Los ministros de Asuntos Exteriores de Burkina Faso, Malí y Níger recomendaron el viernes (1 de diciembre) la creación de una confederación como parte de un objetivo a largo plazo de unir a los vecinos de África occidental dentro de una federación. Los máximos diplomáticos de la Alianza de Estados del Sahel se reunieron en Bamako durante dos días.
Sus discusiones tuvieron como objetivo desarrollar el funcionamiento de la nueva alianza, y los ministros enfatizaron la importancia de la diplomacia, la defensa y el desarrollo «para consolidar la integración política y económica».
Los ministros de economía y finanzas de los países, que se habían reunido a finales de noviembre, aconsejaron crear un fondo de estabilización, un banco de inversión y un comité que estudiara una unión económica y monetaria. A mediados de septiembre, los líderes militares de Malí, Burkina Faso y Níger firmaron un pacto de defensa mutua.
Burkina Faso y Níger ya han comunicado su abandono de la fuerza antiyihadista G5 en el área africana del Sahel, el último golpe a la lucha contra los insurgentes en una de las regiones más conflictivas del mundo.
El G5, creado en 2014, no ha obtenido resultados satisfactorios, y ahora Malí, junto con Burkina y Níger, han abandonado la fuerza original de las cinco naciones: (Mauritania, Chad, Burkina, Malí y Níger), para formar la nueva alianza o federación del Sahel.
Esperamos que esta nueva alianza regional del Sahel sea eficaz y comprometida para promover la paz en la región, un desarrollo sostenible para todos los pueblos del Sahel, basado en una buena convivencia y gestión de los recursos para el bien común, y no solo para el beneficio de los ejecutivos, como ocurre en demasiados países de África, de Europa, y de todo el mundo.
Constatamos que las federaciones regionales, como: la cooperación económica de la Comunidad de África del Este, la alianza regional del Sahel, África central, y la ECOWAS, son más eficaces que las federaciones continentales de África, como la UA y el comercio panafricano.
Lo cierto es que los propios países y pueblos de África serán los únicos pioneros y protagonistas de su propio desarrollo sostenible y ecológico. Las soluciones a los retos y proyectos de África nunca llegarán del exterior, aunque su colaboración sea necesaria, sino de los propios africanos.
Lázaro Bustince
CIFAF-UCM