Victoire Ingabire, candidata a las elecciones presidenciales de Ruanda: ¿Riesgo u oportunidad para Paul Kagame?

6/03/2024 | Crónicas y reportajes

 

A mediados del mes de julio de 2024, los ruandeses serán llamados a elegir a su Presidente para un mandato de cinco años y a sus representantes en el Parlamento.

Son muchos los que no albergan duda alguna sobre el resultado de estas elecciones: Paul Kagame será reelegido ciertamente presidente y el FPR-Inkotayi, en el poder desde 1994, ocupará la gran mayoría de los escaños parlamentarios. La única cuestión que anima los debates es la de saber si habrá formaciones políticas creíbles e independientes frente al FPR para las elecciones legislativas, así como candidatos serios y libres frente a Paul Kagame para las presidenciales, dado que Kagame ya ha anunciado su intención de presentarse para un 4ª mandato, después de 24 años en la jefatura del Estado y 30 como hombre fuerte de Ruanda.

Hasta ahora, Paul Kagame y el FPR siempre han impedido la presentación de cualquier competencia seria en cada elección, como sucedió en 2017 y en 2010; lo que garantizó ganar las elecciones con casi el 100 % de los votos y obtener cerca del 75 % de los votos en las legislativas. Sin embargo, unos meses antes de las elecciones previstas para el 15 de julio de 2024, la icónica opositora al régimen del FPR, Victoire Ingabire, aparece de pronto en el debate electoral, tras haber sido impedida en las elecciones de 2010 y encarcelada durante ocho años, antes de ser liberada por gracia presidencial en septiembre de 2018.

En efecto, este miércoles 14 de febrero, a primera hora de la mañana, Victoire Ingabire se ha presentado ante el Alto Tribunal de Kigali para ser oída sobre su solicitud de rehabilitación en sus derechos cívicos y políticos, con el objetivo de presentarse a las elecciones legislativas o presidenciales previstas para Julio. Desde su condena a 15 años de cárcel, juzgada como irregular por la Corte Africana de derechos humanos, Ingabire había sido despojada automáticamente de sus derechos cívicos y políticos, tal y como prevé el código penal ruandés para toda persona condenada a más de un año de cárcel. Así pues, para poder presentarse a una elección o incluso para pretender ocupar un puesto público, la señora Ingabire debe antes solicitar y obtener que su casilla judicial se ponga a cero, se limpie; dicho de otro modo, debe lograr la plena rehabilitación de sus derechos, algo que no se le había concedido específicamente cuando fue liberada en 2018. La decisión del Alto Tribuna de Kigali, considerado en principio como independiente, se tomará el 13 de marzo en sesión pública, ciertamente ante numerosos periodistas y observadores que están sorprendidos por la gestión de Ingabire, calificada por mucho como abocada al fracaso o esfuerzo perdido.

¿Qué podemos esperar?

En Ruanda, todo el mundo sabe que la Justicia está lejos de ser independiente del poder político, sobre todo cuando puede ser utilizada para acallar las voces críticas o eliminar a cualquier competidor a los candidatos del partido-Estado. Por lo tanto, ¿por qué razones, esta vez, el FPR dejaría el terreno libre a una opositora del calibre de Victoire Ingabire?

En primer lugar, desde hace unos años, el Gobierno ruandés se enfrenta a críticas cada vez más insistentes sobre la falta de libertades de los ruandeses, sea en el ámbito de la prensa, en el de los activistas de defensa de los derechos humanos, sea en el ámbito político. Autorizar a Victoire Ingabire que recupere sus derechos cívicos para presentarse a las elecciones sería la respuesta perfecta frente a esas críticas, aunque no entra en las costumbres del FPR ceder ante ellas.

En segundo lugar, a la vista de las pasadas elecciones ganadas frente a candidatos anecdóticos, el FPR e incluso Paul Kagame obtendrían un gran éxito si lograran ganar las elecciones con los resultados precedentes, pero, esta vez, frente a candidatos de talla. ¿Qué mejor, en consecuencia, que dejar que una opositora icónica se presente libremente y luego arreglárselas para obtener un resultado electoral cercano a la unanimidad?

Estos dos escenarios, que pronosticarían la rehabilitación de Victoire Ingabire el 13 de marzo, desdichadamente no tienen el peso suficiente frente a un tercero que excluye cualquier posibilidad de ver un día que el FPR abra el espacio político sin ser obligado a ello. En efecto, hará pronto 30 años que el FPR, que dice sin embargo poseer la legitimidad popular, reprime por medio del terror, incluso con sangre, a cualquier persona que ha tratado de aportar la diversidad.

Así pues, ¿participará Victoire Ingabire en las elecciones de julio, poniendo en riesgo al FPR (su poder) o, por el contrario, a su favor? La respuesta la tendremos el miércoles 13 de marzo, en torno a las 10:00 h. en Kigali.

Gustave Mbonyumutwa

Fuente: www.jambonews.net

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