Los terroristas iban armados con pistolas y granadas y lograron matar a los oficiales de la puerta al entrar y hacer frente a los demás en el interior. El Sr. Josep Nkaissery, secretario del gabinete (CS), aterrizó en Garissa, a bordo de un helicóptero, cerca de tres horas después de que comenzara el ataque al campus. El CS, declaro que uno de los terroristas fue detenido cuando intentaba huir de la universidad. Kuno es un ex profesor y director de la Madraza Najah en Garissa y se le conoce por tres alias: Sheikh mahamad, Dulyadin y Gamadhere. La Universidad de Nairobi y la Universidad Internacional África-Estados Unidos habían emitido alertas a los estudiantes, pidiéndoles que estuvieran atentos y cautelosos. Los hombres armados atacaron la institución alrededor las 5.30am del jueves.
Un total de 147 estudiantes fueron asesinados y 79 heridos después de que terroristas de Al-Shabaab entraran en el University College de Garissa en la madrugada del jueves y abrieran fuego contra ellos.
Los atacantes detonaron chalecos explosivos hiriendo a algunas de las fuerzas de seguridad. De los 815 estudiantes de la universidad, 500 fueron rescatados, según el gobierno, y el resto, 166, permanece confuso ya que no habían sido debidamente contabilizados con anterioridad. Se presume que algunos hayan podido der tomados como rehenes en la residencia del campus. La redidencia aloja 360 estudiantes, tanto hombres como mujeres, de acuerdo con el gobierno.
Según fuentes del Daily Nation parece ser que el número de personas muertas fue mayor que la cifra dada oficialmente.
Se oyeron todavía tiroteos el jueves por la noche, a pesar de que el gobierno había dicho que la operación había terminado. Los militares no permitieron a los “trabajadores de rescate” entrar en el campus. en ningún momento. Sobre los tiroteos que se seguían escuchando por la tarde de ese mismo día, el gobierno señaló que se trataba de “mopping up”, simplemente («limpieza») por si acaso alguno de los atacantes estaba todavía en el campus.
Un sospechoso, descrito como terrorista por el gobierno, fue detenido mientras estaba dejando la universidad.
En respuesta al ataque, el gobierno ordenó el toque de queda al atardecer en cuatro condados limítrofes de Somalia: Mandera, Wajir, Garissa y el río Tana y ordenó a los residentes a permanecer en sus casas entre las 18:30 y 6:30 de la mañana del viernes.
La policía encontró a algunos de los estudiantes escondidos dentro de las aulas de trabajo, mientras que otros estaban en los pasillos de la residencia.
Los servicios de seguridad parecían tener alguna información sobre que un ataque, a una institución de educación superior, estaba planificado y parece que habían advertido a las instituciones de que estuvieran alerta.
La Universidad de Nairobi, por ejemplo, el 25 de marzo, advirtió a sus estudiantes que había recibido información de sus servicios de inteligencia de que los terroristas estaban planeando un ataque a una universidad y les pidió que estuvieran atentos. Al igual que en Westgate (2013), los terroristas iban armados con pistolas y granadas.
El colegio está situado cerca de un cuartel del ejército.
Y al igual que en Westgate, no existía ninguna solución rápida para el asalto, si se pensaba que Al-Shabaab había tomado algunos estudiantes como rehenes. Las explosiones y los disparos se seguían oyendo desde el interior de la universidad por la tarde, ocho horas después que comenzara el ataque.
Habitualmente, Al-Shabaab no toman rehenes. Después de asaltar a su objetivo, matan ya que sus víctimas están indefensas, y pueden, a continuación, atrincherarse en una parte del edificio para sacar la máxima fuerza para responder a un ataque y causar más víctimas.
Los estudiantes se quedan sin la Excel Secondary School, situado junto al Garissa University College, después de que recibieron la orden de abandonarla tras un ataque al colegio el 2 de abril de 2015
Se ha informado de que se han apostado francotiradores en los tejados para frenar las fuerzas de seguridad desplegadas contra ellos.
Presidente Kenyatta habló a la nación en una emisión televisada y dijo que los atacantes habían tomado rehenes y agregó que los detalles serían proporcionados por el Ministerio del Interior.
«Me entristece informar a la nación que la en la madrugada de hoy, los terroristas han atacado el Garissa University College, matando e hirieron a varias personas y tomando como rehenes a los demás. En nombre de mi gobierno, extiendo mis condolencias a las familias de aquellos que han muerto en este ataque. Seguimos orando por la pronta recuperación de los heridos y el rescate de los secuestrados», declaró el presidente.
Más temprano, el Inspector General de la Policía Joseph Boinnet indicó que los terroristas habían tomado posiciones en los albergues de los estudiantes. «Los atacantes irrumpieron en la universidad disparando a los guardias que custodiaban la puerta principal. Los atacantes dispararon indiscriminadamente una vez dentro del recinto. Los agentes de policía que se encontraban de guardia en las instalaciones de la residencia universitaria escucharon los disparos y respondieron rápidamente y se enfrentaron a los hombres armados en un tiroteo feroz. Sin embargo, los atacantes se retiraron y lograron entrar en las habitaciones” El Sr. Boinnet añadió: «Los oficiales convocados para el refuerzo inmediato y una fuerza conjunta compuesta por la policía y otras agencias de seguridad llegaron inmediatamente y se dedicaron a un elaborado proceso de “limpieza” de los pistoleros que aún pudieran quedar en la residencia universitaria».
Un portavoz de Al-Shabaab se dirigió a la agencia de noticias AFP para confirmar que el grupo estaba detrás del asalto a la universidad y que había tomado como rehenes a los no musulmanes. «Cuando nuestros hombres llegaron, liberaron a los musulmanes y nos quedamos con el resto como rehenes, «declaró el portavoz de Al-Shabaab, Sheikh Ali Mohamud Rage, dijo a la AFP, sin dar cifras.
Los testigos dijeron que los terroristas anunciaron su incursión con fuertes explosiones, lanzando granadas, seguidos de disparos continuos.
En Nairobi y Mombasa, hubo un aumento del patrullaje policial en las calles. En Eastleigh y en South «C» Nairobi, así como el centro de la ciudad, se produjo una inusual presencia de oficiales.
El ataque se produjo apenas días después de que el Reino Unido emitiera avisos a los viajeros, advirtiendo a sus ciudadanos de no viajar a Kenia debido a las amenazas de inseguridad. Se enumeraron el Condado de Garissa, Eastleigh, en Nairobi y el tramo de 60 kilómetros de la frontera con Somalia, en el norte de Kenia, como áreas que uno no debía frecuentar por razones de seguridad. El gobierno dijo que el ataque fue planeado por Mohamed Kuno, un keniata y ex profesor de Garissa. Se ha ofreció una recompensa para cualquier persona que pudiera dar información que ayudara en su detención. El supuestamente «cerebro» de la operación ha estado prófugo desde diciembre del año pasado, cuando se identificó como el comandante Shabaab que supervisó los asesinatos de 58 keniatas en Mandera.
«Insto a los keniatas a mantener la calma ya que nuestros oficiales trabajan para asegurarse de que los atacantes son expulsados de las residencias del campus y hacer que vuelva la normalidad en el menor tiempo posible», insistió. Antes del ataque, los agentes de seguridad habían sido puestos en estado de alerta, sobre todo en el norte del este, en la costa y en Nairobi.
Durante toda la semana, los medios de comunicación social estuvieron inundados de informaciones, no verificadas, de que Al-Shabaab estaba planeando grandes ataques durante las vacaciones de Semana Santa.
«Nos las arreglamos para llamar a los agentes de seguridad del condado que, a su vez, movilizaron a otros miembros del personal de seguridad, pero antes de llegar, los estudiantes ya nos estaban llamando para decirnos que sus camaradas estaban siendo tiroteados y que algunos de ellos incluso habían muerto», declaró el Sr. Opande.
Ayer por la tarde (jueves), las fuerzas especiales llegaron con tanques y otros vehículos blindados para tratar de poner fin al ataque.
El Sr. Nkaissery tuvo que estar, durante la mayor parte del día, refugiado en las reuniones en la sede de la Policía de Garissa con los principales jefes de seguridad, incluyendo al Inspector General Boinnet.
Cuando el equipo especial del gobierno llevó, los estudiantes, gravemente heridos, estaban siendo trasladados en avión a Nairobi. En la pista de aterrizaje de Garissa, el personal médico asistía a una mujer que se retorcía de dolor, las dos piernas vendadas, ella era uno de los muchos en la misma condición.
En la pista de aterrizaje, los soldados de las Fuerzas de Defensa de Kenia reunieron a los sobrevivientes aterrorizados, en su mayoría estudiantes, dentro de su campamento militar. No se permitieron fotografías. Algunos iban en sandalias de baño, chalecos y pantalones cortos. Algunos estaban al teléfono, asegurando a sus familiares que estaban a salvo.
Según la versión oficial, el ataque comenzó a las 5.30 de la mañana, cuando un grupo de atacantes, estimado en cinco, dispararon a los dos guardias, armados, simplemente con palos, en la puerta principal de la universidad. La institución se encuentra en un complejo educacional, donde hay una escuela para sordos, un centro de aprendizaje para escuelas secundarias, dos centros para alumnos con discapacidad mental y un centro de formación de profesorado.
A los terroristas se les había ordenado que debían de seleccionar, de entre los estudiantes, a los que no pudieran demostrar que eran musulmanes. Algunos fueron asesinados, a otros se les lesionó. El resto fueron empujados hacia un lugar a punta de pistola. Una de los estudiantes contó que ella saltó la cerca después de escuchar los disparos. «El tiroteo fue intenso. Era temprano muy temprano por la mañana y los estudiante se encontraban todavía en la cama. Deben (los asesinos) haber sabido que todo el mundo estaría en el interior «, dijo la estudiante que se identificó como Lillian. Ella todavía tenía miedo y hablaba entre sollozos. Otros afirmaron que escaparon porque podían recitar un versículo del Corán o responder a una pregunta relacionada con las enseñanzas del Islam. «Se quedaron en el camino principal de la residencia, haciendo preguntas sobre el Islam y el Profeta. Daba miedo porque el Islam no enseña acerca de matar a los que no saben acerca de las enseñanzas», dijo otro estudiante, Hassan Abdi.
Por la tarde de ayer (jueves), el equipo The Nación pudo oír un intenso tiroteo y lo que sonaba como explosiones. El personal de seguridad no permitió que los periodistas, cerca de la puerta de la universidad, y en la puerta del hospital de Garissa tuvieran acceso a las instalaciones.
Pero un autobús lleno de gente, probablemente de estudiantes, una vez que salió de la universidad, se fue directo al campamento militar cercano donde los sobrevivientes se mantenían lejos de las miradas indiscretas de los medios de comunicación.
Otros camiones de la policía fueron vistos entregar más personas al campamento militar, situado junto a la pista de aterrizaje. Algunos tenían niños pequeños. El gobierno admitió más tarde que el hospital también había sido sobrepasado en atender a los heridos que serían transportados a Nairobi para una mayor atención.
El Sr. Nkaissery declaró a los periodistas, en Garissa, que los cuerpos de los muertos serían llevados a Nairobi.
nation.co.ke – (Fundación Sur)