Bineta Diop de Senegal es conocida de costa a costa como quizás la luchadora más formidable de África por los derechos de las mujeres y su empoderamiento. Era una de las cuatro hijas de Marèma Lô, una política formidable y una de las primeras feministas del continente que insistió en que todas sus hijas recibieran una educación.
Como líder del movimiento de mujeres en el Partido Socialista de Senegal (fundado en 1958 por Léopold Sédar Senghor), su madre luchó para transformar a la comunidad mientras sacaba a la luz los problemas de las mujeres.
Observando los arduos esfuerzos de su madre en favor de las mujeres, Bineta creció decidida a llevar las voces de los africanos, en particular de las mujeres, al desarrollo del continente y ayudarlas a tomar su destino en sus propias manos.
Estudió relaciones internacionales en París. Después de más de una década en la Comisión Internacional de Juristas, una ONG de derechos humanos con sede en Ginebra.
Diop fundó “Femmes Africa Solidarité” en 1996 para dedicarse a lo que se había convertido en la vocación de su vida: el empoderamiento de las mujeres africanas. “Las mujeres y los jóvenes tienen que estar en el centro, en el centro”. (Omar Ben. New African: 1.12.2023)
Pero no son sólo las mujeres las que deben librar esta lucha, dice. Su filosofía es que los hombres también deben participar por igual. Comparte esta creencia con la expresidenta Ellen Johnson Sirleaf de Liberia, quien también es copatrocinadora de “African Women Leaders Network”.
Este es el octavo año de Diop como Enviada Especial de la UA para Mujeres, Paz y Seguridad. Nunca esperó estar en el puesto tanto tiempo y lo extendió por un año a petición del presidente de la UA, Moussa Faki Mahamat.
Es la energía incansable de Diop la que está defendiendo los derechos de las mujeres, especialmente en zonas de conflicto y en el área de la paz y la seguridad.
Ella dice que “estaba decepcionada de que, no hubiera mujeres en la mesa de las últimas negociaciones de paz etíopes, pero que en general se acepta que las mujeres son parte de la solución hoy cuando se trata de la resolución de conflictos”. Cuando fue nombrada enviada especial de la UA por primera vez en 2014, pocos países de África tenían planes formales para promover los derechos de las mujeres. Ahora son ya 35 los que han adoptado legislación para darles los mismos derechos.
Diop ha propiciado que, tras la publicación del marco africano en la resolución de conflictos, se hayan desarrollado modelos similares en Europa y América.
Lejos del conflicto, las mujeres africanas también están progresando en el liderazgo y en los negocios. Diop y otros líderes han defendido durante mucho tiempo que debe haber políticas deliberadas para empoderar a las mujeres africanas, promoviendo su participación en los niveles más altos de la política y los negocios.
Esto ha llevado a algunas victorias en África. En Kenia, el sistema de adquisiciones públicas brinda a las mujeres no solo oportunidades para participar en el proceso, sino también acceso a financiamiento para ayudarlas a aprovechar esas oportunidades. En Tanzania, las mujeres han conseguido la aprobación del Parlamento para poder ser propietarias de tierras e inmuebles.
Una política similar ha sido aprobada en Senegal, aunque implementa los planes de negocios de las mujeres y los hombres. Los gobiernos todavía son demasiado lentos para hacer las cosas y transmitir el mensaje, admite Diop, y es difícil luchar contra una sociedad patriarcal muy arraigada.
Pero Diop dice que la covid-19 es solo una de las tres C que amenazan el bienestar de las mujeres. Las otros dos son el cambio climático y los conflictos. Estos problemas también deben abordarse de manera efectiva para proteger los intereses de las mujeres. Es una señal del peso de su legado que la Unión Africana haya institucionalizado la oficina y se nombrará un nuevo enviado cuando ella se vaya. Ella misma, dice, seguirá dando su energía a las mujeres de África, lo cual es bueno, porque pocos saben tan bien como ella lo difícil que es la tarea que tienen entre manos. El éxito requiere la construcción de alianzas, convenciendo a la gente de que el cambio es necesario.
Nadie vendrá de fuera y nos desarrollará, afirma Diop. Esta realización debe unir a los líderes, los jóvenes y, por supuesto, las mujeres de África para construir el África del futuro.
CIDAF-UCM