En tiempos de tanto olvido, de tanto mirar hacia otro lado, de tanto ser espectador impasible, quiero reiterar mi gratitud a quienes, como Forges, nos recuerdan cada día lo que deberíamos tener todos presente en nuestra mente y corazón para, progresivamente, comportarnos de otro modo. Haití y Somalia, los habitantes de estos dos países requieren muestras de solidaridad, particularmente de quienes viven en los barrios más prósperos de la Tierra que, con gran frecuencia, se dejan manipular por informaciones que les convierten en simples receptores sin capacidad de reacción, sin coraje para dejar de pensar tanto en sí mismos y volver su mirada a los más necesitados. Hacerlo tiene muchas ventajas ya que no sólo se aprecia más lo que se tiene sino que se conocen las precariedades del prójimo.
Federico Mayor Zaragoza