Los yihadistas refuerzan su control en Malí

3/11/2025 | Editorial, Opinión

Con las minas de oro cruciales en la región de Kayes ya amenazadas, los yihadistas ahora apuntan a ejes comerciales cruciales.

Tras asaltar el principal corredor comercial occidental hacia Bamako desde Dakar el mes pasado, los combatientes yihadistas han extendido su campaña a la arteria meridional clave desde Abiyán, buscando detener el flujo de combustible importado que sustenta la economía maliense. Esto sigue al bloqueo por parte de los insurgentes de Kayes, la puerta occidental de Malí, y Nioro du Sahel, en la frontera con Mauritania, la base del Chérif de Nioro, Bouyé Haïdara, un influyente líder sufí en Malí y gran parte de Mauritania.

También atacaron convoyes de camiones cisterna en Kayes y este mes incendiaron camiones cisterna cerca de la frontera con Costa de Marfil.

Malí ha suspendido las clases en escuelas y universidades de todo el país debido a la grave escasez de combustible causada por el bloqueo a las importaciones impuesto por los insurgentes islamistas.

El ministro de Educación, Amadou Sy Savane, anunció en la televisión estatal que todas las instituciones educativas permanecerían cerradas hasta el 9 de noviembre, afirmando que el bloqueo había afectado la circulación del personal y los estudiantes. El mandatario aseguró que las autoridades estaban «haciendo todo lo posible» para poner fin a la crisis y que las clases pudieran reanudarse el 10 de noviembre.

Durante semanas, Malí se ha visto afectado por la escasez de combustible, especialmente en la capital, Bamako, después de que militantes de una filial de Al Qaeda impusieran un bloqueo atacando camiones cisterna en las principales carreteras.

Malí no tiene salida al mar, por lo que todo el suministro de combustible se transporta por carretera desde los Estados vecinos, como Senegal y Costa de Marfil.

En las últimas semanas se han formado largas colas alrededor de las gasolineras de Bamako, y, según informes, las calles de la ciudad, habitualmente concurridas, se han quedado en silencio.

A principios de este mes, el gobierno militar había asegurado a los residentes que se trataba solo de un problema temporal, pero la crisis ha persistido.

La semana pasada, la Embajada de Estados Unidos en Bamako anunció que el personal diplomático no esencial y sus familias abandonarían Malí ante el agravamiento de la escasez de combustible y la creciente preocupación por la seguridad. Afirmó que las interrupciones del suministro de combustible habían afectado al suministro eléctrico y tenían el «potencial de perturbar la situación general de seguridad de forma impredecible«.

Malí está actualmente gobernado por una Junta militar liderada por el general Assimi Goïta, quien tomó el poder mediante un golpe de Estado en 2021.

La Junta contaba con apoyo popular cuando asumió el poder y prometió abordar la prolongada crisis de seguridad provocada por una rebelión separatista en el norte por parte de la etnia tuareg, que posteriormente fue secuestrada por militantes islamistas.

El gobierno militar ha contratado mercenarios rusos para abordar la inseguridad. Sin embargo, la insurgencia yihadista ha continuado y amplias zonas del norte y el este del país permanecen fuera del control del gobierno.

CIDAF-UCM

Autor

  • Nacido en Izco (Navarra), en 1942, estudió filosofía en Pamplona (1961-1964). Hizo el noviciado en Gap – Grenoble (1964-1965), con los Misioneros de África (Padres Blancos). Estudió Teología en el instituto M.I.L. de Londres, (1965-1969), siendo ordenado sacerdote en Logroño, en los Padres Blancos en 1969.

    Comenzó su actividad misionera en África en 1969, siendo enviado a la diócesis de Hoima en Uganda, donde estuvo trabajando en la educación, desarrollo y formación de líderes durante nueve años. Luego vivió un periodo de trece años en diversas ciudades europeas, trabajando en la educación y capacitación de los jóvenes (Barcelona 1979-1983)) , en Irlanda como responsable de la formación de los candidatos polacos (1983-1985), y en Polonia donde fue Rector del Primer Ciclo de Filosofía Polaco (1985-1991), y se doctoró en Teología espiritual en Lublin, donde fue nombrado profesor de la misma Universidad Católica de Lublin (KUL), de dicha ciudad, en 1991.

    Regresó a Uganda en 1992, y fue elegido Provincial de los padres Blancos de Uganda hasta 1999. Durante este periodo, fue también presidente de la Asociación de Religiosas-os en Uganda (ARU), y pionero en la construcción del Centro Nacional de Formación Continua (USFC). Además inició la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) en 1994, trabajando en la formación de líderes en JPIC.

    En 2000 y 2004 cursó estudios sobre educación en Justicia, Paz, y Transformación de Conflictos, en Dublín. Desde su regreso a Uganda, fue pionero en la capacitación de agentes sociales en JPIC, y en el establecimiento del primer Consorcio de Educación Ética (JPIIJPC), lanzado por seis Congregaciones Misioneras, en 2006. Desde el inicio, y hasta junio 2011, ostentó el cargo de primer Director del Instituto. Al mismo tiempo fue profesor invitado de Ética en la Universidad de los Mártires de Uganda (UMU).

    En septiembre de 2011 fue nombrado director general de África Fundación Sur (AFS), organismo que dejó de existir en 2021. En la actualidad sigue trabajando por África al 100 % siendo, entre otras ocupaciones, editorialista en el CIDAF-UCM.

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