Volar en África

28/04/2014 | Crónicas y reportajes

Hasta hace poco, no era raro que los pasajeros que volaban entre dos ciudades africanas tuvieran que pasar por Europa. Era más barato y más rápido, por ejemplo, los pasajeros que viajan a Etiopía desde Costa de Marfil volaban primero a París con Air France y luego cogían un vuelo de conexión a Addis Abeba. Sin vuelos directos que unan sus capitales, la mayoría de los países africanos tienen que depender de vuelos desde sus antiguas ciudades coloniales para poder conectarse entre sí. Esto todavía sucede hoy en día, pero en menor escala; volar en África está mejorando, aunque lentamente.

Un deficiente historial en materia de seguridad, bajos estándares de calidad, aviones viejos y en mal estado son las causas que siguen acosando a la industria de la aviación en África. Los aeropuertos también sufren de falta de mantenimiento y ofrecen un servicio de mala calidad y, además, caro, dice la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA). Mientras que los ingresos provenientes de los aeropuertos y del tráfico aéreo son probablemente los adecuados para financiar las inversiones esenciales, la política y su deficiente gestión están interfiriendo en cómo se utiliza el dinero.

Un importante estudio llevado a cabo por un consorcio de organizaciones dirigidas por el Banco Mundial llegó a la conclusión de que, en general, la capacidad de la infraestructura de transporte aéreo en África «no es un problema serio. » El estudio de 2009, sobre la infraestructura en África: “la hora de la transformación”, afirmaba que el número de aeropuertos era suficiente y que había suficientes pistas para manejar el conjunto del tráfico. Pero señalaba que mientras que las compañías africanas están actualizando sus flotas, los avances que se están produciendo en los controles de tráfico aéreo siguen siendo lentos.

La falta de infraestructuras, se suma a los enormes gastos de funcionamiento. Los aeropuertos tienen que soportar las altas tasas de los proveedores además de otros impuestos del gobierno, según la IATA. Por ejemplo, Senegal aumentó sus tasas de aterrizaje en un 13 % en 2012 esto significa un coste por pasajero de 68 dólares, el más alto de África, otros países están alrededor de 50 dólares por pasajero. Los críticos dicen que algunos países africanos son poco transparentes en la forma en que utilizan el dinero de estos cargos.

Poco se puede hacer con los costes operacionales de un aeropuerto: los impuestos sobre los combustibles, los aterrizajes y los despegues son muy altos. Por ejemplo, los precios del combustible en África son, de media, un 21% más alto que el promedio mundial. Peor aún, África tiene el coste de los billetes más alto del mundo por kilómetro volado, debido en parte a los altos impuestos y en parte a la falta de competencia y de los volúmenes relativamente bajos de tráfico aéreo en muchas de sus rutas.

Debido a su baja seguridad, las líneas aéreas africanas se enfrentan, a menudo, a mayores costes de alquiler que otros transportistas. Según The Economist, una compañía aérea europea, por ejemplo, podría pagar 180,000 dólares al mes para alquilar un Boeing 737 de 5 años, pero una compañía nigeriana podría pagar hasta 400,000 dólares.

La industria de la aviación del continente africano padece aún más por la falta de personal cualificado, agravado por la constante fuga de cerebros que ha visto como pilotos y técnicos se unían a otras aerolíneas con mejores resultados. Boeing, el fabricante de aviones de EE.UU., estima que África necesitaría 14.500 nuevos pilotos y 16.200 técnicos desde la actualidad hasta el 2031.

«Las aerolíneas africanas se han visto obligadas a elevar las remuneraciones salariales para poder retener a los pilotos, los ingenieros, el personal de cabina, y hasta a los gerentes de las aerolíneas «, dice Mike Higgins, Vicepresidente Regional para África de la IATA. Las aerolíneas de Etiopía, por ejemplo, están afrontando estos problemas de forma positiva: “en lugar de quejarnos, ¿por qué no formamos suficientes profesionales no sólo para nuestra aerolínea, sino también para toda la región”? Tewolde Gebremariam, director ejecutivo de la aerolínea dijo que su compañía ha ampliado la admisión, en la Academia de Aviación de Etiopía en Addis Abeba, de 200 a 1.000 estudiantes por año.

A pesar de la larga lista de problemas que afronta la industria de la aviación en África, se podría decir que está comenzando a repuntar, impulsada, principalmente, por el crecimiento económico del continente. «En ninguna parte del mundo el potencial para la aviación es mayor que en el continente africano» Dijo Tony Tyler, director de IATA, a los participantes de la reunión anual del grupo el año pasado en Ciudad del Cabo, (Sudáfrica). La industria supone 6,7 millones de empleos en África y genera 67,8 mil millones de dólares en actividad económica, según el informe publicado por el Banco Mundial.

En 2030, más de la mitad de la población africana vivirá en las ciudades y según el Banco Africano de Desarrollo, alrededor de 700 millones de personas se convertirán en clase media y esta clase media floreciente producirá más clientes, que pensarán que resulta más cómodo y asequible volar que usar un transporte alternativo. Se producirá una mayor competencia entre las líneas aéreas de bajo coste y el aumento del tráfico se traducirá también en tarifas aéreas más económicas.

Las compañías aéreas ya establecidas están obteniendo más beneficios y volando a más destinos. Kenya Airlines, Royal Air Maroc, South African Airlines, Ethiopian Airlines y EgyptAir son algunas de ellas. Ethiopian Airlines, la aerolínea de mayor crecimiento de África, está aumentando constantemente sus beneficios. En agosto de 2012, la línea aérea de propiedad estatal, pero de gestión privada, se convirtió en la segunda aerolínea, fuera de Japón, en operar el Boeing 787 Dreamliner. Además, compró diez nuevos aviones 787 con una garantía de préstamo de mil millones de dólares del Banco de Exportación e Importación, una agencia de crédito para la exportación en EE.UU.

África del Sur cuenta con la red de infraestructuras de transporte aéreo más desarrolladas de la región y su línea aérea nacional, South African Airways, es la más grande de África, con conexiones a más de 50 ciudades de todo el continente.

Para desarrollar todo su potencial, los gobiernos africanos han adoptado una política de aviación civil común. Su objetivo es establecer un sistema de transporte bien integrado que vincule los viajes aéreos a otros medios de transporte para que los pasajeros y la carga puedan moverse sin problemas y evitar los viajes fuera del continente cuando se tiene que viajar sólo dentro de la misma región.

Masimba Tafirenyika

African Herald Express

Traducción, Mercedes Sánchez

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