Cada vez que abro un periódico o veo un noticiario de la TV lo primero que busco es la noticia del fallecimiento de Robert Mugabe, acompañado por dos acólitos más jóvenes, me refiero a Teodoro Obiang Nguema, de la Guinea Ecuatorial y a Paul Kagame , el dictador de Ruanda. ¿No habrá en la lotería de la Providencia tres buenos infartos fulminantes para ellos? Sería la forma pacífica de liberar a tres países de sus opresores.
EL REFERENDUM PARA LA NUEVA CONSTITUCIÓN
El 16 de marzo, 2 millones de zimbabuenses aprobaron en referéndum la nueva Carta Magna con el 95% de votos a favor. Este sí de los ciudadanos a la nueva Constitución supuso un gran refuerzo a los acuerdos firmados y a las políticas emprendidas para fortalecer el consenso sobre un modelo de Estado, que permita la convivencia pacífica entre las diferentes opciones políticas. Su entrada en vigor el pasado 22 de mayo es fruto del Acuerdo Político Global (GPA, siglas en inglés) apadrinado por la SADC,
CARACTERÍSTICASDE LA NUEVA CONSTITUCIÓN
En su articulado se han previsto las soluciones para las disputas del pasado: reforma agraria y distribución de las tierras y las rivalidades políticas y étnicas. También limita los poderes casi absolutos del Presidente. Siguiendo a las constituciones de los países vecinos, la permanencia en el poder de un presidente electo será de dos mandatos de 5 años. Desgraciadamente esta medida no tiene efecto retroactivo, de forma que Mugabe será candidato a las próximas elecciones del 31 de octubre, a pesar de sus 89 años, de los que 33 estuvo en el poder.
La nueva Constitución garantiza la libertad de expresión y protege a los ciudadanos de toda forma de violencia. Suprime el puesto de Primer Ministro, que fue creado en 2009 como un contrapoder. Refuerza los poderes del Parlamento e introduce el sistema de cuotas de género. De los 210 diputados, por lo menos 60 deben ser mujeres.
De todos modos, el Presidente conserva importantes prerrogativas con respecto al Poder Judicial. Es él quien nombra a los miembros del Tribunal Supremo y otros cargos de la Administración.
Tenemos que señalar un fallo: Esta Carta Magna no trata de la restitución de las tierras expropiadas a los granjeros blancos en 2000.
QUIEN VA A PAGAR LAS ELECCIONES
La realización de estos comicios está pendiente de los 132 millones de dólares necesarios para su organización. Los zimbabuenses quieren olvidar el mal recuerdo de las violencias consecuentes a las elecciones de 2008, que se saldaron con más de 200 víctimas.
Hubo una maniobra del “viejo zorro” que convocó las elecciones para el 31 de julio, un mes después de la disolución del parlamento. Esta decisión no fue del agrado del primer ministro Tsvangirai, ni tampoco de la SADC, pues este plazo era demasiado corto para organizar los comicios, que según la Constitución de pueden realizar hasta 4 meses después del cese de la actividad parlamentaria.
Otras tareas previas importantes son la reorganización de la Comisión Electoral, la reforma de las leyes sobre el acceso a la información y la despolitización de las Fuerzas de Seguridad – Policía y Ejército – , estrechamente comprometidas con la camarilla de Mugabe.
La actitud partidista de los responsables de la Policía y del Ejército ha conducido a Zimbabue a una situación en que el anciano presidente ha dado muestras de su pericia como gobernante, de su dominio de la situación y de su experiencia de hombre político curtido en muchas luchas.
Su última “ocurrencia” ha sido la ley de “indigenización” de las empresas extranjeras, que deben ceder el 51% de sus acciones a los ciudadanos negros. Su pretexto es contribuir a igualar los negros con los blancos en Zimbabue. Por el contrario, Tsvangirai sólo ve en esto una forma de ahuyentar las inversiones extranjeras. Por lo que esta ley debe ser derogada para que no se alarmen los que extraen y negocian el cobre.
Después de tantos años de gobierno, al “viejo zorro” sólo le queda retirarse de la vida política y cuidar su cáncer de próstata. Aunque aún aguanta durante varias horas las sesiones del Senado de Harare.
LA HERENCIA QUE DEJA A SU SUCESOR
Este año, Zimbabue ocupa el lugar 172 de un total de 186 países analizados para el Índice del Desarrollo Humano (IDH), además de ser uno de los tres únicos países del mundo, donde la población vive peor que en los años 70 del siglo pasado, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En 2009, la tasa de paro llegó al 95%, se lee en el The World Fact Book CIA, el porcentaje de desempleo ha descendido al 70%. ¡Todo un record!
Lo cierto es que desde Tsvangirai es primer ministro, el país ha experimentado una leve recuperación económica, gracias a la confianza que de nuevo tienen las empresas de minería, los inversores e instituciones financieras internacionales. Por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) retomó sus relaciones con Zimbabue después de 10 años de interrupción de su programa de ayuda. En este período del mandato de Tsvangirai, el crecimiento económico ha sido positivo. En 2011 alcanzó el 10,6% y aunque en 2012 bajó al 4,4%, se espera que este año se recupere hasta el 5%. Desde noviembre de 2011,se han recomenzado las exportaciones de diamantes, que ya en 2012 han alcanzado la cifra de 685 millones de dólares, cantidad que la Compañía de Desarrollo de Minas espera doblar en este ejercicio.
EL PUEBLO TIENE GANAS DE CAMBIO
En estos últimos tiempos ciertas cosas van mudando. Ya funcionan los transportes públicos y hay combustible en las gasolineras. Pero todo hay que pagarlo en dólares americanos ($ USA), quien no tiene billetes verdes lo tiene difícil, pues el dólar zimbabuense está desvaluadísimo…
Ahora la preocupación es saber lo que va a pasar durante la campaña electoral y si las elecciones serán pacíficas. Esperamos que el pueblo de Zimbabue haga lo que le dicte su experiencia, después de tanta miseria.