7 países africanos en la lista de las crisis más olvidadas

13/06/2023 | Editorial

cidaf-ucm_logo_blanco-68.pngEl Consejo Noruego para Refugiados (NRC) publica cada año la lista de las diez crisis de desplazamiento de población más «desatendidas«, en función de tres criterios: la falta de voluntad política de la comunidad internacional, la cobertura mediática y la financiación humanitaria.

Burkina Faso, asolada por la violencia yihadista desde 2015, vive «la crisis más desatendida del mundo«, según un ranking anual publicado este jueves por el NRC.

Burkina cuenta con «más de 14.000 personas» asesinadas en los últimos cinco años, «la mitad de ellas desde enero de 2022» y más de dos millones de desplazados internos.

En 2022, «el aumento de la violencia y el desplazamiento (de las poblaciones) han dejado a casi uno de cada cuatro burkineses en necesidad de asistencia humanitaria«, añade el informe. “Solo el 42 % de la ayuda económica humanitaria solicitada se ha repartido”.

El informe también menciona los numerosos ataques a puntos de agua por parte de grupos armados, que privaron del preciado elemento a 830.000 personas, así como el cierre de 6.200 escuelas, afectando a más de un millón de niños.

La inestabilidad política añade otra capa a la crisis con dos golpes militares” en 2022, prosigue el NRC.

La República Democrática del Congo ocupa el segundo lugar en este ranking debido a las «crisis múltiples» en el este del país en particular. Colombia y sus “60 años de conflicto armado” es tercero por delante de Sudán y Venezuela. Sudán, Sudán del Sur, Malí, Camerún y Etiopía completan este grupo.

La ONG también critica el trato desigual por parte de la comunidad internacional de determinadas crisis en comparación con el apoyo prestado a Ucrania. “Por cada dólar recaudado por una persona necesitada en Ucrania, solo se recaudaron 25 centavos por habitante necesitado en las crisis más desatendidas del mundo”, plantea la NRC, que afirma que “la negligencia es una elección”, aunque “reversible”.

El NRC recomienda «brindar asistencia humanitaria de acuerdo con las necesidades de las poblaciones afectadas y no de acuerdo con los intereses políticos y económicos o el grado de atención de los medios a ciertas crisis«.

Mucho más relevante incluso que la ayuda humanitaria de emergencia, aunque esta sea necesaria por un tiempo, será siempre una gobernanza responsable, junto con una nueva política de acuerdos para una justa cooperación interregional e internacional, buscando siempre un desarrollo sostenible de los países y pueblos africanos, que son de los más ricos en recursos humanos y naturales y los más saqueados y empobrecidos.

CIDAF-UCM

Autor

  • Nacido en Izco (Navarra), en 1942, estudió filosofía en Pamplona (1961-1964). Hizo el noviciado en Gap – Grenoble (1964-1965), con los Misioneros de África (Padres Blancos). Estudió Teología en el instituto M.I.L. de Londres, (1965-1969), siendo ordenado sacerdote en Logroño, en los Padres Blancos en 1969.

    Comenzó su actividad misionera en África en 1969, siendo enviado a la diócesis de Hoima en Uganda, donde estuvo trabajando en la educación, desarrollo y formación de líderes durante nueve años. Luego vivió un periodo de trece años en diversas ciudades europeas, trabajando en la educación y capacitación de los jóvenes (Barcelona 1979-1983)) , en Irlanda como responsable de la formación de los candidatos polacos (1983-1985), y en Polonia donde fue Rector del Primer Ciclo de Filosofía Polaco (1985-1991), y se doctoró en Teología espiritual en Lublin, donde fue nombrado profesor de la misma Universidad Católica de Lublin (KUL), de dicha ciudad, en 1991.

    Regresó a Uganda en 1992, y fue elegido Provincial de los padres Blancos de Uganda hasta 1999. Durante este periodo, fue también presidente de la Asociación de Religiosas-os en Uganda (ARU), y pionero en la construcción del Centro Nacional de Formación Continua (USFC). Además inició la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) en 1994, trabajando en la formación de líderes en JPIC.

    En 2000 y 2004 cursó estudios sobre educación en Justicia, Paz, y Transformación de Conflictos, en Dublín. Desde su regreso a Uganda, fue pionero en la capacitación de agentes sociales en JPIC, y en el establecimiento del primer Consorcio de Educación Ética (JPIIJPC), lanzado por seis Congregaciones Misioneras, en 2006. Desde el inicio, y hasta junio 2011, ostentó el cargo de primer Director del Instituto. Al mismo tiempo fue profesor invitado de Ética en la Universidad de los Mártires de Uganda (UMU).

    En septiembre de 2011 fue nombrado director general de África Fundación Sur (AFS), organismo que dejó de existir en 2021. En la actualidad sigue trabajando por África al 100 % siendo, entre otras ocupaciones, editorialista en el CIDAF-UCM.

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