La Universidad de Ciudad del Cabo (UCT), en la provincia sudafricana de Western Cape, fue escenario anoche de violentas protestas estudiantiles, según destacan medios locales.
Imágenes de vidrios rotos, vehículos incendiados y otros daños fueron captados por la cadena pública SABC y el servicio de noticias Eyewitness.
De acuerdo con las informaciones , los participantes en la manifestación alegan la escasez de alojamientos para los alumnos.
Las tensiones se elevaron cuando fue llamada la policía antidisturbios para controlar la situación y utilizaron granadas de aturdimiento.
Autoridades del centro dijeron que se restauró la seguridad y las clases siguen sin interrupción.
El rector de la UCT, doctor Max Price, informó que ocho estudiantes presuntamente vinculados a los hechos fueron suspendidos.
Price advirtió que este comportamiento es «inaceptable y no puede de ninguna manera ser tolerado».
También en la Universidad Tecnológica de Durban (DUT), en KwaZulu Natal, estallaron protestas generalizadas el lunes, por lo que se cancelaron las actividades docentes por dos días.
El alumnado de la DUT inició sus acciones después del suicidio de un estudiante el viernes al negársele, supuestamente, su entrada en el Esquema Nacional de Ayuda Financiera.
Entretanto, en la Universidad de North West, en la provincia del mismo nombre, las aulas cerraron debido a disturbios y enfrentamientos entre universitarios y la policía.
En los incidentes -ocurridos en el campus Mahikeng- estaban involucrados integrantes del comando estudiantil del opositor partido Combatientes por la Libertad Económica (EFF, por sus siglas en inglés).
Los centros de educación superior en Sudáfrica captaron la atención nacional en el 2015, tras la ola de protestas estudiantiles contra el alza del costo de las matrículas (campaña #FeesMustFall ).
Aunque el gobierno decidió un incremento «cero» de esos tributos, los acontecimientos sacaron a la luz problemas existentes en la enseñanza.
Prensa Latina
(Fundación Sur)