Muchos pequeños agricultores de Uganda están adoptando préstamos impulsados por la inteligencia artificial (IA) para impulsar la sostenibilidad de sus granjas, en lugar de adoptar los métodos de financiación tradicionales. La IA se está empleando en el sector de la agricultura para analizar datos que permitan adaptar las soluciones financieras acordes a las necesidades de cada agricultor, a través de evaluar factores como el tipo de cultivo o las tendencias del mercado en un momento concreto.
Emata es una startup fundada en 2020, pionera en este nuevo ámbito de préstamo financiero digital, la cual se ha asociado con varias cooperativas de agricultores y exportadores, debido a que este sector en términos de financiamiento suele ser muy complejo. A pesar de la dificultad de la financiación, se estima que en el año fiscal 2021/2022, alrededor del 70 % de la población activa ugandesa estaba empleada en el sector agrícola, por lo que se considera muy importante impulsar su financiamiento. El método de la IA evalúa y detecta patrones de comportamiento financiero que permiten conocer la elegibilidad del agricultor para el préstamo, incluyendo datos como la producción diaria de leche.
La crítica que se hace a este tipo de préstamos es el posible sesgo en la toma de decisiones de la IA, pero se ha propuesto como solución la revisión periódica de los sistemas y aseverar que estos empleen datos variados e imparciales en sus análisis.
Autor: Hannington Mutabazi
Fuente: New Vision Official
[Traducción y edición, Yara Fernández]
[CIDAF-UCM]
