«Va de marcar goles para el pueblo porque así lo exige un petrodolar», por Nse ramón

1/02/2012 | Bitácora africana

Las primeras letras, palabras de mi carta de LOCO de hoy se las dedico a mi hermana menor y amiga Flor del Desierto, a Mbo Ebilan y a Armengol Monsuy Afana. Se las hubiera dedicado también a otros, pero con tres ya tengo mucho.

Y digo.

Pido perdón de corazón si mi actitud negativa por todo lo que acontece políticamente en Guinea Ecuatorial me impide ver que el deporte, y en concreto el fútbol de selección nacional son para el pueblo. Si mi «envidia» me aleja de la razón y de la ética, o del patriotismo tan en derroche durante estas fechas futbolísticas. Pido perdón si no alcanzo separar a nuestra selección nacional con las perturbaciones mentales de unos dioses con trajes de armani y con mucho serrín en el cerebelo. Pido disculpas si en algún momento pude haberme alegrado por el éxito de la «La Roja Negra» pero que luego me desvíe cuando Teodoro Nguema Obiang se comportaba de repente como un chistoso sin gracia. Perdonad mi falta de «nacionalsocialismo», pero pasa que estoy castigado por la invisible libertad que me permite no ser más tarado de lo que ya ha sido uno cuando pudo ver que había una dictadura férrea y no dijo ni «mú». A buena hora nos convertimos todos en «demócratas»… A buena hora. Perdón. Y como los «agraciados» saben que ellos no han hecho nada especial para merecerse esas palabras, pasaré a explicar el fondo de lo que me tiene aquí escribiendo cuando podría estar tranquilo disfrutando de mis niños.

También pensando en mis niños es por lo que he tomado el rumbo que según el PDGE, es el equivocado. Yo no me he parado a pensar si el PDGE tiene razón o no, y realmente me la suda. Pero si que he intentado siempre decirle al mayor de mis hijos que desde el 12 de octubre de 1968, Guinea Ecuatorial (el país de ellos aunque ahora vivan out side…) está bajo una dictadura que si yo como papá no hago algo pequeño para unirlo a otras posibles cosas pequeñas echas por otros, ellos tendrán que soportarlo igualmente. Y si hemos de ser sinceros con nosotros mismos, la pregunta sería muy fácil hacérnosla: ¿Qué padre o madre quiere el mal para sus hijos?. Respuesta sincera: Ninguno.

Pero tampoco es que mis hijos fueran a ser la columna vertebral de mi carta de LOCO de hoy… ¡Pobrecitos!. Hoy quiero retratar un tema que me parece un gran descubrimiento. Un descubrimiento que ya no es nada nuevo desde que España decidiera dejarnos tirados. Y he descubierto que la selección nacional es en realidad un club como el Chelsea inglés. ¿A que si?. Pues claro. Son dos cosas exactamente iguales, están gestionadas igualmente y tienen su fuerte en todos esos tipos y tipas que por ver balones dentro de una red son capaces de matar al papa del Vaticano ya que el nivel de forofísmo esgrimido es en algunos tramos del éxtasis general hasta peligroso para la salud religiosa. Si no se ríen de mi antes de leer hasta la última letra de mi carta, verán que pese a la poca documentación que me aportan mis reporteros, las similitudes son comparables sin miedo a equivocarnos.

Roman Abramovich es un empresario nacido en un país donde los derechos humanos sólo pueden leerse cuando un ruso alcanza París en avión o en carretera. Tiene dinero gracias al petróleo. Es dueño de un yate muy bonito y es el presidente que paga a Didier Drogba cuando éste alegra al pueblo que tiene al club Chelsea como emblema, con goles.

Teodoro Nguema Obiang Mangue es un «lucky business man» nacido en un país donde los derechos humanos sólo se leen en internet cuando un guineoecuatoriano accede por suerte a la red. tiene dinero gracias al petróleo. Es dueño de un yate en construcción muy guapo y es también vicepresidente del partido político que paga a Javier Balboa cuando éste alegra al pueblo de Guinea Ecuatorial que tiene como emblema al Nzalang Nacional, con goles.

El dinero no es el problema para ninguno de ellos. Los dos se lo roban a alguien. No sabemos en el caso del ruso a quienes en concreto, aunque si sabemos que los ucranianos, por ejemplo, son una des sus víctimas. En el caso del guineoecuatoriano, las víctimas son los guineoecuatorianos a los que roba encima de una manera bochornosa. El ruso invierte su dinero en el club de fútbol inglés, y el guineoecuatoriano lo invierte en el Club National Team, escrito en inglés. Uno vive en Inglaterra para esquivar al mafioso FISCO de su país natal, y el otro vive en cualquier parte del mundo donde nadie le pregunte por su capital ya que en su país natal existe un Tribunal de Cuentas que controla su padre, por lo que no hay que temer nada. El Chelsea está plagado de jugadores no ingleses que saben que cuantos más goles marquen, sus nóminas se verán abultadas con ceros a la derecha. El National Team está minado de jugadores no guineoecuatorianos que saben que con marcar y ganar un partido se llevan 500 millones por la victoria y 10 millones por cada gol marcado (esperemos que alguno haga un hat-trick…). El ruso está metido en política y el guineoecuatoriano también. Son dos tipos con suerte.

Todas esas similitudes muy reales nos parecen perfectas. Ahora bien, deberíamos empezar a preguntarnos los que somos «simpatizantes» de esos clubes que cuánto se supone que nos cuesta el derroche de capital del que hacen gala sus presidentes.

Los ingleses nos llevan la delantera. Son una institución seria, tendrán sus fallos en las finanzas, y sus problemas con la hacienda, pero cuentan con un sistema anual que sienta a todos los socios en una gran sala para que reciban información de los pasos que se van a dar respecto al mantenimiento del club en alza. Saben cuánto cobra Frank Lampard ya que es una información que no se puede esconder. Los resultados de tan espectacular gestión se ven reflejados en los resultados que cosechan cada semana los once chicos que juegan al deporte que paga todo esa magnífica institución. Las pagas extras, llámase primas, que reciben los componentes en activo del club se pactan con el socio, con los sponsors y con las instituciones gubernamentales encargadas de velar por que todas las partes salgan bien paradas. Esas primas no salen del bolsillo del Presidente ruso con millones para mantener en buena vida a los 18 jugadores del primer equipo sin entrar en las arcas del club, ya que esas cosas no se hacen así. Y cuando las cosas puertas afuera se hacen de esa manera, todos nos sentimos felices de ser partícipes de la buena marcha del Club inglés que nos alegra la vida con partidos memorables. Desde el capitán Jhon Terry, pasando por Hasley Cole, Salomon Kalou, Fernando Torres hasta el portugués que los coachea, la buena vida está reflejada en sus rostros, en sus propiedades, en sus vidas privadas. Viven bien gracias a una cosa tan sencilla que es: La organización.

¿Se ha preguntado alguno de los que ahora quieren a toda costa de que otros como yo veamos a la National Team como algo desligado a la dictadura del padre de Teodoro Nguema Obiang que cuánto es realmente lo que nos está costando mantener a esos chicos llegados de todas partes menos de Ebebiyin, Basupú, Punta Mbonda, Luba, San Antonio de Palea?. La pregunta esa de que nadie sabe de donde saca Teodorín el dinero para pagarles las primas ya la hemos hecho durante la semana. Sabemos todos que lo saca de las arcas del Estado, es un tema casi de importancia menor si tenemos en cuenta de que los beneficiarios de esos dineros son tipos que después de la CAN, empezarán a hacerse preguntas tipo «¿Son tan estúpidos los gobernantes de Guinea Ecuatorial»?. A juzgar por su «profesionalismo» declarado en partidos de fútbol que cuestan 500 nillones y en goles que se pagan a 10 millones, su «patriotismo» a un paso de declarase en las oficinas del PDGE, su «amor al país» todavía en retrasado contraste con sus lugares de residencia, y sobre todo su «seriedad» a la hora de entender que juegan algo importante en un país que no tiene ni una liga de barrio, deberemos adivinar la respuesta que se darán ellos mismos a tan especial pregunta: «Forrémonos primero. Luego ya veremos si descubren que nos importa un comino su programa para idiotizar al país». Los nigerianos se irán a su país a construir unas casas chulas para sus tías, mientras sus madres viven en Londres. Los senegaleses apoyarán a los que se quejan de la presencia de Wade en las siguientes elecciones ya que sólo así será posible que Senegal sea un país democrático. Los colombianos volarán a sus pueblos y pagarán estudios en las universidades que buscan que se preparen más mentes alejadas de los cárteles de la droga. Los brasileños podrán presumir de que Lula puso al país en boca de todos para que se sepa de que no todos son playas, favelas, fútbol y chicas mulatas con culos de ensueño. Los cameruneses pagarán en casa comida producida por unas políticas agrícolas que funcionan de maravilla. Y los hispanoguineanos se irán al país de Juan Carlos I a disfrutar de los derechos humanos que son siempre mejor que la falta de derechos por los que huyeron en desbandada sus padres hace casi 45 años.

¿Entonces, cómo se me puede pedir que yo sea uno guineoecuatoriano que desliga dictadura con los logros de la National Team? Lo dicho, El ruso del Chelsea paga con dinero procedente del petróleo. El guineoecuatoriano paga con dinero procedente del petróleo. Cuentan con el poder de la droga que aporta el fútbol a sus seguidores, logrando así que «Todos estén contentos».

Pero Robustiano Buale Elá Pagalu Roku King encontró una diferencia entre los dos modelos de club petrodolar: Uno está tachado en la O.N.U como «NACIÓN», y es cuando la cosa duele mas.

Nsé, sinceramente, el NATIONAL TEAM ya está tardando mucho en ser eliminada de la competición maquilladora de dictaduras… ¿Patriotismo?, ¡Métase su patriotismo por el culo señor!.

MI FRASE DE LA SEMANA: «Me dicen que practique DEPORTE, pero no recuerdo a nadie que le aconseje a un futbolista que LEA».

Autor

  • Nse, Ramón

    Nse Ramón o Ramón Esono Ebalé (alias Jamón y Queso) es un artista guineoecuatoriano nacido en Nkoa-Nen Yebekuan (Mikomeseng-Kie Ntem) en 1977 y residente en Malabo desde 1982. Dibujante e ilustrador autodidacta, compagina su pasión por el dibujo y el cómic con su trabajo de grafista. Actualmente es el grafista titular del Centro Cultural de España en Malabo y como dibujante de cómics ha ganado varios premios y certámenes internacionales como el concurso "Regarde 9", en el Festival Internacional de BD de Angulema (Francia), el premio obtenido en Cocobulles, Costa de Marfil con el trabajo "Le réveil d'Akoyo". Ha expuesto en los Centros Culturales Francés y Español en Malabo y Bata, en el Feshcary (Camerún) y en diversas galerías de Europa, América y Estados Unidos. El artista ha iniciado diferentes proyectos para organismos internacionales que operan en Guinea Ecuatorial realizando carteles e ilustraciones para la campaña de la Unión Africana en fomento de la Juventud y sus Derechos de la Organización de la Unión Africana.

    Participó en ARCO2010 con dos series ácidas y corrosivas sobre las dictaduras y la corrupción

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