En «Sabe Som?», el compositor relaciona el género con la vida cotidiana y defiende la samba como un espacio de creación y colectividad.
«La filosofía de Brasil se formó y se sigue formando a través de la samba, a través de sus compositores, no solo de la samba, sino de la música popular en general”. Esta declaración del compositor e instrumentista Rodrigo Campos resume el tono de la conversación en el episodio 78 de «Sabe Som?«, un podcast producido por Brasil de Fato. Para él, el sambista es un filósofo popular, que sintetiza sentimientos y pensamientos profundos.
«Es un poder de síntesis […] ‘El mar cuando rompe en la playa es hermoso’. Para poder decir eso, uno entendió que es hermoso, ¿verdad? Porque no todos se dieron cuenta de que es hermoso. Así que, de todos modos, uno se detuvo allí, se sentó a observar». Así que, esa es una actitud filosófica errónea«, refuerza.
En su conversación con Thiago França, el músico, quien comenzó su carrera en la cuna de la samba, São Mateus, a las afueras de São Paulo (SP), habla sobre memoria, política y experimentación, reforzando el papel de la samba como lenguaje creativo y colectivo.
El compositor e instrumentista, quien ha trabajado en obras de talentos como Céu, Criolo, Emicida y leyendas de la música brasileña como Elza Soares, Jards Macalé y Tom Zé, argumenta que la palabra «experimental» no debería sorprender y que esto es «el sambista en esencia«.
“Por eso esa palabra da un poco de miedo, ¿verdad? Experimentación, pero alguien me dijo una vez que la creación es la esencia de los músicos de samba. Entonces, el primer músico de samba que fue allí, tomó una pandereta, ancló una pequeña caja cuadrada y le puso cuero, ¿qué estaba haciendo? Estaba experimentando. Es una experimentación loca. La esencia de los músicos de samba, ¿verdad? Siempre está inventando cosas desde cero que ahora son elementales«, afirma.
Para él, esta interpretación desplaza la samba de una posición exclusivamente ligada a la tradición para situarla en el ámbito de la vanguardia. La experimentación, a menudo asociada con géneros considerados «de nicho», aparece aquí como el origen mismo del ritmo que dio forma a la música popular brasileña.
En este sentido, Campos refuerza que si la tradición garantiza las raíces, la transformación apunta al futuro. Cuando nos abrimos a una mayor diversidad, a más Minas Gerais y a más personas negras ocupando estos espacios, todo se vuelve más rico, más divertido y más justo.
El artista, quien recientemente regresó a Samba de São Mateus, recuerda que su carrera siempre ha estado marcada por la invención, sin alejarse de la tradición. «En algún momento, comencé a hacer samba un poco más ‘experimental’, entre comillas, así. Por ello pensé que era genial que me invitaran de nuevo, que me dieran la bienvenida a esta cuna. Es curioso que hubiera un metalenguaje tan peculiar, porque me pidieron que cantara «Rua 3», que habla de alguien que regresa al barrio después de mucho tiempo«, dice.
Además de su carrera en solitario, Campos, quien también organiza proyectos como Pagode na Várzea, que se presenta en varios espacios de la ciudad, y Roda Saudosa, que se celebra una vez al mes en Vila Itororó, mezclando sus canciones con clásicos de la samba, también destaca el poder colectivo de las rodas de samba. «Esto es hermoso, porque imagino que pocas culturas en el mundo tienen esta prerrogativa de verse reflejado en una roda de samba, que es algo tan popular que puede suceder en cualquier lugar. A veces en el patio de casa, a veces en un bar, a veces en la sala de estar de alguien, ¿sabes?«, añade el cantante de samba.
El podcast «Sabe Som?» se emite todos los viernes a las 10 de la mañana en las principales plataformas de audio, como Spotify y YouTube Music.
Editado por: Geisa Marques
Fuente: Brasil de Fato
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