Las sanciones económicas de Estados Unidos y la falta de fondos han obligado a muchas fábricas sudanesas a detener sus operaciones, lo que ha contribuido al deterioro económico y ha dejado parados a miles de trabajadores.
Según las estadísticas, 1120 empresas ya han dejado de operar en Jartum, además de muchas otras en diferentes partes de Sudán. Sin embargo, aún existe la posibilidad de resucitar el sector industrial en el país, gracias a la decisión de Estados Unidos de levantar las sanciones a los esfuerzos del Ministerio de Industria para exportar tecnologías modernas y a la decisión del Ministerio de Finanzas y del Mercado de Valores de Jartum de suministrar fondos que contribuyan a la reanimación del sector industrial.
El Ministerio de Industria celebró un foro en colaboración con la participación de Cámaras de Industria y el Mercado de Valores de Jartum con ánimo de buscar la forma de ayudar a las fábricas que han dejado de operar, de manera que puedan reactivarse y volver a producir.
Escasa inversión en sectores productivos
El Ministro de Finanzas y Planificación Nacional, Mohamed Osman Al-Rikabi, admitió que el sector industrial se ha descuidado desde que se declaró la independencia, añadiendo que todas las fábricas que han dejado de funcionar suponen una gran pérdida para todo el país. Además, pidió a los propietarios de las fábricas que solucionen sus problemas de financiación y que traten de contar con diferentes fuentes que les financien, de forma que no dependan únicamente de los bancos.
Al-Rekabi lamentó la escasa inversión que se destina a los sectores productivos, además de recordar que la inversión se ha quedado limitada a las tierras, el oro y los mercados de valores. Asimismo, hizo hincapié en la necesidad de transformar las empresas familiares en compañías públicas de accionistas para evitar el riesgo de fracaso. Según señala, el problema del pueblo sudanés radica en su incapacidad para trabajar colectivamente.
Motivos financieros, técnicos y sociales
El Ministro de Industria, Abu Daud Suleiman, atribuyó las dificultades que están atravesando las fábricas a los problemas financieros, técnicos y sociales, así como a las sanciones económicas por parte de los Estados Unidos durante las últimas dos décadas, que dificulta a las empresas el suministro de repuestos que aseguren su sostenibilidad. El Ministro de Estado agregó que el país no necesita más fábricas, sino reactivar las que ya no se encuentran en funcionamiento.
Conflicto entre las empresas y las políticas financieras
Por su parte, Moawia Elberier argumentó que los problemas del sector industrial tienen que ver con el conflicto entre las fábricas y las políticas financieras, que se suman a unos impuestos y aranceles elevados, y al contrabando de productos que llegan de países vecinos. Además, alabó la decisión de prohibir los productos que no se ajusten a los estándares de calidad.
Según Elberier, la conversión de las empresas familiares en compañías públicas requiere incentivos especiales y exenciones de impuestos. Además, considera que la concentración de fábricas e industrias en Jartum es perjudicial para la consecución de un desarrollo sostenible, por lo que hizo un llamado a desplazar compañías al resto de estados.
La contribución del sector industrial a la producción nacional bruta no supera el 21%, admitió Musaad Mohamed Ahmed, presidente de Banks Union, y agregó que los riesgos de financiar el sector industrial son menores en comparación con la financiación dirigida a otros sectores. Asimismo, señaló que los fondos deberían estar dirigidos a mejorar las infraestructuras y pidió a los propietarios de las empresas que cumplan con los requisitos y condiciones para que los bancos los financien, de manera que se garantice la obtención de préstamos y créditos.
Por otro lado, el director del Mercado de Valores de Jartum afirmó que la entidad que dirige tiene la capacidad de suministrar fondos destinados al sector industrial ya que, según defiende, los bancos no cuentan con estas capacidades, a causa de numerosas restricciones.
La industria sudanesa representó aproximadamente el 17 por ciento del PIB en 1998. El pequeño tamaño del sector industrial del país es el resultado de problemas crónicos, incluida la falta de mano de obra cualificada, de materias primas y de inversión. Estos problemas son más evidentes en la industria textil y en la alimenticia, así como en la producción de azúcar. Si se resolvieran estos problemas, Sudán podría reducir drásticamente su dependencia de las importaciones.
Al-Sammani Awadallah
Fuente: Sudan Vision
[Traducción, Elvira Vara]
[Fundación Sur]
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