Valoraciónes de parte de la oposición de Guinea Ecuatorial sobre la Mesa de Diálogo político nacional

19/11/2014 | Opinión

Concluida ya la Mesa de Diálogo convocada por el Presidente Obiang a petición de la oposición, los partidos políticos Convergencia para la Democracia Social (CPDS), Unión Popular (UP) y Fuerza Demócrata Republicana (FDR), mediante la presente nota de prensa, hacen su valoración sobre el desarrollo y los resultados de la misma:

1. Para los abajo firmantes, la Mesa de Diálogo propuesta era aquella en la que se debatieran profundamente, y en el tiempo que fuera necesario, los problemas que hacen difícil la convivencia entre los guineanos, se propusieran soluciones y desembocara en la constitución de un Gobierno de Unidad Nacional que organizara elecciones libres y transparentes escalonadas en el tiempo. No ha sido así. El Gobierno ha pretendido poder resolver en tan solo cinco días de un pseudodebate los graves males de que padece la sociedad ecuatoguineana. No contento con sus 35 años en el poder, el Presidente Obiang ha vuelto a elegir el inmovilismo. Y este ha sellado el fracaso de un diálogo esperado por el pueblo de Guinea Ecuatorial.

2. La Mesa de Diálogo, inaugurada y clausurada por el Jefe del Estado con sendos discursos en un tono impropio de un ambiente de diálogo y concertación, se ha desarrollado con imposición e intransigencia por parte de la delegación del Gobierno, juez y parte en el diálogo. Esta intolerancia de la parte gubernamental ha sido el primer signo de la falta de voluntad de diálogo y concertación del Gobierno. En anteriores encuentros entre el Gobierno y los partidos políticos, los acuerdos se adoptaron por consenso. En esta ocasión, sin embargo, “la Mesa”, que es el Gobierno, es la que decidía lo que entendía que debía ser objeto de debate, sin concertación.

3. La Mesa no admitió la inclusión de enmiendas ni en el Reglamento presentado a la sala, ni en el Orden del Día, documentos a los que los participantes tuvieron que adherirse les gustasen o no. Por esta razón, por la manera autoritaria e intransigente en que el Gobierno empezaba a conducir los debates, porque le negaba la palabra a la oposición y porque se negaba a incluir en el programa de debates los verdaderos problemas que acucian a nuestra sociedad, los partidos políticos abajo firmantes entendieron que no habría negociación posible y se retiraron de la Mesa de Diálogo.

4. La oposición es la que presentó la propuesta de diálogo al Jefe del Estado. Sus cuestiones previas y sus peticiones esenciales tales como la liberación de los presos políticos, la legalización de los partidos políticos, el libre acceso de los partidos a los medios de comunicación, la eliminación de las facciones creadas por el Gobierno en el seno de los partidos políticos, o la creación de una Junta Electoral Independiente, no fueron atendidas.

5. El Gobierno ha pretendido que nuestras exigencias no se ajustan a la ley ni al ordenamiento jurídico del país. No es cierto. Exigir que se libere a los presos políticos, en virtud de la Amnistía promulgada por el Presidente de la República, no es nada que contravenga a la ley. Lo que sí contraviene la ley es cuando, en el marco de dicha amnistía, el propio Gobierno acaba liberando a dos mujeres del grupo de presos políticos que él mismo había señalado como presos comunes, dejando a las otras personas que fueron juzgadas con las referidas mujeres en el mismo sumario.

6. Del mismo modo, exigir que el Gobierno no admita las facciones que él mismo ha creado en el seno de los partidos políticos UP y CPDS para dividirlos no contraviene ninguna ley. Crear dichas facciones y admitirlas como actores en la Mesa de Diálogo, como lo ha hecho él mismo, sí que contraviene de manera escandalosa al Art. 4 de la ley N° 3/1992 de fecha 6 de enero, y al Art. 6-d de la Ley N° 8/1998, de fecha 26 de enero, modificadora de la precedente. Es más, el Gobierno reconoce a la facción creada por él mismo en UP en detrimento del propio partido reconocido mediante sentencia firme por las instancias judiciales competentes. Con esto se demuestra que es el propio Gobierno el que viola descaradamente las leyes que pretendía revisar durante el diálogo.

7. Tras nuestra retirada, el Gobierno nos ha acusado de “atentar contra la voluntad del Diálogo Político Nacional y de intentar socavar el orden constitucional y la legalidad vigente en la República de Guinea Ecuatorial”. En su discurso de clausura, el Jefe del Estado calificó a los abajo firmantes de radicales, porque nos negamos a legitimar su monólogo; incluso nos ha presentado como partidarios de provocar disturbios que pueden llevar al país a una espiral de violencia como las ya conocidas en el pasado durante el régimen anterior. Con ello, el Presidente Obiang dejaba entender que las atrocidades cometidas por su predecesor, el sanguinario Macías, se debieron a las supuestas provocaciones de ciertos actores políticos. Se trata a la vez de una perversa deformación de la realidad, y de una amenaza directa a la oposición. Es obvio que cuando se decide celebrar un diálogo es porque subyacen problemas. Por consiguiente, plantear la necesidad de abordar dichos problemas, como lo hizo la oposición, no puede considerarse como un deseo de crear disturbios sino, todo lo contrario, de evitarlos.

8. El Gobierno quiere trasladar a la oposición su propia intransigencia y su intolerancia, demostradas a lo largo de los siete días que duró este mal llamado diálogo nacional. Tras nuestra retirada de la Mesa, uno de los viceprimeros ministros propuso que fuéramos detenidos y azotados, mientras otro profería amenazas contra nosotros y advertía de severas consecuencias por nuestra actitud.

9. La firma de los acuerdos por grupos que apenas asistieron a dos sesiones de trabajo y que son individuos traídos por el Gobierno sólo para hacer número, denotó claramente la falta de seriedad del encuentro de Sipopo. Efectivamente, un encuentro para revisar leyes que ya fueron revisadas en tres ocasiones sin cumplirlas, no podía tener otro carácter.

10. La falta de seriedad se demostró todavía más cuando se volvió a temas sobre los que ya se habían alcanzado acuerdos en revisiones anteriores. Tal ha sido el caso de la pretendida supresión de la fianza de treinta millones de Francos CFA, prevista en el Art. 14-e de la Ley N° 3/1992 de fecha 6 de enero sobre Partidos Políticos, que ya había sido suprimida por la Ley N° 10/1992, de fecha 1° de octubre, por la que se revisaban algunos artículos de aquella.

11. Tal ha sido también el tema de las cuotas que el PDGE sigue cobrando directamente a todos los funcionarios y empleados a partir de las nóminas, sin tener en cuenta su afiliación política. El Pacto Nacional Vinculante (1993) prohibía a los partidos políticos cobrar las cuotas de sus militantes a través de las nóminas de la Administración Pública y las empresas, y la ley promulgada al respecto mencionaba expresamente al PDGE como autor de dicha práctica. En esta Mesa de Diálogo, el Gobierno, infringiendo la ley, ha autorizado al PDGE a seguir haciendo lo mismo, siempre que dicha práctica no se extienda a los militantes de otras formaciones políticas. Ello significa un retroceso con respecto a lo acordado en 1993, pues con tal acuerdo se autoriza al PDGE seguir cobrando dichas cuotas, y supone una manera de intimidar a los trabajadores, ya que ninguno de estos se atreverá a negar ser militante del PDGE para evitar dicho cobro.

12. Otro de los aspectos interesantes de esta convocatoria es que ha puesto de relieve, una vez más, la debilidad de los grupos políticos del exilio y el oportunismo de algunos partidos del interior, a todos los cuales el régimen dictatorial ha fagocitado con sorprendente facilidad mediante promesas que difícilmente se cumplirán.

13. En definitiva, los abajo firmantes consideramos que se ha desaprovechado una oportunidad que hubiera servido para encontrar soluciones a los graves problemas políticos, económicos y sociales que aquejan a nuestra sociedad. Porque nada de lo discutido en Sipopo resuelve el problema de gobernabilidad que tiene el país, ni el de las elecciones siempre fraudulentas, ni la violación sistemática de los derechos humanos, ni el de la corrupción que gangrena nuestra sociedad, ni el de la pobreza que azota a nuestra población, ni el de empleo de miles de ciudadanos, ni el de acceso a sanidad y vivienda de las capas más pobres, que son la mayoría; no se ha abordado el tema de la situación de la enseñanza en nuestro país.

14. En consecuencia, los abajo firmantes consideramos que el diálogo político nacional que ha celebrado el Presidente Obiang con tantas prisas, tanta exclusión, tantas restricciones y tanta intransigencia, es un gran fracaso. En realidad, no puede llamarse Diálogo Nacional a esta reunión en la medida en que ha sido un monólogo intransigente del Gobierno, que actuó como juez y parte en el mismo; la libertad de expresión de la oposición ha sido conculcada; se han eludido los verdaderos problemas políticos, sociales y económicos que afectan al país y que podrían conducir a un estallido social. Tal como se ha desarrollado, el dialogo no ha sido ni aceptable ni creíble, y no se puede esperar de él ningún cambio notable para la sociedad.

15. A raíz de esta experiencia, las perspectivas de futuro de los partidos abajo firmantes consisten en idear nuevas estrategias destinadas a seguir forjando los cambios pacíficos que necesita el país. Para ello, la oposición sigue reivindicando un diálogo franco para abordar, de manera seria y responsable, los verdaderos problemas políticos, económicos y sociales que afectan a la República de Guinea Ecuatorial, con el fin de garantizar una convivencia pacífica y la estabilidad que necesita el país.

Malabo, 19 de noviembre de 2014

Firman:

• Convergencia para la Democracia Social (CPDS)

• Unión Popular (UP)

• Fuerza Demócrata Republicana (FDR)

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