Tras una investigación de BBC Africa Eye sobre la avalancha de personas mayores acusadas de brujería y asesinadas a lo largo de la costa de Kilifi, en Kenia, los investigadores han diferenciado un posible motivo económico detrás de la violencia. Un informe titulado The Aged, on Edge, de la organización keniana de derechos humanos Haki Yetu, sostiene que una persona mayor es asesinada a lo largo de la costa de Kilifi cada semana por supuestos actos de brujería, y según sostiene el responsable del programa, Julius Wanyama, muchas personas creen que es su propia familia quien ordena el asesinato. Mientras la creencia en brujería y la superstición no es nada nuevo, en algunas partes de Kenia, Malaui, Tanzania y Sudáfrica, puede usarse para justificar el asesinato de personas mayores para apropiarse de sus tierras. Pocas personas en Kilifi tienen títulos de propiedad de sus tierras y, sin un testamento, se suele confiar en la transmisión familiar. Wanyama sostiene que siete de cada 10 de los asesinatos son personas mayores, ya que la propiedad de la tierra y la herencia recaen en ellos. La Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia, en un documento presentado ante las Naciones Unidas en febrero de 2023, ya señaló descubrimientos similares.
Tambala Jefwa, de 74 años, mira fijamente por el único ojo que le queda mientras su esposa, Sidi, le quita la camisa con cuidado y cuenta cómo su marido fue apuñalado con un cuchillo, señalando la larga cicatriz que se extiende desde su clavícula y muestra sus propias cicatrices. Jefwa fue acusado de brujería y ha sido atacado dos veces en su casa, a 80 kilómetros de la ciudad costera de Malindi. El primer ataque lo dejó sin un ojo, el segundo casi acaba con su vida. La pareja posee más de 12 hectáreas de tierra donde cultivan maíz y crían gallinas, creen que la verdadera razón del ataque al Jefwa fue una disputa con miembros de la familia sobre los límites del terreno.
A una hora en coche de la tierra de la familia Jefwa se encuentra un centro de rescate para ancianos dirigido por la organización benéfica Malindi District Association. Es el hogar de alrededor de unas 30 personas mayores que han sido atacadas y no pueden regresar a sus tierras. Entre ellos está Katana Chara, de 63 años, aunque aparenta ser mucho mayor, que lleva unos 12 meses viviendo en el centro, al cual llegó después de que lo atacaran con un machete en su dormitorio en abril de 2023, donde le cortaron una mano a la altura de la muñeca y la otra justo por encima del codo, quitándole la capacidad de trabajar y de ocuparse independientemente de tareas básicas como la alimentación y el aseo personal. Chara declara conocer a la persona que le cortó las manos, aunque desde el accidente nunca se han vuelto a ver cara a cara. Las acusaciones de brujería hacia Chara se basaron en la muerte del hijo de otro hombre, pero declara que la verdadera razón del ataque fueron sus seis acres de tierra en primera línea de playa. Wanyama ha estado intentando conseguir justicia y aunque muchos de los familiares de Chara fueron interrogados a raíz del ataque, nadie fue procesado.
Después de meses de investigación, BBC Africa Eye logró localizar a un exsicario que afirma haber matado a unas 20 personas, por un precio mínimo de 50.000 chelines kenianos (400 dólares) por cada asesinato. Según declaró a BBC Africa Eye “si alguien mata a un anciano, que sepan que su familia pagó por ello”. Al ser presionado sobre cómo y por qué aceptó cometer los homicidios respondió: “quizá haya hecho algo malo… pero según las leyes, según Dios, la persona que me envió es la culpable”. Muy pocas personas han sido acusadas de atacar o asesinar a un anciano, por lo que las personas clave que participan en los asesinatos “se sienten libres”.
Wanyama dice que los asesinatos que utilizan acusaciones de brujería para justificar la apropiación de tierras comenzaron siendo un problema regional, pero ahora se han convertido en un «desastre nacional«. En la cultura tradicional africana, los ancianos suelen ser venerados por su sabiduría y conocimiento, pero en Kilifi ocurre lo contrario. Las personas mayores tienen tanto miedo de ser atacados que muchos se tiñen el pelo para intentar verse más jóvenes. Es raro que alguien sobreviva después de haber sido acusado de brujería, si bien Chara está a salvo en el centro de rescate para ancianos, hombres como Jefwa viven con el temor real de que vuelva quien intentó asesinarlo.
Autores: Njeri Mwangi & Tamasin Ford
Fuente: BBC – Imagen: NordNordWest disponible en Wikimedia
[Traducción y edición, Micaela Llona Bavestrello]
[CIDAF-UCM]
