La residencia Nkandla se ha convertido en un dolor de cabeza para el presidente Zuma. El Ministerio de Hacienda de Sudáfrica recomienda al presidente Jacob Zuma devolver 509.000 US$ al gobierno, por las mejoras hechas en su casa privada.
Esto viene después de que la corte más alta del país dictaminara este año que Zuma debía pagar parte de los 23 millones de $ de los fondos públicos destinados a su casa en 2009.
Las mejoras de la casa incluyen un anfiteatro, una piscina y corrales para el ganado.
Zuma ahora debe devolver el dinero, alrededor del 3% del total gastado, dentro de los 45 días.
Un organismo contra la corrupción, conocido como protector público, dictaminó en 2014 que Zuma se había «beneficiado indebidamente» de renovaciones que no tenían nada que ver con la seguridad en su casa rural en Nkandla en la provincia de KwaZulu-Natal de Sudáfrica.
En marzo, el Tribunal Constitucional dictaminó entonces que había violado la Constitución al no devolver algo del dinero.
El departamento del Tesoro afirma que contrató a dos aparejadores independientes para llevar a cabo las investigaciones por separado para llegar a la cifra final.
La oposición Alianza Democrática (DA), una de las partes que llevaron el caso, celebraron el trabajo del departamento del Tesoro, pero afirmaron que esperaban que la cifra fuera mayor.
Esto representa un claro mensaje a los implicados en actos de corrupción, especialmente los de la ANC: “usted será responsable de sus acciones, incluso si es el presidente».
Lo que ha sido un largo y prolongado combate entre el presidente Zuma y los partidos de la oposición parece estar llegando a su fin, según informa Punza Filian de la BBC en Johannesburgo.
El escándalo de Nkandla ha sido un tema debatido en el parlamento durante casi tres años y ha dañado la reputación del presidente.
En abril, el presidente Zuma se disculpó por la polémica y dijo que iba a acatar el fallo de la Corte Constitucional.
Unos días más tarde sobrevivió a un voto de destitución en el Parlamento, mostrando a sus oponentes que él es un verdadero sobreviviente político.
africa.com
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