Fuga de cerebros del sector sanitario en Sudáfrica

1/02/2024 | Crónicas y reportajes

El término “fuga de cerebros” se refiere al fenómeno por el que profesionales altamente cualificados migran de su país de origen a otro, generalmente debido a una mejora de sus condiciones y retribuciones. Este fenómeno es un gran motivo de preocupación para las naciones en desarrollo, incluida Sudáfrica. La red Health Policy Watch, ha afirmado que más de 55.000 médicos africanos desarrollan sus labores en sistemas de salud de los quince países más ricos del mundo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en el año 2022 una encuesta realizada en 47 países africanos, informando que “la región tiene una proporción de 1,55 trabajadores de la salud (médicos, enfermeras y parteras) por cada 1.000 personas. Esto está por debajo del umbral de densidad de la OMS de 4,45 trabajadores de la salud por cada 1.000 personas, necesarios para prestar servicios de salud esenciales y lograr la cobertura sanitaria universal».

Las consecuencias para los sistemas de salud africanos son nefastas; la atención médica recae en muy pocas personas y la oferta de trabajadores sanitarios se hace incompatible con la demanda. Los destinos preferidos en este proceso de fuga de cerebros son países como el Reino Unido, Estados Unidos y Francia, que aprovechan las malas condiciones del empleo en el sector sanitario africano para atraer a los profesionales a sus fronteras.

En el caso de Sudáfrica, las condiciones de trabajo en el ámbito sanitario son muy precarias. Los salarios mensuales son muy bajos, las infraestructuras no cubren las necesidades de los enfermos, la escasez de personal hace que los horarios sean demasiado extensos y un largo etcétera de problemas a los que tienen que hacer frente para desarrollar su trabajo los profesionales de la salud.

Según los expertos y analistas culpan de esta crisis sanitaria en Sudáfrica a la adopción e implementación de políticas neoliberales que favorecen la privatización y la desregulación de servicios esenciales como la atención médica. Se ha comprobado el enorme efecto negativo de estas medidas en el sistema de salud sudafricano, que han llevado a los recortes presupuestarios, la falta de recursos o las malas condiciones laborales.

Una de las soluciones que se han propuesto para remediar la fuga de cerebros y la crisis sanitaria es el aumento de inversión en formación de personal sanitario por parte del gobierno sudafricano, así como de su contratación, lo cual beneficiaría el proceso de mejora de condiciones laborales y de atención al paciente.

Autor: Lerato Mthunzi

Fuente: Peoples Dispatch

[Traducción y edición, Yara Fernández]

[CIDAF-UCM]

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