Violar sale barato en la R D Congo, por José Carlos Rodríguez Soto

24/06/2013 | Bitácora africana

Violar a una mujer en el Congo puede salir muy barato, De poco sirve que la ley diga que un violador convicto se puede enfrentar a una condena de 20 años de cárcel si en enormes zonas del país nadie aplica la ley. Que se lo pregunten si no a Ernestine, de 16 años, que .el pasado mes de mayo fue violada por dos hombres de Djabira, un pueblo situado a 11 kilómetros de Faradje donde he pasado este día. Cuando fue a denunciar el caso, la policía habló con sus padres y les dijo que puesto que los muchachos eran del mismo clan de la víctima lo mejor era que “ se arreglaran de forma amigable”.

Después de varias reuniones, los ancianos decidieron que cada uno de los dos chicos pagara una multa de 50.000 francos (unos 55 dólares) y quince botellas de cerveza. Aquel extraño juicio acabó con una fiesta en la que corrieron las botellas de Primus y la gente bailó. Ernestine se sintió tan humillada que salió corriendo y desapareció del pueblo. Hasta hoy nadie sabe nada de su paradero.

El mes anterior, otra mujer del pueblo fue detenida por los soldados congoleños porque “había llegado tarde de sus campos” y eso se considera una infracción grave en esta zona donde los guerrilleros del LRA campan por sus fueros. Con esa excusa la llevaron a su destacamento, donde abusaron de ella toda la noche. Cuando la mujer denunció el caso, nadie hizo nada por detener a los soldados. Alrededor de las mismas fechas otra joven de 16 años fue violada por uno de sus vecinos, el cual fue detenido… y liberado a las tres semanas.

Todos estos casos nos los relató con todo lujo de detalles Aleko Buleza, un hombre de mediana edad que es presidente del Comité Local de Paz, una estructura de la diócesis anglicana de Aru. En su pequeña oficina no tienen ordenadores ni electricidad y recopilan su información en hojas escritas a bolígrafo. Les aconsejé que estos casos los envíen regularmente a la oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Dungu, a unos 150 kilómetros de su pueblo. No sé si servirá de algo, pero por lo menos tienen derecho a que se les escuche y alguien haga algo por ayudarles.

El ambiente de falta de respeto de la ley y la indisciplina rampante del ejército congoleño es una de las causas que explican que el problema de las incursiones del LRA en esta zona siga sin resolverse. Djabira tiene una población original de 3000 habitantes, a la que hay que añadir otros 5000 desplazados que en 2009 huyeron de sus hogares para escapar de las matanzas del LRA. Dralama Tasili es uno de los campesinos que malviven hoy en uno de los asentamientos a las afueras del pueblo. Todos los días camina cinco kilómetros hasta su aldea original para cultivar sus campos, pero desde que hace dos semanas se hirió en el pie no puede ir. Si mujer, en estado de embarazo muy avanzado, tampoco puede hacerlo. Tienen cinco hijos y me dice que sólo puede pagar al escuela a dos de ellos. Un trimestre cuesta 7000 francos congoleños (unos 8 dólares), toda una fortuna para una familia que sólo come una vez al día.

En medio de esta situación de miseria me impresiona ver a personas convencidas y valerosas como los miembros del comité de paz, que luchan para que se respete los derechos de sus vecinos. Saben que arriesgan mucho y tienen muy pocos medios. Uno de los problemas de trabajar para apoyar a organizaciones de la sociedad civil en África es que fácilmente las ONG internacionales se dedican más a grupos situados en las localidades donde las comunicaciones son más fáciles, y se dejan de lado a estos grupos que necesitan más apoyo.

Aún me quedan dos días en el Congo. Seguiremos contando lo que vemos.

Original en : En Clave de África

Autor

  • (Madrid, 1960). Ex-Sacerdote Misionero Comboniano. Es licenciado en Teología (Kampala, Uganda) y en Periodismo (Universidad Complutense).

    Ha trabajado en Uganda de 1984 a 1987 y desde 1991, todos estos 17 años, los ha pasado en Acholiland (norte de Uganda), siempre en tiempo de guerra. Ha participado activamente en conversaciones de mediación con las guerrillas del norte de Uganda y en comisiones de Justicia y Paz. Actualmente trabaja para caritas

    Entre sus cargos periodísticos columnista de la publicación semanal Ugandan Observer , director de la revista Leadership, trabajó en la ONGD Red Deporte y Cooperación

    Actualmente escribe en el blog "En clave de África" y trabaja para Nciones Unidas en la República Centroafricana

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