Wade Retro, por Nse Ramón

1/12/2011 | Bitácora africana

This is Africa…

El continente que me vio nacer, crecer, y fijo que me verá morir. Ya estoy en el continente donde se organiza un mundial de fútbol, y nos sale Sakhira a cantar un clásico makossa que suena diez mil veces mejor cantada por un Zangalewa, sus reales autores. Pero claro, África vende su producto al qu …e mejor se lo «destruye». Y prueba de ello es que en el avión he visto a muchos jóvenes africanos, senegaleses, que iban vestidos con gafas de DG, Gucci, Armany. Trajes de buen porte, zapatos de punta y recién betunados (me recordaban a mis «colaboradores»…). Se notaba que querían dejar una buena imagen a los que luego les vayan a acribillar, en Dakar, con preguntas sobre ese dorado que tan bien les va. Y no digo que no tengan derecho a ir vestidos como les da la gana (algunos de clowns…). El conflicto emocional me viene cuando en sus discursos, parecen querer convencer a los demás de que «deben admirarnos porque nosotros nos fuimos en patera, pero que ahora regresamos en avión, oliendo a colonia barata y seguros de que alguna hija de algún big boss fijará sus ojos en nosotros, y es cuando empezará nuestro… ¡Viva Abdulaye Wade! para mantenernos en lo alto de la wademanía». No se si me entienden. Hablo de chicos. Las chicas tendrán otra versión de la cual no puedo inmiscuirme, ya que me miro y me miro… Y no me encuentro tetas.

Éste es un país que suena mucho en el mundo. Tienen el turismo a full. Se cuenta, y ahora se ve, de que hay chavales de menos de 25 años, negracos, altos, fuertes e inteligentes al hablar, que se sitúan en las costas del país. ¿Y qué hacen?, no hacen, esperan pescar «algo» con faldas de Desigual. Esperan a que llegue esa señora con un bolso lleno de billetes con dibujos de la puerta de Alcalá (podría ser también un monumento histórico de Bruselas…), y se ponga a tomar el sol. ¿Y eso que tiene que ver con los guaperas?. Tú vente para Senegal y verás de que el turismo es vasto. Aquí, para tomar la patera y «NO» morirte en el estrecho, los chicos son capaces de dejar un par de «gaous». No todos quieren hacer de zapatero, de comerciante, de vendedor de artículos artesanales, de buscador de oro toda la vida… Aquí no todos quieren quedarse a ver como van regresando al país otros jóvenes que han «triunfado» en Europa. Y si eso requiere «machacar» a una con el arroz pasado, ¡se machaca!.

This is África…

El continente que en pleno siglo XXI, empieza a entender aquello de que «posiblemente Europa se hizo fuerte cuando la era de las monarquías absolutistas». Y les da por hacer una RETROspectiva para ver si instaurando monarquías absolutistas, logran emular a aquél continente pequeño de «allí arriba». ¡¿Quién sabe?, podría incluso salirnos bien!. Eso, que están enfrascados en retomar la historia nefasta de occidente, y hacer que los Jefes de Estado «votados democráticamente» pasen a convertirse en Monarcas. Y eso implica que si muere el Rey, le suceda su hijo. ¿Quién sería entonces el Rey de los senegaleses?. ABDULAYE WADE, ¿Quién si no?. Lleva muchos años al frente de esos africanos y «y no le hace ascos a que sea su hijo el siguiente longevo». ¡Vamos, sólo les falta recuperar la bromita de madame la guillotine y pasar por la hoja a varios oponentes!. A todo esto, y parece raro, las representaciones diplomáticas están al loro de esos movimientos que hacen esos aspirantes a Monarcas. «Que sean ellos mismos, los negros, los que impidan eso», dicen. Pero claro, los negros no están para impedir nada. Ellos quieren ir a ver si Europa es lo que cuentan los «regresados» (muchos expulsados como animales…). Se meten en todo tipo de negocios, a todo riesgo, y luego suben al norte del continente para que la mafia de turno (con conexiones en las costas españolas o italianas…) les haga «aventurarse en un viaje que en muchas ocasiones, acaba con el soñador dándole buena cuenta de su vida a Alá… O a Jehová». «Aquí que Wade haga lo que le da la gana, que para eso le hemos votado legalmente bajo la supervisión de los observadores internacionales. Si instaura una monarquía, que le vaya bien. Así cuando regresemos nosotros de Europa oliendo a colonia barata, con gafas de imitación y trajes brillantes, en lugar de buscar a las hijas de los gobernadores, buscaremos a las hijas de los Condes, los Marqueses, los Virreyes», dicen, y añaden: «¡Si lo hizo Alfonso Diez, ¿Por qué yo no?!». Les recuerdo que aquí se ve mucha tele basura. Y hay una Duquesa occidental que les hace reír con sus ocurrencias, pero no les importaría «sacudirla un poco». «Ese blanco no podrá revivirla», sentencian.

Senegal tiene una historia rica. Es de los pocos países africanos que disfruta de un status a nivel internacional. Es como Kenia, Sudáfrica, Ethiopia, Egipto y poco mas (donde animales guapos, iglesias subterraneas y momias tienen más valor que los seres humanos vivos que las rodean desde siempre….) No es como el Congo Belga, ni como la Nigeria de los más de 200 millones de habitantes. Senegal tiene a su elenco de artistas, a sus intelectuales, a sus pensadores, a sus hombres de estado. Tiene su cultura, rica en todos los aspectos. Y tiene… Sus playas repletas de turistas que cohabitan sin problemas con las chicas de casi 2 metros y con unos pechos que recuerdan a la negra bola de billar, pero del tamaño de un sandía. Sus mezquitas y si me apuras, tienen hasta un par de festivales que demuestran de que Wade «no lo termina de hacer tan mal como otros». Eso es así porque en el país viven senegaleses que saben decir «NO» cuando una orden llega de palacio a intentar doblegar a todos. Senegal tiene a su «Mandela». Un poeta de esos que siguen dando mucho de que hablar. Tiene su recién estrenada estatua que casi crea un conflicto, pero que la cosa acabó en «Es arte, y se respeta ¡Coño!». Senegal tiene vida… Para bien, o para mal.

Ustedes ya saben a qué se ha ido Nsé Ramón (LOCOStv…) a ese país que está a un par de kilómetros del país que lo vio nacer. Así que no les daremos la barra con ese tema. Eso si, les queremos hacer llegar un Senegal que no es el que acuna las ideas de su «Gran Poeta». Hemos venido hasta aquí para que ustedes vean a través de nosotros, la Senegal que busca vivir entre una monarquía y una escapada suicida al norte-norte. Y he aquí la mejor manera de hablar de un país… Cavando en sus entrañas.

Un poco mas al sur de Senegal, hay un aspirante a Monarca, y su tontín aspirante a una especie de Felipe de Borbón que están minando sus carencias con la compra de material bélico. Según ellos, «los envidiosos quieren ir a por nuestro patrimonio personal». Accedieron a la cabeza del Estado disparando cuatro tiros. Ahora dejan claro que si alguien les copiase pacíficamente exigiéndoles abandonarlo antes de que lo conviertan en monarquía absolutista, no serían cuatro tiros los que fueran a sonar. !Wade Retro!

¿A qué viene esto ahora de volver a los tiempos ancestrales si se supone que ya nos falta poco para tener el coraje de mandarles al averno?

continuará…

Nsé, con ganas de complicarse la vida… jejejejejejejejejejejej

Autor

  • Nse, Ramón

    Nse Ramón o Ramón Esono Ebalé (alias Jamón y Queso) es un artista guineoecuatoriano nacido en Nkoa-Nen Yebekuan (Mikomeseng-Kie Ntem) en 1977 y residente en Malabo desde 1982. Dibujante e ilustrador autodidacta, compagina su pasión por el dibujo y el cómic con su trabajo de grafista. Actualmente es el grafista titular del Centro Cultural de España en Malabo y como dibujante de cómics ha ganado varios premios y certámenes internacionales como el concurso "Regarde 9", en el Festival Internacional de BD de Angulema (Francia), el premio obtenido en Cocobulles, Costa de Marfil con el trabajo "Le réveil d'Akoyo". Ha expuesto en los Centros Culturales Francés y Español en Malabo y Bata, en el Feshcary (Camerún) y en diversas galerías de Europa, América y Estados Unidos. El artista ha iniciado diferentes proyectos para organismos internacionales que operan en Guinea Ecuatorial realizando carteles e ilustraciones para la campaña de la Unión Africana en fomento de la Juventud y sus Derechos de la Organización de la Unión Africana.

    Participó en ARCO2010 con dos series ácidas y corrosivas sobre las dictaduras y la corrupción

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