Viaje a Argel, Por Amparo Cuesta

25/04/2008 | Bitácora africana

Dicen que quien espera desespera pero este no ha sido mi caso porque espere y llegué a Argelia. El aeropuerto de Argel es moderno y las maletas llegaron en el mismo vuelo lo que nunca es seguro. Asi que las cosas no parecían malas para empezar lo que me ayudaba mucho siendo mi primera experiencia en un país musulmán y completamente desconocido para mi.
El lugar en donde voy a trabajar es una de las tres Biblioteca que la Iglesia tiene a disposición de los estudiantes de Argel que son unos ocho mil. Como Argel es un país con un gobierno laico las Bibliotecas están bajo el paraguas de Actividades que la Iglesia católica como Asociación ofrece a los argelinos.
Esta mañana he visitado las tres acompañada de Jesús, mi nuevo director y me he quedado asombrada de la cantidad de estudiantes que las atendían. Dos de ellas tienen un patio al aire libre con mesas bajo las palmeras en donde los estudiantes hacen sus trabajos y estudios. Estar al aire libre es una buenísima idea.
La biblioteca en la que yo voy a trabajar dando algún curso de ingles y español a los estudiantes es la que suple los libros de las carreras de Filosofía, Literatura, Ciencias Humanas, Psicología y Traducción. Otra Biblioteca esta destinada a la Ingenieria en muchas de sus ramas y la tercera a Medicina.
En la mayoría de los casos ni los propios cristianos sabemos la cantidad de servicios que un grupo de misioneros y laicos ofrecen desde años a personas que luego van a tener un notable impacto en la vida de una Nación. Aunque solo estoy aquí dos días ya me he dado cuenta de la importancia que tienen estas Bibliotecas para la juventud universitaria de Argel que no tiene muchos medios para comprarse libros y poder estudiar en sus casas.

Argel esta situada sobre colinas y me ha recordado solo en eso a Roma. Donde vivo es un barrio céntrico de la ciudad pero en una parte alta de ella por lo que para acceder a sus calles principales no hay mas remedio que subir y bajar escaleras. Una de ellas tiene doscientos peldaños que no es ninguna broma cuando lleguen los meses de Julio y Agosto. El otro acceso significa calles estrechitas que como serpientes van subiendo haciendo un largo recorrido para dar acceso a los coches por lo que constantemente tienes que ir parándote y arrimándote a alguna pared u otro coche aparcado para que el coche pueda pasar.
El trafico es terrible en Argel y la gente cruza por medio de los túneles por donde circulan coches y autobuses y las calles su cruzan por cualquier sitio y entre medio de toda la circulación. El truco es hacerlo por donde hay un policía, cada cincuenta metros, plantado al lado de la cera sin hacer nada excepto mirar pero que inspira respeto y por eso los coches se paran y te dejan pasar.
Los edificios son todos blancos con los balcones, persianas y ventanas pintados en azul lo que hace de Argel una ciudad luminosa. Las masas de gente que circulan por las calles no las he visto en ninguna parte del mundo y eso es porque seguramente los hombres nunca se quedan en sus casas que es el lugar de las mujeres y circulan de un sitio a otro además de desplazarse a sus trabajos. Los autobuses son buenos pero sin horarios. Lo mismo los esperas media que una hora entre uno y otro y después como tienen que cobrar a todas las personas que han subido en cada parada transportarse de un barrio al centro puede durar fácilmente un par de horas.

Los olores son distintos y muy fuertes. Se notan al llegar pero imagino que con el tiempo formaran parte de mi.
Y aquí estoy escribiendo mis primeras impresiones que continuaran pronto en cuanto pueda hablaros del centro de Acogida de Emigrantes en el que seguramente iré un par de días a echar una mano.

Autores

  • Cuesta, Amparo

    Amparo Cuesta, (Hermanas Misioneras de Ntra. Sra. de África). Valenciana de nacimiento ha trabajado al servicio de la sociedad de Malawi más de treinta años. Durante su labor en África ha ejercido como enfermera, especializada en medicina tropical, encargándose de la dirección de hospitales de misión. De 1997 a 2003 participó activamente en la coordinación del Programa de Atención al Enfermo de Sida, un proyecto de vanguardia en el campo de la salud pública, dirigiendo la labor de más de quinientos voluntarios. Del 2008 al 2009 trabajo en Argel desarrollando una actividad cultural al servicio de los estudiantes argelinos. En el 2012 formo parte del staff de los Misioneros de África en su casa de Jerusalen ( Santa Ana) los cuales ofrecen sesiones de renovación espiritual y bíblica a sacerdotes y misioneros, as, con mas de 15 años de misión o sacerdocio. Desde su regreso de Malawi es parte del staff de la Fundación Sur y forma parte del grupo AEFJN- Antena Madrid (África, Europa, Fe, Justicia Net) que lucha por los derechos de los países africanos.

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