El 5 de diciembre de 1970 en el Olympia de París, un enorme clamor acompañó la subida al escenario de un artista. Y por primera vez en la historia, el motivo de ese júbilo del público en el Olympia, es africano. Se trata de Tabu Ley Rochereau, convertido, ese día, en el primer músico africano en actuar en un concierto en el escenario del mítico Olympia de París.

En el Olympia de París, los amantes de la música de la capital francesa se habían reunido para escuchar al Nightingale (ruiseñor) congoleño y su banda, cuya llegada había sido objeto de un gran interés por parte de la prensa local. Acompañado por su «Rocherettes», Pascal Emmanuel Tabu Ley y el africano Fiesta Nacional (en castellano en el original) encantaron a un público acostumbrado a estrellas de todo el mundo. Al ritmo de su rumba nativa, Tabu Ley Rochereau se va ganando poco a poco a la sala. El público había venido a descubrir una curiosidad y descubren a un talentoso músico, un “ruiseñor” maravillosamente acompañado por una orquesta que sublima sus canciones. Uno tras otro, sus títulos construirán su leyenda. Después de ese día, Tabu Ley Rochereau encadenará 25 días de conciertos con las entradas agotadas en el Olympia. Estos 26 días le harán entrar para siempre en la leyenda, no sólo como el primer africano en actuar en el Olympia, sino también como uno de los pocos artistas que han sido capaces de mantener el interés de un público tan exigente.

La historia de amor entre el cantante y el público del Olympia se reavivó el 7 de mayo de 2012, pocos meses antes de su muerte, cuando el «ruiseñor» regresó al escenario del Olympia para interpretar con su hijo, el exitoso rapero, Youssoupha, la canción «Les disques de mon père». Padre e hijo, cuya historia estará siempre íntimamente ligada a esa escena, fueron aplaudidos con fervor al final de la interpretación. Esta fue una de las últimas apariciones públicas del primer africano que actuó en el Olympia y que murió el 30 de noviembre de 2013, en Bruselas.

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