Resulta sorprendente constatar cómo muchos líderes políticos y medios de comunicación buscan catalogar, antagonizar, poner etiquetas y hasta destruir a las personas que son diferentes, en vez de promover una mayor cooperación para trabajar juntos en mejorar la vida de tantas personas sin techo, trabajo y tierra, aquí y en África, y para acoger a los inmigrantes.
Entre las etiquetas más comunes encontramos algunas como: “derechas, izquierdas, progresistas, conservadores, blanco, negro”, etc. todos los días, tanto en los periódicos como en los medios digitales de comunicación, se delata la tendencia de algunos líderes a la manipulación y la confrontación para ganar votos partidistas y acceder al poder. Esta tendencia de algunos líderes a controlar, manipular y enfrentar las sociedades la encontramos en la mayoría de los pueblos, aquí y en África.
También encontramos líderes culturales, políticos, religiosos, etc., que buscan integrar y colaborar con todas las personas de la sociedad, respetando su igualdad y su diversidad, pues todas son necesarias para construir un país que respete la dignidad de todas las personas y que trabajen juntas para construir el bien común. Líderes como Nelson Mandela, Desmond Tutu, Julius Nyerere, Julia Sebutinde, Bineta Diop, Angela Merkel, el papa Francisco, etc. son una inspiración para todos.
Cuando la política, la economía, la religión y la cultura son bien comprendidas para el servicio de la sociedad y se basan en los cimientos sólidos de la ÉTICA y de los valores humanos, entonces son actividades y compromisos indispensables, que promueven la calidad en la convivencia humana y una mayor solidaridad por el bien común.
Cuando estas dimensiones constantes de la vida social son radicalizadas y manipuladas para beneficio de un grupo o partido, entonces ya no sirven para empoderar la sociedad hacia una mayor solidaridad, sino que la dividen, se sirven de ella y destruyen el bienestar y la convivencia humana.
En este momento, buena parte de la sociedad, tanto aquí como en África, estamos indignados, al ver y escuchar cada día, las mismas “peleas de algunos gallos-gallinas“, delatando sus actitudes compulsivas, fanatismos profundos y la falta grave de valores humanos y de auténtica madurez y sabiduría.
Tendremos de nuevo la oportunidad de elegir como líderes de nuestra sociedad a personas que sean: profesionales, responsables y comprometidas a respetar la dignidad de cada ser humano y a trabajar ante todo por el bien común.
Poco o nada realmente importa el color de su bandera, de su partido, de su raza y de su color. Por desgracia, todavía abundan líderes de escasa responsabilidad profesional que aun creen en “divide y vencerás”, “empuja al otro hacia abajo para que puedas ascender”, cuando exactamente lo opuesto es lo más sabio y beneficioso para todos: “reconcíliate y serás más fuerte”, “daros la mano para poder avanzar juntos”.
Cuando se imponen las ideologías fundamentalistas, de cualquier extremo que sean y en cualquier institución que sea, nos apartamos de lo que es auténticamente humano, justo y ético para promover juntos el bien común.
Lázaro Bustince
[CIDAF-UCM]