Vivir con cáncer en Uganda

3/05/2016 | Crónicas y reportajes

Hace ahora casi un mes, que la máquina de radiación cobalto-60 se estropeó, aparentemente sin posibilidad de reparación. Lo más pronto que se espera una nueva es para dentro un año. Esto tiene evidentemente graves repercusiones para el 75% de los 44.000 pacientes con cáncer, ingresados el año pasado, que requieren radioterapia.

Carol Atuhirwe (30) fue diagnosticada con cáncer de garganta en 2011, y desde entonces ya no ha sido capaz de hablar. A pesar de ello, cuando “This is Africa” fue a entrevistarla en la casa alquilada en Makindye, un suburbio de Kampala, donde vive, Carol logró sonreír. Para comunicarse, usa signos o escribe lo que quiere decir.

A causa de las heridas y quemaduras en la garganta y en el esófago, Carol tiene que comer y beber a través de tubos. Explica que ha sido objeto de diversas operaciones en el Hospital Mulago, el hospital de referencia nacional y sede del Instituto de Cáncer de Uganda (UCI). Su médico, el Dr. Jeff Otiti, un especialista en otorrinolaringología del Centro Médico de Kampala, cura sus heridas dos veces a la semana.

Carol necesita otra operación en los EE.UU., pero esto tiene un precio de 80.000 US $, lo que es demasiado caro para la hija de unos campesinos. Como respuesta, la unidad de recaudación de fondos “Save Carol” se puso en marcha, dando a la gente la oportunidad de contribuir para que pudiera volar a los EE.UU. y tener acceso al tratamiento. Irene Aturinda, su cuidadora y hermana menor, dice que Carol necesita ir a los EE.UU. para que las quemaduras por radiación, a consecuencia de la radioterapia, y las heridas resultantes puedan ser tratadas.

Carol es una de las muchas personas que necesitan la máquina de radioterapia que fue donada a Uganda hace 20 años. Y ahora se ha estropeado. Esto significa que hasta que el gobierno adquiera una nueva máquina, los pacientes con cáncer que requieren radioterapia, o bien se van a morir a casa o se van al extranjero.

Sin embargo, los ugandeses, y esto incluye al presidente, Yoweri Kaguta Museveni, tienen una cultura muy arraigada de recaudación de fondos para los pacientes con cáncer que requieren tratamiento en el extranjero. El presidente aportó alrededor de 30.000 US $ para cubrir los gastos médicos de la trabajadora de Tv. Rosemary Nankabirwa en el Hospital Aga Khan en Nairobi. Por desgracia, Nankabirwa murió antes de que se recaudara todo el dinero necesario para su tratamiento. El dinero que se había reunido hasta el momento fue donado al hospital UCI para la construcción de una sala de espera para los pacientes con cáncer.

Aunque la contribución de Museveni fue alentadora, no se puede dejar de denunciar el fracaso de su gesto. Museveni no es un ciudadano particular sin poder para mejorar el deficiente sector sanitario del país. Después de todo, lleva en el poder más de 30 años. Está promoviendo una cultura de “mendigar” en un país donde a los contribuyentes, además de pagar sus impuestos, también se les pide que echen mano de sus ahorros y ayuden a solucionar las emergencias médicas.

El gobierno afirma que destina un presupuesto de alrededor de 68.000.000 de US $, cada año, para los ciudadanos ugandeses con dolencias que no pueden ser tratadas en instituciones médicas de Uganda. A pesar de que existe este fondo, la mayoría de los ugandeses han tenido que idear sus propios medios de conseguir fondos. El gobierno también reserva alrededor de 2.000.000 de US $ anuales para el tratamiento en el extranjero de sus funcionarios.

¿Adquirir una nueva máquina o reparar la antigua?

Una máquina de radiación de cobalto-60 tiene una vida útil de unos 10 años, sin embargo, el director del UCI, el Dr. Jackson Orem, cree que la máquina del hospital, a pesar de tener 20 años podría ser reparada. «Estamos haciendo todo lo posible para intentar repararla y que nos pueda prestar aún algún servicio, mientras se acelera el proceso de conseguir una nueva». El Dr. también explica que existen unos costes adicionales como son la construcción de búnkeres, las habitaciones que albergan de forma segura los equipos de radioterapia y son muy caros de construir. Uganda estaba considerando la futura construcción de siete bunkers en un solo complejo, con un coste de 9.500.000 US $.

En declaraciones a “This is Africa”, la responsable de las relaciones exteriores del UCI, Christine Namulindwa, asegura que la construcción de un búnker podría comenzar en mayo y que estaría lista en seis meses. «Todo el proceso ha llevado mucho tiempo ya que estamos introduciendo energía atómica en el país y tenemos que cumplir todas las regulaciones». «Encontrar una empresa para construir el búnker tampoco fue tarea fácil” añadió.

La radioterapia utiliza la radiación para detectar y destruir células cancerosas en una parte específica del cuerpo. Según Namulindwa, alrededor del 80% de los pacientes con cáncer en el UCI mueren porque vienen demasiado tarde, cuando la enfermedad ya ha avanzado a la etapa cuatro. Además la radioterapia que se administra en el UCI es de tipo paliativo, sólo para detener los síntomas, y no para matar las células cancerosas.

Entonces, ¿dónde deja esto a Carol? Por ahora, la lucha para recaudar los 80.000 US $ continúa y Carol vive en la esperanza de que con el tiempo podrá viajar a los EE.UU. y tener acceso a lo que le puede salvar la vida.

Fuente: thisisafrica.me

[Fundación Sur]

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