Una alianza para la ocupación y explotación de la República Democrática del Congo en provecho de Ruanda

15/01/2025 | Bitácora africana, Crónicas y reportajes

  • – Nuevo informe de la ONU sobre situación en el este de la RDC

Una vez más, un informe del grupo de expertos de la ONU señala con el dedo a Ruanda como desestabilizador de la República Democrática del Congo (RDC). El documento, desvelado el 8 de enero, describe a la AFC (Alianza río Congo) y al M23, apoyado por el ejército ruandés (RDF), como una alianza de ocupación y explotación a largo plazo en provecho de Ruanda.

Según un informe hecho público recientemente, existe una cadena de mando entre las autoridades político-militares ruandesas, el movimiento M23, dirigido por Sultani Makenga, y la AFC, cuyo jefe es Corneille Naanga, cuyo objetivo sería expandirse en el este de la RDC. Se trataría “de remodelar duraderamente el paisaje político y militar congoleño, a la vez que se saca provecho del apoyo directo e indirecto de las autoridades ruandesas”, todo ello al servicio de los intereses de Ruanda. Aunque AFC y M23 son organizaciones distintas, realizan conjuntamente campañas de reclutamiento de jóvenes combatientes en las provincias de Ituri, Kivu Norte y Kivu Sur. El informe de los expertos subraya que “los dos grupos organizan reuniones en los territorios conquistados para impulsar su coalición e instalar administraciones paralelas”. Esta actividad compromete los esfuerzos regionales encabezados por Angola (Luanda) y Kenia (Nairobi) para la estabilización del este del Congo; los acuerdos firmados por Kigali y Kinshasa de alto el fuego siguen siendo papel mojado.

Según informaba mediacongo.net, a raíz de este documento el premio Nobel de la Paz Denis Mukwege ha solicitado a la comunidad internacional la adopción de sanciones reales contra Ruanda y posibiliten el fin de “a la extracción y comercio ilegal de los minerales estratégicos” en la RDC:

“Exhortamos de nuevo a la Comunidad de Estados que dejen de limitarse a condenas de fachada y a vacíos discursos: es necesario que se adopten sanciones fuertes contra los actores de la desestabilización y se tomen medidas inmediatas y decisivas para que Ruanda cese en su apoyo al M23 y retire inmediatamente sus Fuerzas del suelo congoleño”.

Comentario y contexto

El régimen de Kigali, que durante años ha negado, a pesar de las evidencias documentadas, que estuviera interviniendo en la zona apoyando a la rebelión del M23, no tiene ya empacho en confirmar su apoyo y presencia militar en las zonas ocupadas y se siente plenamente legitimado para actuar en defensa de la comunidad tutsi congoleña, cuyos derechos no estarían respetados y garantizados en la RDC.

Kinshasa califica al M23 de organización terrorista y a Kigali de estado agresor; se niega a dialogar con el M23 y exige la retirada de las tropas ruandesas del suelo congoleño. En la oposición y en la opinión pública congoleña se denuncia la tibieza de la comunidad internacional, que si bien ha reclamado la retirada de los ruandeses como paso previo a una posible negociación, sigue sin sancionar al régimen de Kigali como exige el gobierno congoleño, antes al contrario, mantiene generosas donaciones al régimen agresor.

Tal y como ha sucedido en el pasado cada vez que la RDC se ha visto presa de graves tensiones y problemas de estabilidad, vuelve a aparecer y a extenderse la hipótesis de la existencia de una conspiración internacional que buscaría la balcanización del enorme y riquísimo territorio congoleño, de la mano de los intereses geoestratégicos y económicos de las potencias mundiales. Ruanda sería cómplice y beneficiario de la partición o desmembramiento.

Mientras tanto, perduran en el este de la RDC la violencia de los múltiples grupos armados, los enfrentamientos, los secuestros, asesinatos, el desplazamiento masivo de poblaciones y la desolación.

Ramón Arozarena

[CIDAF-UCM]

Autor

  • Catedrático de Francés, jubilado.

    Cooperante con su mujer en Ruanda, como profesores de la Escuela Normal de Rwaza, de 1969 a 1973.

    Coordinador de la red de escuelas primarias en los campos de refugiados ruandeses de Goma (Mugunga, Kibumba, Kahindo y Katale), en 1995, con un programa de Caritas Internacional.

    Observador – integrado en las organizaciones de la sociedad civil congoleña – de las elecciones presidenciales y legislativas de la República Democrática del Congo, en Bukavu y en Bunia, en julio y octubre de 2006.

    Socio de las ONGDs Nakupenda-Áfrika, Medicus Mundi Navarra y colaborador de los Comités de Solidaridad con África Negra (UMOYA).

    Ha traducido al castellano varios libros relativos a la situación en Ruanda.

    Ha escrito y/o traducido para CIDAF (Ahora Fundación Sur) algunos cuadernos monográficos sobre los países de la región de los Grandes Lagos.

    Parlamentario por Euskadiko Ezkerra, entre 1987-1991, en el Parlamento de Navarra.

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