Con capoeira, samba de coco, brega funk, cavalo marinho, vaquejada y mucho más, el espectáculo «Meia Noite» de Orun Santana cruza el Atlántico y llega a Francia. El artista pernambucano, creador del solo de danza, también es coreógrafo y bailarín.
A través de la expresión artística, utiliza la diversidad construida por los creadores de la cultura popular brasileña para escenificar la ascendencia y el poder de las personas negras. Hijo de los maestros Meia Noite y Vilma Carijós, fundadores del Centro de Educación y Cultura Daruê Malungo, Orun nació y creció en Chão de Estrelas, un lugar que, aunque no figura en el mapa con ese nombre, vibra con la poesía y el arte. «Medianoche es una construcción de todas estas capas, con la capoeira como eje central, y habla un poco sobre la relación entre mi ascendencia, principalmente masculina, comenzando con mi padre y mi abuelo, relacionándola con las problemáticas culturales, políticas y sociales de Brasil. Los desafíos que enfrenta el cuerpo masculino negro en Brasil«, explica para Conversa Bem Viver.
El espectáculo se presentaba en el Festival Baluê, del 4 al 12 de julio, en las ciudades de Paysac y Sète, con el apoyo del Fondo Pernambucano de Incentivo Cultural (Funcultura). Durante su visita a Francia, que realizaba en una caravana con otros artistas brasileños, Orun también participaba en talleres centrados en danzas afrobrasileñas.
Brasil de Fato: ¿Quién es Orun Santana y cuáles son sus principales influencias?
Orun Santana: Es fantástico poder compartir un poco sobre mi trayectoria y lo que estamos haciendo ahora. El espectáculo también es una victoria: construir arte en este país, crear arte donde vivimos, donde creemos que vale la pena construirlo.
Vengo de un lugar llamado Chão de Estrelas. Además del nombre, que es poesía en sí mismo, allí, mis padres, artistas como yo, fundaron un espacio llamado Daruê Malungo, donde me formé. Y estos educadores —Maestro Meia-Noite, Maestra Vilma Carijós, mis padres, etc.— son, de hecho, constructores y pioneros de este territorio, al que llamamos espacio quilombola, y que resiste y actúa en la comunidad con iniciativas pedagógicas y artísticas desde 1988.
Y emerjo como un cuerpo en crecimiento, una niño, una persona lúdica, dentro de este espacio de juego, de cultura popular, de creadores culturales. Mi padre es maestro de capoeira y danza. Mi madre es bailarina y fue, durante mucho tiempo, la reina del caboclinho. Estas son personas con una historia propia muy rica, y para mí es inmenso poder representarlas de alguna manera a través de quien soy. A través de lo que ya llevo en mi cuerpo, lo que llevo dentro.
Y ahora, también en estos momentos de desarrollo personal como coreógrafa, directora, una persona que viaja a otros territorios, a otros espacios de la ciudad, más allá de los que me nacieron, que son los espacios periféricos.
Y este es el movimiento que me alegra estar haciendo ahora: llevar Chão de Estrelas a otros continentes. La llegada a territorio europeo, aunque sea un espacio del colonizador, también debe ser conquistada por nosotros.
BdF: ¿Cómo se construyó el espectáculo «Meia-Noite»? ¿Cómo se produce la mezcla de ritmos tradicionales, capoeira, brega funk, cavalo marinho, etc., que componen el solo de baile?
OS: Mi cuerpo es una mezcla de todas las experiencias que construyen nuestros territorios. Chão de Estrelas ni siquiera existe en el mapa, ni siquiera como comunidad. Es un nombre que solo existe entre nosotros, en el habla y en el cuerpo. El barrio se llama Peixinhos, y los barrios cercanos se llaman Arruda y Campina do Barreto. Pero quienes viven allí lo conocen como Chão de Estrelas. Hay muchos lugares como este en Brasil, donde solo quienes viven allí conocen su nombre.
La exposición surge como un tema interno y personal en mi relación con mi padre, quien también es mi mentor, el Maestro Meia-Noite. De alguna manera, cuando empecé a trabajar en las artes, como él, siempre me destacaron. Parece que todo tiene que ver con tu padre o tu madre.
De joven o adolescente, uno quiere construir su identidad, su personalidad. Pero para construir este espacio personal, tuve que explorar la ascendencia viva de mi padre, presente en su propia vida. Es una figura crucial del arte negro en Brasil y Pernambuco. Es uno de los primeros solistas negros del estado de Pernambuco, recorriendo países y continentes, tal como yo me estoy haciendo ahora.
Ha recibido premios en Brasil y en el extranjero, pero mucha gente no conoce ni quién es el Maestro Meia-Noite. Un cuerpo negro recto, poderoso e increíble que construye una historia y también se desvanece rápidamente.
Así, la creación del espectáculo Meia-Noite surgió como una forma de abordar el problema de conocer a mi padre, de ser mi padre en el escenario. La gente me ve primero como el hijo de Meia-Noite. Y para construir Orun, tuve que encontrar a Meia-Noite y su historia con mi abuelo. En otras palabras, es una experiencia transgeneracional. Mi abuelo, Bilu Preto, fue una de las personas que ayudó a construir la comunidad de Chão de Estrelas. Era un vaquero que llegó a Chão de Estrelas y fundó una vaquejada, un espacio para la cría y el comercio de ganado y bueyes.
Ana Carolina Vasconcelos e Nara Lacerda
Fuente: Brasil de Fato
