Veneno, por Félix Pérez Ruiz de Valbuena

5/05/2011 | Bitácora africana

“Dame veneno que quiero morir, dame veneno…
que prefiero la muerte que vivir contigo, dame veneno…
¡Ay, para morir!”

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Si te sirven una calabaza en un maquis o cabaret hincando la uña en el yogurt, no te lo bebas, porque pueden haberse metido debajo de la uña el veneno y te van a dar retortijones y cosas peores

Esto de Burkina Faso no deja de asombrarme cada día.

Porque después de más de 2 años viviendo aquí e intentando enterarme de todo, conocer las costumbres locales, cultura, etc, mezclándome todo lo que puedo con la gente burkinesa (no sólo con las mujeres, ¡eh!) sigo sin conocer casi nada.
Ya he contado infinidad de veces que aquí todo el mundo cree en Dios, pero además todo el mundo cree en la magia. NO SE LIBRA NI DIOS, me refiero a que todos creen en la magia. Y yo les pregunto, ¿cómo puedes creer en la magia si crees en Dios?. La respuesta es fácil, idiota de mí, mira que somos simples los blancos, LA MAGIA ES COSA DEL DIABLO.
Ya está, arreglado el sincretismo religioso.

Yo les pregunto, musulmanes, católicos, protestantes, y todos coinciden, es cosa del Diablo.

Lo que no me acaban de aclarar es en qué día de la semana se puso Dios a crear al Diablo y a santo de qué.

¿O ya estaba cuando a ÉL le dio por jugar a LEGO y montar mundos? ¿Son de la misma quinta? ¿Empezaron juntos en esto? ¿Qué fue antes el huevo o la gallina, Dios o Diablo? ¿O son dos caras de la misma moneda, jing-jang?

Pues esto no es todo, amigos, que diría un negativo Porky Pig.

Burkina Faso competiría tranquilamente con las intrigas de las cortes renacentistas italianas.

Quizás no tanto en el lujo y la ostentación, no en eso me temo que no, pero sí en el dispendio de venenos.

¡Ah, los Medicis, los Borgias…! ¡Unos principiantes, aprendices de brujo…!

Porque una cosa es la brujería, los sacrificios y los wacks, no mezclemos conceptos mágicos, y otra cosa es ir sobre seguro: un buen veneno, si se trata de dar matarile a alguien.

¿Matarile, por qué?

Pues por un quítame allá esas pajas, que aquí las llaman ‘paillotes’. Me refiero, bien entendido, a las pajas de coger en el campo, no a las otras de hacer, campo o ciudad.

Me acabo de enterar de la tradición esta de envenenar. Como tantas otras tradiciones que me recriminaban que tenía que respetar cuando vine a Burkina y por las que fui generosamente censurado y expulsado de vivir en el reino de los cielos, esta es otra de esas tradiciones africanas con las que no estoy de acuerdo.

Hace unos días despedí a otro ‘hombre de confianza’, por digamos, abuso de la misma.

No voy a entrar en detalles, salvo en su estupidez por pensar que soy tonto del culo y que no me iba a dar cuenta de cómo me robaba (lo de no entrar en detalles es hablar de las cantidades, menciono sólo el concepto).

Entonces Djazz, trabaja conmigo, me vio a advertir que tuviera cuidado con los envenenamientos.

Se me abrieron los ojos como platos y se me pusieron los pelos como escarpias (me encanta esta figura poética tan popular y obrera, viene el 1º de mayo y se me nota) y me explicó que es algo corriente.
Que si me pillan a tiempo y me hacen un buen lavado de estómago me puedo salvar y que a él, en 2009, le envenenaron y que se salvó porque fue a un hospital a Ouagadougou a que se lo hicieran.

Se lo conté a Asséto, mi novia, y me lo confirmó con una tranquilidad que, para qué voy a engañaros, me dejó más pelín escarpiado e inquieto, si cabe.

Me contó que un amigo suyo, Souleymane Porgo, artista, músico, este lunes 25 se cumplían 5 años de su muerte por envenenamiento. Los amigos pagaron la autopsia porque no estaban conformes con su muerte. El problema es que la autopsia, salvo que sea en series como CSI, no te dice quién es el asesino.

Me dice mi novia que ella si está en un maquis tomando una cerveza con los amigos y porque la llaman por teléfono se aleja de la mesa sin llevarse con ella la bebida, cuando vuelve ya no la vuelve a probar por si la han envenenado.

¡Con los amigos!

Y me decía lo mismo si era en la cour de la grand famille…

¡Alucina, vecina, incluso con la familia…!

Espero que sea desde 2º grado en adelante…

Así las cosas tendré que andarme con cuidado con lo que bebo y como, y a quién ofendo o si llegaran a irme mal las cosas con mi novia, por si decide cortar nuestra relación expeditivamente…

¿Divorcio a la italiana o divorcio a la burkinesa?

Creo que como los sueldos son aquí muy bajos me voy a contratar un catador oficial que me siga como una sombra y al que daré a probar todo.

No sé si existe la categoría laboral específica y si incluye, aparte del pago en efectivo, los alimentos como parte de la retribución. Habrá que deducir, supongo, los que finalmente estén en mal estado.
¿Tendrá plus de riesgo? ¿Algún seguro especial? ¿Médico o de Vida?
Me voy a enterar, me va la vida en ello

PS.- Al despedir a la ‘persona de confianza’ me entregó, como parte del pago de todo lo que me debía, una moto. Ayer tuvo un accidente con ella otra persona que le ha sustituido con sus tareas. Y me contaba Djazz que había que cambiarle el carenado de la moto, que tal como estaba no la podía utilizar ni yo, ni mi novia. Le pregunté si es que se había dañado

-¿Entonces?

-No. Es por deshacer el wack para tener accidentes que habrá dejado en la moto el despedido.

-¿Eh?

-No voy a permitir que ni tú ni Asséto, cojáis la moto tal como está, no quiero que os pase nada.

Así que le voy a cambiar a la moto el carenado y ponerle un tuneado más alegre y vital, si es posible. Deseadme suerte, la voy a necesitar 🙁

Original en FronteraD

Autor

  • Pérez Ruiz de Valbuena, Félix

    Félix Pérez Ruiz de Valbuena. ( Calatañazor, Soria, Diciembre 1954 ) Estudió economía . Marxista-leninista de formación política, afirma que no le sirvió para hacer nada demasiado útil en la vida universitaria, salvando quizás el Festival de los Pueblos Ibéricos. Empresario familiar comparte con sus dos hermanos la propiedad de una empresa de formación. reside actualmente en Burkina Faso con la esperanza de comenzar de nuevo con proyectos que le devuelvan la ilusión. Con tres hijos y un nieto, que le hacen felices los más de los días. Y como dice Soltero y sin compromiso. Es colaborador de la Revista Digital Frontera D con su Blog Negros sobre blanco , que iremos reproduciendo en nuestra sección de Bitácora Africana, agradeciendo a Frontera D la autorización para hacerlo y por supuesto a Félix Pérez Ruiz de Valbuena

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