Zimbabue ¡Dos flores nacidas en una ciénaga!, por Antonio Molina

22/12/2009 | Bitácora africana

Siempre hemos acordado cierta preferencia a las mujeres africanas, que descuellan por algo. Las llamamos “las locomotoras del desarrollo”, no sólo material, sino también intelectual, ético, cívico y espiritual…

Queremos subrayar el premio recibido por dos señoras de Zimbabwe, que en medio de esa ciénaga de corrupción y violencia, han merecido la atención del Centro “Robert Kennedy” para la Justicia y los Derechos Humanos.

¿QUIENES SON LAS PREMIADAS?

Las señoras Jenni Willians y Magonda Mahlangu son dos activistas de los Derechos Humanos en Zimbabwe. Precisamente por eso han sido arrestadas numerosas veces por la policía de Mugabe, han recibido palizas, han conocido las abarrotadas celdas de las prisiones de su país infectadas de piojos, chinches y otros animalitos de esos, que tanto molestan en el cuerpo y que proliferan en ambientes faltos de higiene.

¡Cuántas veces esos esbirros las han querido degradar durante los cacheos nocturnos, dejándolas completamente desnudas! Pues a pesar de todos esos vejámenes, estas dos mujeres se aferran a la esperanza. Ellas piensan que su desvastado y arruinado país todavía puede salir del hoyo en que lo ha hundido el presidente Robert Mugabe, durante varias décadas de mal gobierno o desgobierno despótico.

Ellas pretenden, que por medio de la práctica de no violencia activa se puede conseguir algo, como publicar una nueva Constitución Nacional, organizar verdaderas elecciones libres y honestas, además de recuperar la economía arruinadísima por la desastrosa administración del viejo zorro.

Estas dos mujeres han viajado a Washington, para recibir ese premio, el 23 de noviembre en la Casa Blanca, de manos del presidente Barak Obama.

¿QUÉ PRETENDEN JENNI Y MAGONDA?

De una entrevista realizada en Washington antes de recibir el premio, entresacamos algunas declaraciones.

– Las dos juntas han sido arrestadas más de 50 veces por haber organizado manifestaciones no violentas contra el régimen de Mugabe. Ellas son partidarias acérrimas de la no violencia, por eso recomiendan a sus seguidores antes de las manifestaciones: “Pase lo que pase, nunca respondáis a los golpes de la policía.”

– Preguntadas si su movimiento sigue la pauta de Mahatma Gandhi, que terminó con el Raj británico en India, Mahlangu dice que no, que ellas han tomado como modelo el líder de los Derechos Civiles americano, Martin Luther King. Como King, Williamn dice “lo hacemos para pedir justicia social”. Y como King, sus seguidores y ellas mismas lo han pagado con creces.

COFUNDADORAS DEL MOVIMIENTO WOZA

Las dos fundaron el movimiento “Women of Zimbabwe Arise” – mujeres de Zimbabwe levantaos – , cuyo acrónimo WOZA forma una palabra que en ndebele significa “avanzar”. Detrás de Williams y Mahlangu, alrededor de 70.000 zimbabuenses han firmado para hacer eso precisamente. Como fundadoras, muchas veces han sido apaleadas y cosas peores, las dos líderes dicen que más de 3000 partidarios han sido arrestados por manifestarse. Su nuevo socio masculino es el movimiento MOZA.

Un investigador de Amnistía Internacional en Londres, acusó al gobierno de Mugabe de “utilizar la detención para frustrar el trabajo de los defensores de los derechos humanos.”

El centro “Robert Kennedy” para la Justicia y los Derechos Humanos no es la primera vez que premia a Woza y a las mujeres que lo forman. Entre otras instituciones está también Amnistía Internacional y el Departamento de Estado de Estaos Unidos, que galardonó a Williams como mujer internacional del Coraje, en 2007.

LA LUCHA CONTINUA

La última lucha de Williams y Mahlangu contra el aparato judicial de Robert Mugabe comenzó hace un año, después de que fueran atacadas y encarceladas por liderar una sentada pacífica pidiendo comida para sus conciudadanos hambrientos y un gobierno de reparto de poderes entre el presidente Mugabe y el primer ministro Tsvangirai, después de que el año pasado, el octogenario presidente Mugabe se declarara vencedor en unas elecciones que para muchos fueron sucias y manipuladas.

“Lo que está haciendo WOZA es poner nuestras vidas en la línea, se pretende siempre responder a la violencia con la no violencia,” explica Mahlangu. Ellas esperan muy poco del sistema judicial de Zimbabwe, aunque WOZA y algunos de sus activistas han sido apoyados por algunos jueces, que han ordenado que sean puestos en libertad. “Normalmente, el gobierno ignora las órdenes de los jueces y pone en libertad a los activistas cuando a él le parece oportuno”, añade Williams.

“El propósito del gobierno al procesar a los manifestantes en pro de los Derechos Humanos no es el bien público, lo que pretende es amedrentar con los procesos a los activistas.”

CONCLUSIÓN

Con mujeres de este temple en Zimbabwe, también nosotros creemos en la esperanza. El viejo zorro está ya en la rampa de lanzamiento, el año pasado cumplió 85 años… Esperamos, que cuando desaparezca, hombres sensatos de la oposición sepan con tesón y paciencia reconstruir el país, para que ocupe el lugar que le corresponde y merece en el conjunto de las naciones del África Austral. El clima de Zimbabwe es excelente y los recursos naturales no escasean, ni personas de buena voluntad como Jenni y Mahlangu. Los que saben esperar son los que triunfan.

Autor

  • Molina Molina, Antonio José

    Antonio José Molina Molina nació en Murcia en 1932. Desde 1955 es Misionero de África, Padre Blanco, y ya desde antes ha estado trabajando en, por y para África. Apasionado de la radio, como él relata en sus crónicas desde sus primeros pasos en el continente africano, "siempre tuve una radio pequeña en mi mochila para escuchar las noticias". Durante septiembre 2002, regresa a Madrid como colaborador del CIDAF. En octubre de 2005 aceptó los cargos de secretario general de la Fundación Sur y director de su departamento África. Antonio Molina pertenece -como él mismo dice- a la "brigada volante de los Misioneros de África", siempre con la maleta preparada... mientras el cuerpo aguante.

Más artículos de Molina Molina, Antonio José