El pasado 7,8 y 9 de mayo se celebró el VI Congreso de Estudios Africanos en el Mundo Ibérico: África, puentes, conexiones e intercambios, en las Palmas de Gran Canaria. Se presentaron unas 180 ponencias sobre identidades e historia, economía y política, sociedad y cultura. Una buena señal fue la presencia masiva de jóvenes investigadores, que indica que los estudios africanos están tomando importancia en el mundo universitario.
Tradicionalmente, España ha estado orientada hacia las Américas en lo que concierne al mundo empresarial, cultural, académico e incluso turístico, por razones históricas y facilitado por compartir una lengua común.
En cambio, el mundo africano, con excepción del Magreb, ha tenido una importancia marginal a todos los niveles. En los últimos años, el interés de la sociedad española por África ha ido en ascenso, aunque no muy sanamente, ya que se va buscando especialmente lo exótico y lo esperpéntico. El interés por lo exótico se revela en un mayor turismo por el continente africano, tanto turismo organizado como los viajes más de tipo aventurero. Lo esperpéntico se realza en una presentación de África basada en guerras, epidemias, hambrunas y las tragedias de los cayucos.
Otro sector de la sociedad española está interesado en África, debido al miedo que genera lo desconocido y que está alimentada por la prensa española, que presenta a la inmigración subsahariana en tonos alarmistas, aunque solo representa el 4% de la inmigración actual. Si sólo fuera la prensa la que alarma a la sociedad … pero al haber partidos políticos que usan la alarma social con intereses electorales, hay un gran sector de la sociedad que ha recibido y asimilado una percepción errónea de la realidad africana.
Por eso, es refrescante ver como el mundo académico está despertando e intenta ver la realidad africana en toda su complejidad: literatura, historia, arte, política, economía, pedagogía, desarrollo, etc. La riqueza de las ponencias del VI Congreso es un rayo de esperanza, para que la sociedad española pueda salir de su propia oscuridad en relación a África. Sólo tenemos que encontrar los caminos, para que los estudios e investigaciones realizados se difundan en la sociedad en general, en los medios de comunicación social, y en definitiva, tengan una incidencia política a la hora de establecer leyes y preparar estrategias de actuación a nivel local.
