Desde ayer tres periodistas de la emisora radiofónica privada Anfani se encuentran en custodia cautelar y bajo interrogatorio en relación con una reciente entrevista a un dirigente del sindicato de los docentes que también está detenido. Lo informó la misma radio y otras emisoras privadas nigerinas, precisando que Adboul Razak Idrissa, jefe de redacción, y los periodistas Haoua Maigari y Moussa Hassane están bajo custodia de la policía judicial pero con “motivaciones poco claras”.
La semana pasada los tres trabajadores de la información participaron en un debate televisivo suscitando el mal humor de las autoridades. Además de los periodistas, ha sido detenido también el sindicalista Ismael Salifou, en polémica abierta con un funcionario de la Educación Pública en Zinder (centro). Las autoridades acusan a Salifou de haber usado términos “ofensivos y ultrajantes” para con el jefe de estado Mahamadou Issoufou, en la entrevista concedida a la emisora Anfani. En la entrevista difundida el 22 de enero el sindicalista denunció también el traslado de un docente de Zinder hacia su región natal de Tillabéri, acusando a las autoridades de haber tomado la decisión con “criterios étnicos”.
Estos últimos arrestos llevan a nueve el número de periodistas arrestados o interrogados en las últimas semanas, además de tres sindicalistas y activistas de la sociedad civil. El mes pasado el ministro de Justicia Marou Amadou advirtió que no tolerará más “los abusos de los medios”, acusándolos de “fomentar el odio étnico” y de “reiterar llamados a la insurrección y al golpe de estado”. Uno de los casos más seguidos es el del periodista Soumana Idrissa Maiga, excarcelado pero incriminado por “complot contra la seguridad del estado” y por “asociación para delinquir” luego de la publicación de un artículo crítico del gobierno en el periódico l’Enqueteur, el único diario independiente del país.
Opositores políticos y defensores de los medos han denunciado esta oleada de arrestos y de detenciones preventivas como “otras tantas violaciones de la ley de libertad de prensa”, además de acusar a las autoridades de Niamey de querer “acallar la democracia”. Desde diciembre pasado se han comenzado a manifestar voces de disenso contra el presidente Issoufou, incluso con protestas callejeras, criticado por su gestión del poder, pro la corrupción difundida y la censura de los medios de comunicación públicos. Las próximas elecciones se deberán celebrar en el 2016.
MISNA