociedad y a una educación sin valores éticos.
El Informe Mo Ibrahim 2024, que abarca el decenio 2014-2023, muestra que el progreso general de la gobernanza de África se detuvo en 2022, después de cuatro años de estancamiento casi total, ya que los avances sustanciales, tanto en el desarrollo humano como en el económico, se ven socavados por el deterioro continuo del panorama de seguridad y democracia. Sin embargo, este preocupante panorama promedio continental oculta desempeños y trayectorias muy diversos en los 54 países africanos y entre las 16 subcategorías del IIAG.
El Informe Mo Ibrahim 2024 muestra que, tras cuatro años de estancamiento casi total, en el progreso de la gobernanza general de África, debido al aumento de los conflictos y la inseguridad, así como la reducción del espacio democrático en todo el continente, socavan el progreso fundamental logrado en materia de desarrollo humano y económico.
Durante el decenio 2014 -2023, poco más de la mitad (52,1 %) de la población de África, que vive en 33 de los 54 países, ha logrado avances, pero para la mitad restante, el nivel de gobernanza general alcanzado en 2023 es peor que en 2014.
A nivel de país, 13 países –entre ellos Egipto, Madagascar, Malaui, Marruecos, Costa de Marfil, Togo y Somalia– logran seguir una trayectoria exitosa de progreso general en materia de gobernanza a lo largo de la década, e incluso aceleran la mejora desde 2019. Los últimos cuatro también se encuentran entre los 10 países que más han mejorado entre 2014 y 2023, junto con Seychelles, Gambia, Sierra Leona, Angola, Mauritania y Yibuti. Seychelles, que ha logrado progresos sorprendentes a lo largo de la década (+10,0 puntos), supera a Mauricio y es el país mejor clasificado en 2023.
Siguiendo una trayectoria opuesta, 11 países se encuentran en una preocupante tendencia de deterioro que dura ya una década y que incluso empeora desde 2019. Algunos de ellos, como Sudán, se enfrentan a la crisis de una guerra civil. Sin embargo, también se observan deterioros que duran una década en países de alto rango. Mauricio (2.º), Botsuana (5.º), Namibia (6.º) y Túnez (9.º), aunque siguen estando en 2023 entre los diez países con mayor puntuación, también figuran entre los países más deteriorados en el período 2014-2023, junto con Comores, Malí, Burkina Faso, República Democrática del Congo y Níger.
La infraestructura es la subcategoría que más ha mejorado a lo largo de la década, respaldada por avances impresionantes en el acceso a las comunicaciones móviles y a la energía, seguido de cerca por un progreso notable en la igualdad de la mujer. En estas dos áreas, alrededor del 95 % de los ciudadanos de África vive en un país donde el nivel alcanzado en 2023 es mejor que en 2014.
Sin embargo, todas las subcategorías relacionadas con la seguridad y la democracia se deterioran a lo largo de la década, siendo los descensos más graves en las subcategorías de Seguridad y Protección y Participación. Más del 77 % de los ciudadanos de África vive en un país donde el nivel alcanzado en 2023 en estas dos áreas es peor que en 2014.
Las percepciones públicas indican una creciente frustración entre los ciudadanos de África, con la excepción de la Percepción Pública del Liderazgo Femenino.
CIDAF-UCM