África es un maravilloso regalo para la humanidad, primero por sus pueblos rebosantes de sabiduría, juventud, historia, cultura y también por ser el origen, el presente y el futuro de la humanidad, gracias a sus inmensos recursos humanos, naturales y minerales. África es la esperanza de la familia humana y del planeta, si sabemos respetarla y apreciarla. Junto con mi familia y amistades, África con sus gentes, ha sido y sigue siendo el tesoro más valioso que he gozado en mi vida. África me ha humanizado más a fondo.
La constante publicación de historias sobre “África en crisis” en los medios de comunicación mundiales distorsiona la verdadera imagen de un continente que es en gran medida muy humano, pacífico, educado y tiene un espíritu emprendedor dinámico. Necesitamos conocer, apreciar y sacar a la luz los verdaderos éxitos de África.
Si sigues la cobertura mundial de noticias sobre África, habrás oído hablar del golpe de Estado en Níger, la guerra en Sudán, en Etiopía, y el creciente número de historias de inmigrantes que mueren tratando de huir del continente, del saqueo de minerales y de otros recursos en la RDC, Uganda, Ghana, Nigeria, etc. y nos indigna tanta ambición y crueldad. Algunos podrían concluir que África se encuentra en un estado de crisis permanente. Sin embargo, la realidad tiene muchos más matices de lo que sugieren los titulares de los medios de comunicación.
Hablemos más cerca de la realidad, que nos proporciona el contexto, el conocimiento y la experiencia, que a menudo falta en estas historias. Actualmente hay 32 países en conflicto a nivel mundial; cuatro de ellos son países africanos que enfrentan una guerra civil. De manera similar, los golpes de Estado parecen omnipresentes, pero en los últimos dos años ha habido intentos de golpe en siete países africanos.
La realidad es que la mayoría de África disfruta de una relativa estabilidad. De hecho, Mauricio ocupa el puesto 23 (hay 195 países en el mundo) en el Índice de Paz Global. Botsuana y Cabo Verde son otros países africanos que experimentan democracias reales, con puntuaciones mejores que el promedio según el Índice de Democracia.
Y cuando leamos las historias de migrantes, las debemos situar en su contexto: los migrantes africanos representan sólo el 14 % de la población migrante mundial, mientras que Asia representa el 41 % y Europa aporta el 24 %. Varias investigaciones de la ONU y el informe de Mo Ibrahim muestran que el 80 % de los africanos no buscan abandonar sus países de origen, ni el continente africano.
Los hechos garantizan que el conflicto y la pobreza no son siempre los protagonistas de la historia de África. Deseamos conocer la realidad, con sus retos de abuso de poder, corrupción y de violencia, pero también necesitamos conocer toda la realidad, con sus valores, trabajo, fiestas, belleza, bondad y solidaridad, pues la realidad nunca es solamente “blanco y negro”, sino multicolor y muy diversa y rica.
Necesitamos contar historias que muestren esa fuerza vital y dinámica de los pueblos africanos. Recordemos que el 77 % de la población continental son jóvenes africanos, menores de 35 años, que cada día están más educados y representan un dinamismo, creatividad y potencial increíbles. Son ellos quienes lideran el sector empresarial creativo, a veces informal, y con frecuencia difícil de medir en el continente.
Recordemos los múltiples ejemplos brillantes de jóvenes africanos que contribuyen al crecimiento económico, cultural y humano del continente. Vemos una gran variedad de creatividad en muchos ámbitos de la vida, desde el diseño de incubadoras neonatales para reducir las tasas de mortalidad infantil en Camerún, hasta la preparación de un repelente de mosquitos a partir de leche en mal estado o la construcción de barcas en Nigeria con botellas de plástico y la creación de instrumentos musicales con materiales locales, etc.
Pero hay muchísimos más ejemplos de innovación escondidos a plena vista en lugares como Silicon Savannah de Kenia, la multimillonaria Ciudad de Innovación de Kigali (KIC) en Ruanda y ciudades como Lagos, Accra, Johannesburgo, etc., donde se realizan sorprendentes proyectos cinematográficos, musicales y de teatro, que maravillan al mundo.
Sus historias de resiliencia e innovación subrayan el hecho de que la juventud africana está en la edad adecuada y en el momento oportuno para liderar el cambio en el continente, con el apoyo necesario.
Comienza con las historias que nacen en África, con 54 países y un continente que acoge a jóvenes que buscan oportunidades en casa y en todo el planeta.
CIDAF-UCM