El nuevo jefe militar de Burkina Faso ha prometido intensificar los esfuerzos para contrarrestar la violencia yihadista en el país.
Las autoridades informaron que cerca de unas 44 personas murieron después de dos ataques mortales en el norte de Burkina Faso el pasado jueves, 6 de abril. Los ataques gemelos ocurrieron en las aldeas de Kourakou y Tondobi, en la región del Sahel, cerca de la frontera con Níger. Ningún grupo ha admitido haber llevado a cabo los ataques, pero la violencia yihadista es común en la zona y las autoridades han culpado a «grupos terroristas armados». Se sabe que en la región operan grupos militantes vinculados a al-Qaeda y al Estado Islámico (EI).
El vicegobernador de la región del Sahel, Rodolphe Sorgho, informó que los agresores detrás del «despreciable y bárbaro ataque» habían sido «puestos fuera de combate«. Según los informes, otros aldeanos resultaron heridos en los ataques, pero no está claro cuántos. Sorgho señaló que «se están realizando acciones para estabilizar el área«.
Burkina Faso y sus vecinos se han enfrentado a insurgencias yihadistas prolongadas desde 2013.
Miles de personas han muerto durante la crisis y más de dos millones han sido desplazadas. La violencia ha llevado a una importante turbulencia política en el país.
Los militares, encabezados por el teniente coronel Paul-Henri Damiba, tomaron el poder en el país en enero del año pasado, prometiendo el fin de la violencia. Pero no logró sofocar los ataques y fue destituido, en un segundo golpe de Estado, por el capitán Ibrahim Traoré en septiembre. El capitán Traoré ha prometido recuperar el territorio en manos de los yihadistas y celebrar elecciones democráticas en julio de 2024. Su nuevo jefe militar, el coronel Celestin Simpore, prometió a principios de esta semana intensificar una «ofensiva dinámica» para contrarrestar a los yihadistas.
Mujeres y niños rescatados por las fuerzas de seguridad
La televisión estatal informó que las fuerzas de seguridad de Burkina Faso habían rescatado a 66 mujeres y niños después de que fueran secuestrados por presuntos militantes yihadistas en el norte del país la semana pasada. El viernes por la noche ofrecieron imágenes de las mujeres y los niños rescatados. Una fuente de seguridad comunicó a la agencia de noticias AFPA, que ahora se encontraban en la capital, Uagadugú, donde se espera que sean interrogados para saber «más sobre sus secuestradores, su detención y su convoy«.
Las mujeres y los niños fueron secuestrados en dos grupos los días 12 y 13 de enero en el distrito de Arbinda. Los caminos de entrada y salida del área han sido bloqueados por militantes yihadistas. Hay una hambruna severa, ya que los suministros de alimentos son limitados y la situación humanitaria es desesperada.
Un nuevo ataque tuvo lugar el viernes 21 de abril de 2023, en el pueblo de Karma, cerca de la frontera con Malí, donde unos 60 civiles han muerto. Lamine Kabore, fiscal local, ha anunciado la apertura de una investigación sobre el ataque.
Solo una eficaz cooperación interregional podrá garantizar mayor seguridad para estos pueblos de la región.
Lázaro Bustince
[CIDAF-UCM]