Vicente Plédel y Marián Ocaña iniciaron en 1992 las grandes rutas en su propio vehículo siempre fieles a la marca Mitsubishi que les ha llevado a cruzar todos los continentes. Se fueron de Ceuta a Katmandú, en otra ocasión hasta Ghana, probaron el desierto de Libia en tres ocasiones…y entre 1999 y 2003 dieron de seguido la vuelta al mundo. A su última gran expedición la han denominado “Ruta de los confines de África”. Fueron 6 meses a través de los 10 países más australes del continente. Uno de ellos es Angola, le han tomado el pulso a la posguerra después de 30 años de conflicto civil.
Vicente Plédel y Marián Ocaña realizaron la “Ruta de Alejandro Magno”, de Ceuta a Katmandú, entre 1992 y 1993. Ese mismo año fueron de Ceuta a Cabo Norte. En 1994 idearon los “Reinos perdidos de África” y se fueron a Ghana y regreso. En 1996 el proyecto fue “Ruta del desierto olvidado” por Libia. Entre 1998 y 1999 le llegó el turno a la “Ruta Reina de Saba” por Yemen, Jibuti hasta Zanzíbar. Escribieron el libro “Tras las huellas de la Reina de Saba”. Entre 1999 y 2003 dieron la vuelta al mundo a través de la “Ruta de los imperios”.
En los últimos tiempos peinan los flecos que les quedaron en la vuelta al orbe. Se fueron a la Antártida, Afganistán, isla de Pascua, Galápagos, Islandia, Nueva Zelanda, Campo de Hielo Sur en Chile… y el África austral.
Comenzaron en Ciudad del Cabo y siguieron por Namibia, Angola, Zimbabue, Botswana, Lesoto, Suazilandia, Malawi, Mozambique y vuelta a Sudáfrica y Namibia. La gran sorpresa fue Lesoto en donde encontraron ”el África pura y dura”.
En Angola circularon durante 3 semanas. Un país en construcción después de 3 décadas de guerra civil. Es el segundo productor de petróleo del continente africano después de Nigeria.
Aunque la mayor parte de la población vive en la pobreza, Marián y Vicente vieron a la gente muy relajada y sonriente al contrario de otros países que han pasado por una gran disputa civil.
Vicente y Marián nos cuentan: “El avance iba a ser lento, en seguida comprendimos que las carreteras se dividen en dos categorías: las recién asfaltadas y las infierno, que son casi todas tras decenios de abandono”.
El vehículo superaba pistas extremas que a veces se asemejaban a trincheras pero el agotador avance se veía compensado por el paisaje: una sabana arbolada de acacias, mopanes y los gigantescos baobabs.
En el paso de Leba, el altímetro señala 1.700 metros. Se quedan extasiados ante unas vistas a las montañas y saltos de agua. La ruta por la costa es espectacular, con bosques de baobabs en la las montañas para ir dejando paso al desierto y a un valle rebosante de oasis. De esta manera llegaron hasta Namibe. Más tarde Benguela supone el premio a tantas fatigas: interminables playas con palmeras y bahías repletas de barcas de los pueblos pesqueros.
A veces acampaban en plena naturaleza, otras en una misión católica, en un colegio, hasta en puestos de policía.
Los precios son desorbitados excepto el combustible pero a veces era difícil encontrar una gasolinera.
Vicente Plédel y Marián Ocaña han intervenido en el programa de Radio Euskadi “Levando Anclas” el 12 de octubre de 2015.
Puedes escuchar el audio del programa: http://www.eitb.tv/es/radio/radio-euskadi/levando-anclas/3446172/3541124/juanjo-alonso-vuelta-al-mundo-en-bicicleta-1990-a-1992
Original en : El Blog de roge