¿Por qué la República Democrática del Congo quiere que las tropas de África Oriental se vayan?

20/11/2023 | Editorial

 

Después de sólo 11 meses en acción, la fuerza de África Oriental creada para frenar la violencia de las milicias en la República Democrática del Congo (RDC), sobre todo del grupo M23, ha recibido ahora la orden de abandonar el país. El grupo está formado por militares de Kenia, Burundi, Sudán del Sur y Uganda. El gobierno congoleño dijo que no extendería el mandato de la Fuerza Regional de la Comunidad de África Oriental (EAC) después de meses en que Kinshasa se quejara de la ineficacia del grupo.

¿Cuál era el mandato de las tropas de la CAO?

La Comunidad de África Oriental (CAO), una unión de siete países, envió sus tropas a la República Democrática del Congo el año pasado después de un resurgimiento de los combates por parte del M23. La fuerza se acordó poco después de que la República Democrática del Congo se uniera al club regional.

Se han enfrentado al M 23, formado hace más de 10 años, que se ha apoderado de grandes extensiones de territorio en el este, argumentando que lo hace para defender los intereses de los tutsis étnicos contra las milicias hutus, respaldadas por el gobierno.

Burundi fue el primero de cuatro países en enviar tropas a la República Democrática del Congo en agosto del año pasado, seguido de Kenia, Sudán del Sur y Uganda, con Kenia al mando general. La Fuerza Regional de la CAO insiste en que su mandato es supervisar la retirada de los grupos armados de las zonas capturadas. Sin embargo, el gobierno congoleño y las comunidades locales quieren que la fuerza entre en combate directo con grupos como el M23.

La fuerza regional se creó para trabajar junto con las tropas de las Naciones Unidas que ya se encontraban en el país. La fuerza de paz de la ONU, conocida como “MONUSCO”, se ha vuelto cada vez más impopular por no haber logrado poner fin al conflicto durante su despliegue de 25 años. El presidente Félix Tshisekedi ya había declarado que quería que la MONUSCO se retirara del país en diciembre. Ahora, Tsisekedi ha pedido que también la fuerza regional de África oriental abandone el este de la RDC.

Es cierto que la seguridad del país nunca vendrá del exterior, ni puede ser militar. Lo más relevante es una educación integral para la convivencia en la diversidad.

La RDC es un inmenso país, muy diverso en pueblos y culturas, y muy rico, no solo en recursos humanos, sino también en recursos naturales y minerales. La RDC es un país complejo también para gobernar, garantizar la dignidad de cada ser humano y promover un desarrollo sostenible para todos.

Este maravilloso país, multicultural, rico y diverso, sigue sufriendo a causa de una gobernanza irresponsable, dictatorial e injusta, olvidando el bien común de sus pueblos y sacrificando los beneficios de los abundantes recursos minerales del país a poderosas empresas extranjeras, como los Emiratos Árabes.

La sociedad de la RDC necesita acertar en la elección de gobernantes, con valores humanos, ética profesional y competencia en los diversos servicios al pueblo.

CIDAF-UCM

 

 

Autor

  • Nacido en Izco (Navarra), en 1942, estudió filosofía en Pamplona (1961-1964). Hizo el noviciado en Gap – Grenoble (1964-1965), con los Misioneros de África (Padres Blancos). Estudió Teología en el instituto M.I.L. de Londres, (1965-1969), siendo ordenado sacerdote en Logroño, en los Padres Blancos en 1969.

    Comenzó su actividad misionera en África en 1969, siendo enviado a la diócesis de Hoima en Uganda, donde estuvo trabajando en la educación, desarrollo y formación de líderes durante nueve años. Luego vivió un periodo de trece años en diversas ciudades europeas, trabajando en la educación y capacitación de los jóvenes (Barcelona 1979-1983)) , en Irlanda como responsable de la formación de los candidatos polacos (1983-1985), y en Polonia donde fue Rector del Primer Ciclo de Filosofía Polaco (1985-1991), y se doctoró en Teología espiritual en Lublin, donde fue nombrado profesor de la misma Universidad Católica de Lublin (KUL), de dicha ciudad, en 1991.

    Regresó a Uganda en 1992, y fue elegido Provincial de los padres Blancos de Uganda hasta 1999. Durante este periodo, fue también presidente de la Asociación de Religiosas-os en Uganda (ARU), y pionero en la construcción del Centro Nacional de Formación Continua (USFC). Además inició la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) en 1994, trabajando en la formación de líderes en JPIC.

    En 2000 y 2004 cursó estudios sobre educación en Justicia, Paz, y Transformación de Conflictos, en Dublín. Desde su regreso a Uganda, fue pionero en la capacitación de agentes sociales en JPIC, y en el establecimiento del primer Consorcio de Educación Ética (JPIIJPC), lanzado por seis Congregaciones Misioneras, en 2006. Desde el inicio, y hasta junio 2011, ostentó el cargo de primer Director del Instituto. Al mismo tiempo fue profesor invitado de Ética en la Universidad de los Mártires de Uganda (UMU).

    En septiembre de 2011 fue nombrado director general de África Fundación Sur (AFS), organismo que dejó de existir en 2021. En la actualidad sigue trabajando por África al 100 % siendo, entre otras ocupaciones, editorialista en el CIDAF-UCM.

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