Cien millones de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares en 2022

24/01/2023 | Editorial

cidaf-ucm_logo_blanco-49.pngLa ONU continuó ayudando a los necesitados de innumerables maneras y promoviendo formas más legales y seguras para que las personas emigren.

La cifra de 100 millones, que incluye a quienes huyen del conflicto, la violencia, las violaciones de los derechos humanos y la persecución, fue anunciada por la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) en mayo y descrita por Filippo Grandi, director de la agencia, como “un récord que nunca debería haber sido establecido«.

La cifra es superior a los 90 millones de 2021. Los brotes de violencia o los conflictos prolongados fueron factores migratorios clave en muchas partes del mundo, incluidas Ucrania, Etiopía, Burkina Faso, Malí, Sudán, Siria y Myanmar.

Miles de inmigrantes desesperados vieron a Europa como destino preferido, poniendo sus vidas en manos de los traficantes de personas y emprendiendo peligrosos viajes a través del Mediterráneo. Con demasiada frecuencia, estos viajes terminaron en tragedia.

Constatamos un empeoramiento de las condiciones de los migrantes en el Cuerno de África. Ya han pasado más de siete años desde que comenzó el prolongado conflicto en Yemen entre una coalición progubernamental, liderada por Arabia Saudita, y los rebeldes hutíes, junto con sus aliados. Este enfrentamiento ha precipitado una catástrofe humanitaria y ha obligado a más de 4,3 millones de personas a abandonar sus hogares. A pesar de la terrible situación en el país, Yemen sigue siendo un destino y un punto de tránsito para los migrantes que salen de los países del Cuerno de África.

A menudo se ven obligados a viajar a través de los frentes locales, con el riesgo de sufrir graves violaciones de derechos humanos, como detención, condiciones inhumanas, explotación y traslados forzados.

Los ucranianos reciben un trato preferencial en Europa. Diez meses después de la invasión rusa de Ucrania, que comenzó el 24 de febrero y parece probable que continúe durante 2023, las cifras de la agencia de refugiados de la ONU muestran que, en diciembre, se habían registrado más de 7,8 millones de refugiados ucranianos en toda Europa.

Filippo Grandi elogió a los países europeos por su voluntad de acoger a los ucranianos, la mayoría de los cuales buscaron refugio en los países vecinos, pero expresó su pesar por el país y sus ciudadanos. Hablando sobre el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, Grandi informó que la agencia de refugiados de la ONU había sido testigo “de la horrible realidad de que algunas personas negras y latinas que huyen de Ucrania, y otras guerras y conflictos en todo el mundo, no han recibieron el mismo trato que los refugiados ucranianos”.

González Morales, relator especial de la ONU sobre los derechos humanos de los migrantes, se hizo eco de las preocupaciones de Grandi en julio. Morales denunció que había un doble estándar en la forma en que se trata a los refugiados en Polonia y Bielorrusia, particularmente cuando se trata de personas de ascendencia africana y otras minorías raciales y étnicas.

Las personas desplazadas se ven, con frecuencia, doblemente marginadas, pues además de perder sus tierras, techo y trabajo, sufren el desprecio de su dignidad humana por el color de la piel, cultura, religión o etnia.

La tragedia de más de cien millones de personas privadas de sus tierras y casas durante 2022 y condenadas a vivir en la indigencia delata nuestra falta de humanidad y nos exige un cambio de actitud para acoger a las personas desplazadas y promover relaciones más justas entre los gobiernos.

CIDAF-UCM

Autor

  • Bustince Sola, Lázaro

    Nacido en Izco (Navarra), en 1942, estudió filosofía en Pamplona (1961-1964). Hizo el noviciado en Gap – Grenoble (1964-1965), con los Misioneros de África (Padres Blancos). Estudió Teología en el instituto M.I.L. de Londres, (1965-1969), siendo ordenado sacerdote en Logroño, en los Padres Blancos en 1969.

    Comenzó su actividad misionera en África en 1969, siendo enviado a la diócesis de Hoima en Uganda, donde estuvo trabajando en la educación, desarrollo y formación de líderes durante nueve años. Luego vivió un periodo de trece años en diversas ciudades europeas, trabajando en la educación y capacitación de los jóvenes (Barcelona 1979-1983)) , en Irlanda como responsable de la formación de los candidatos polacos (1983-1985), y en Polonia donde fue Rector del Primer Ciclo de Filosofía Polaco (1985-1991), y se doctoró en Teología espiritual en Lublin, donde fue nombrado profesor de la misma Universidad Católica de Lublin (KUL), de dicha ciudad, en 1991.

    Regresó a Uganda en 1992, y fue elegido Provincial de los padres Blancos de Uganda hasta 1999. Durante este periodo, fue también presidente de la Asociación de Religiosas-os en Uganda (ARU), y pionero en la construcción del Centro Nacional de Formación Continua (USFC). Además inició la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) en 1994, trabajando en la formación de líderes en JPIC.

    En 2000 y 2004 cursó estudios sobre educación en Justicia, Paz, y Transformación de Conflictos, en Dublín. Desde su regreso a Uganda, fue pionero en la capacitación de agentes sociales en JPIC, y en el establecimiento del primer Consorcio de Educación Ética (JPIIJPC), lanzado por seis Congregaciones Misioneras, en 2006. Desde el inicio, y hasta junio 2011, ostentó el cargo de primer Director del Instituto. Al mismo tiempo fue profesor invitado de Ética en la Universidad de los Mártires de Uganda (UMU).

    En septiembre de 2011 fue nombrado director general de África Fundación Sur (AFS), organismo que dejó de existir en 2021. En la actualidad sigue trabajando por África al 100 % siendo, entre otras ocupaciones, editorialista en el CIDAF-UCM.

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