Natalia Peiró, secretaria general de Caritas Española, señaló la “falta de un pacto de Estado, hace falta hablar del tema de las migraciones con la seriedad, la complejidad y la importancia que tiene a, a corto, medio y a largo plazo». Peiro explica que los principales problemas para las personas más vulnerables son: la precariedad en el empleo, el precio de la vivienda y la irregularidad administrativa de muchas personas, que «suponen un círculo de pobreza del que es muy difícil salir«.
No hay acuerdos internacionales sobre migraciones por vías seguras y legales, no hay propuestas de empleo y el sistema de asilo y de acogida es muy insuficiente. Los migrantes acceden a España «de manera irregular» y luego «tratan de regularizarse». La mayoría de ellos vienen a trabajar y a empezar un proyecto de vida.
En cuanto a la reforma de la Ley de Extranjería que plantea el Gobierno, Peiro solicita un «reparto que permita la integración y el cuidado de esos niños (migrantes no acompañados) de una manera más eficaz y algo muy positivo«.
Es fundamental analizar la situación real en los países de origen y las causas de esas migraciones, como la violencia, el saqueo de tierras, de recursos naturales y minerales que estamos provocando en el hemisferio sur desde los países poderosos del hemisferio norte.
El Congreso ya aprobó una regulación extraordinaria de personas migrantes en España. Un problema tan enorme y global debe ser una prioridad en la política europea y mundial.
Según la Memoria confederal de Cáritas se atendió el año pasado a 1.327.298 personas. Un 50 % (cerca de 670.000) tenían un empleo, es decir, eran trabajadores pobres y, además, una de cada tres personas atendidas se encontraba en situación administrativa irregular.
A nivel nacional, europeo y global es urgente llegar a consensos y acuerdos de compromiso para garantizar que las personas migrantes y desplazadas sean escuchadas, respetadas e integradas en la elaboración de pactos nacionales e internacionales que analicen las causas de tanta migración forzosa, para trabajar juntos por el bien común de las personas que buscan oportunidades de una vida digna, tanto en sus propios países de origen, como en los nuevos países de adopción para el beneficio de todos.
Resulta inverosímil que a día de hoy ni en la UE, ni en el planeta seamos capaces de llegar a un acuerdo y de elaborar un plan común para regular la migración según las necesidades de cada nación.
La necesidad y los beneficios de las personas migrantes, en todos los países de África y del mundo, son evidentes, inevitables y enriquecedores para todos.
CIDAF-UCM