Los cadáveres de dos jóvenes fueron encontrados dentro de dos vehículos calcinados. Otros tres murieron por aparentes suicidios. Otro se derrumbó en un autobús, supuestamente por una sobredosis
Las muertes de seis hombres, todos ellos relacionados con las protestas en Ferguson, Missouri, llamaron la atención en las redes sociales, empujando a la comunidad activista a especular acerca de la posible siniestralidad de los sucesos. La policía dice que no hay pruebas de que las muertes tengan algo que ver con las protestas derivadas tras el asesinato de Michael Brown, de 18 años, a manos de un agente de policía blanco, y que sólo dos fueron homicidios sin relación conocida con las protestas.
Pero algunos activistas dicen que sus preocupaciones sobre una posible conexión surgen a raíz de una cultura del miedo que persiste en Ferguson casi cinco años después de la muerte de Brown, citando amenazas (en su mayoría anónimas) que los líderes de la protesta siguen recibiendo. El reverendo Darryl Gray afirmó que encontró una caja dentro de su coche. Cuando llegaron las brigadas antibombas, no se encontraron explosivos, pero sí una pitón de casi dos metros. Gray dijo sobre sus compañeros activistas que “todo el mundo está hecho un manojo de nervios”.
Ningún arresto se ha producido tras los dos homicidios. El portavoz de la policía del condado de St. Louis, Shawn McGuire, declaró que simplemente los testigos se han negado a presentarse, dejando a los detectives sin respuestas sobre por qué los hombres fueron atacados: “no creemos que ninguno de los dos estuviera conectado entre sí. […] Es difícil encontrar un motivo sin un sospechoso”.
Ferguson estalló en protestas en agosto de 2014 después de que el oficial Darren Wilson disparara fatídicamente a Brown durante una confrontación callejera. Brown estaba desarmado, pero Wilson dijo que disparó en defensa propia cuando el adolescente negro se le acercó amenazadoramente. Un gran jurado se negó a acusar a Wilson en noviembre de 2014, lo que provocó una de las noches de manifestaciones más violentas y una de las primeras muertes de activistas.
El cuerpo de Deandre Joshua fue encontrado dentro de un coche quemado a pocas manzanas de la protesta. El joven de 20 años había sido disparado en la cabeza antes de que el vehículo fuese quemado intencionadamente.
Darren Seals, al que se ve en un vídeo consolando a la madre de Brown esa misma noche, tuvo un destino casi idéntico dos años más tarde. El cadáver del joven de 29 años, acribillado a balazos, fue encontrado dentro de un coche en llamas en septiembre de 2016.
Fuente: AP News
[Traducción y edición, A. Martínez Pradas]
[Fundación Sur]
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