La conferencia anual del partido político zimbabuense Zanu PF, inaugurada el 17 de octubre de 2025, se convirtió en un escenario de acusaciones explosivas y luchas de poder internas. Chris Mutsvangwa, portavoz del partido, acusó públicamente a allegados del vicepresidente Constantino Chiwenga de estar detrás del atentado con granada en el Estadio White City de 2018, que pudo costarle la vida al presidente, Emmerson Mnangagwa. El ataque del 23 de junio de 2018 dejó dos muertos y decenas de heridos, incluyendo a Chiwenga y al entonces vicepresidente Kembo Mohadi. Mnangagwa sobrevivió ileso, mientras las investigaciones iniciales no lograron esclarecer responsabilidades. Originalmente, el mandatario sugirió que la facción G40 de Grace Mugabe podía estar implicada. Sin embargo, ahora Mutsvangwa apunta a aliados de Chiwenga, intensificando la disputa interna por el control del partido.
Durante la rueda de prensa en Harare, la capital de Zimbabue, Mutsvangwa también criticó la trayectoria de Chiwenga como veterano de guerra y lo acusó de planear un “levantamiento” a través de aliados. Además, desestimó un documento de Chiwenga que denunciaba la corrupción y sucesión en el partido, tildándolo de intento fallido por convertir el presidium en un “tribunal amañado”. Chiwenga, por su parte, señaló a varios empresarios cercanos a Mnangagwa de desviar fondos estatales, mientras el gobierno reconoce pérdidas anuales de hasta 2.000 millones de dólares por corrupción. En respuesta, Mnangagwa calificó cualquier intento de golpe como “traición” y reafirmó su control sobre el partido.
Algunos analistas advierten que la confrontación pública podría debilitar al presidente, aunque la dirección de Zanu PF sostiene que la situación está bajo control. La conferencia en Mutare refleja una profunda fractura interna, con acusaciones de corrupción, conspiraciones y rivalidades que mantienen a Zimbabue en vilo sobre el futuro del partido y del país.
Fuente: My Zimbabwe News
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