El 6 de septiembre, con ocasión de la 57 sesión del Consejo de los Derechos Humanos de Ginebra, en el Palais des Nations, se proyectó el film-documental (2021) de Thierry Michel “L’Empire du silence” para atraer la atención sobre los crímenes contra la humanidad cometidos en la República Democrática del Congo (RDC) y reflexionar e impulsar la puesta en marcha de las recomendaciones del Informe MAPPING, publicado en 2010 por expertos de la ONU sobre los crímenes perpetrados en el Congo de 1993 a 2003.
Casi 15 años después de la publicación del “Rapport Mapping”, resulta amargo y chocante que, como ha denunciado el doctor Mukwege, premio Nobel de la Paz, dicho informe siga enmohecido en algún cajón de las Naciones Unidas. ¿Cómo explicar este “Imperio del silencio?
Es urgente y esencial que las iniciativas de conservación de la memoria no se limiten a ceremonias conmemorativas y erección de monumentos. El trabajo de memoria debe servir sobre todo al establecimiento de la verdad; en este sentido, la exhumación de las fosas comunes contribuirían a la búsqueda de la verdad aportarían respuesta a preguntas esenciales como: ¿De quién son los restos exhumados? ¿Son combatientes de un conflicto armado, civiles, mujeres, niños, personas protegidas por el derecho internacional? ¿Cómo y por qué fueron asesinados? ¿Hay indicios de una voluntad o intención de exterminar un grupo nacional, étnico? ¿Quiénes fueron los presuntos autores responsables de los crímenes?
La exhumación de las fosas comunes sería una de las medidas para que la verdad fuera conocida y contribuiría también a activar los mecanismos judiciales para perseguir judicialmente a los autores de los crímenes, aportaría sólidas pruebas ante tribunales independientes (tribunal penal internacional, especial, mixto etc.) y permitiría identificar de manera segura a un gran número de víctimas y a sus allegados con vistas al otorgamiento de reparaciones.
¿Por qué la exhumación de fosas comunes, que es un mecanismo de “memorialización”, no se ha puesto en marcha en RDC después de más de dos décadas? ¿Por qué el gobierno congoleño, las Naciones Unidas, las organizaciones congoleñas e internacionales, expertas en justicia transicional se limitan a “actividades bla-bla-bla” y evitan comprometerse resueltamente en un proceso de exhumación de las fosas comunes? Esta pasividad que dura décadas se asemeja cada vez más a una verdadera negación de la justicia y a una complicidad consciente o inconsciente con la impunidad.
Collectif Mémorial des victimes / RDCongo
Fuente: afrikarabia.com
[CIDAF-UCM]
