Usuarios de medios sociales somalís ofrecen una mirada de sus vidas cotidianas al mundo

10/12/2014 | Crónicas y reportajes

Zahra Qorane Omar tomó una decisión. A finales de Octubre pasado, atacó verbalmente en Facebook a los usuarios que le “robaron” algunas de sus fotos y las publicaron como si fueran suyas. Omar, un bloguero residente en Mogadiscio, recientemente se había convertido en sinónimo de su impresionante colección de fotografías que cuelga tanto en Instagram como en Facebook, documentando las complejidades de la vida diaria en la capital somalí y su periferia.

“Compartir no es malo,” escribió en su post, “pero ¿porque no puedes reconocer a la persona que consiguió hacer esa fotografía?” A partir de ese momento, decidió hacer una firma en todas las fotografías antes de publicarlas para certificar la propiedad de esas imágenes.

No obstante, a pesar de que no conocer el autor representaba una prueba de la fluidez a la hora de compartir en la red, lo interesante aquí era el ataque incontrolado que tenían los somalís en usar los medios sociales. Durante los últimos tres años, el uso de medios sociales se ha filtrado en cada rincón de la sociedad somalí; tanto dentro del país como en la diáspora.

Redes sociales populares como Facebook, Twitter e Instragram han permitido a los somalís conectarse, debatir cuestiones y, por encima de todo, celebrar los éxitos que han venido después de la vuelta a la normalidad en el país.

“Hoy en día, solamente necesitas hacer una fotografía con tu móvil para explicar una historia de la vida en Somalia,” afirma Alinoor Moulid, una estratega en medios sociales.

Y estas historias se están contando, ya sean positivas o negativas, políticas o culturales. Como resultado, cada historia exitosa es celebrada mediante un post en Facebook, cada explosión de coche es inmediatamente comentada en Twitter, y cada nueva empresa es publicada con orgullo en Instagram. Los periodistas lo usan para anunciar noticias, los empresarios para promocionar sus marcas, los humoristas para compartir sus chistes, y los ciudadanos ordinarios para mostrar la nueva cara de su país.

El gobierno de Somalia y los representantes de países extranjeros que trabajan en el país también han observado este aumento significativo en el uso de los medios sociales. Desde principios del 2013, el Presidente de Somalia, el Primer Ministro y el Ministro de Asuntos Exteriores disponen todos de cuentas en Twitter muy activas; según Twiplomacy, la organización que registra el uso de Twitter de gobiernos y organizaciones internacionales. Los representantes diplomáticos de Naciones Unidas en Somalia, del Reino Unido, Holanda, Turquía y de la Unión Europea también se dedican a menudo a twittear sobre su implicación en Somalia, creando una red amplia de diplomacia digital.

En resumen, los medios sociales se han convertido en una plataforma que tiene como principal objetivo traer Somalia al mundo y el mundo a Somalia.

Según Laura Hammond, especialista en estudios de desarrollo, diáspora y conflictos en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad de Londres, “la evidente proliferación de servicios de telecomunicación y el acceso a Internet de los ciudadanos” probablemente ha contribuido al aumento de usuarios de medios sociales en Somalia.

Las estadísticas confirman este dato: según una encuesta Gallup del Consejo de Administración, uno de cada cuatro somalís, nada más ni nada menos que el 25 % de la población, se conectó a Internet cada semana en 2013. La encuesta también indicó como “un tercio de los somalís con móviles se conectaron a Internet desde su teléfono”. En la capital, Mogadiscio, un poco más de la mitad de los residentes afirmaron conectarse cada semana.

Además, a pesar de que muchos habitantes del país todavía están luchando contra los obstáculos que dificultan el uso de los medios sociales, Hammod afirma que están aumentando los comentarios en los medios sociales gracias al retorno al país de muchos somalís de la diáspora desde 2012 y su deseo por compartir las experiencias que viven en Somalia. También añade que mucha gente de la diáspora “le gusta compartir imágenes de Somalia diferentes de aquéllas que se ven en los principales medios de comunicación occidentales o las que proponen las organizaciones de ayuda humanitaria, en donde se ve Somalia como un país constantemente en crisis”.

Activismo de hashtag

Hasta el momento actual, las conversaciones más importantes sobre Somalia han ocurrido en Twitter. Todo empezó en 2011, cuando una hambruna récord golpeó el país. Desde entonces, los somalís en la diáspora se organizaron para recaudar dinero para ayudar a los millones de afectados por la sequía. Hashtags como #FeedSomalia eran tendencia en Twitter, y se convirtieron en puntos de reunión para famosos, organizaciones humanitarias y la comunidad internacional para así colaborar en la campaña.

También hubo muchos comentarios en Twitter durante las elecciones presidenciales de Septiembre de 2012, cuando la capital Mogadiscio celebró las primeras elecciones en 40 años. A partir de ese momento, la población somalí ha podido responsabilizar al gobierno usando hashtags como #YouKnowHeIsSomaliMP o #OnlyInSomalia o #MyKindOfGovernment. Como resultado, este proceso político tuvo la imagen superficial de ser el más participativo y democrático como nunca ha habido antes.

Hammod también afirmó que “los medios sociales tienen un poder enorme de transformación. Los políticos y la gente encargados de servir al interés público deben responder a la ciudadanía de manera diferente ahora que saben que se les está observando mediante los medios sociales.”

Más reciente todavía, cuando el gobierno de Kenia detuvo a habitantes somalís en Nairobi con la excusa de erradicar el terrorismo, muchos utilizaron el Twitter para protestar contra el trato inhumano que recibieron los detenidos en el estadio de Kasarani. Utilizando el hashtag #KasaraniConcentrationCamp, los somalís residentes en Kenia, los de Somalia y los de la diáspora criticaron las redadas policiales en barrios donde la mayoría de residentes son somalís, como por ejemplo el barrio de Eastleigh. “Fue algo más que una simple protesta online; consistió en la habilidad de desafiar una campaña de intimidación y violencia respaldada por el estado que se impuso sobre un único grupo étnico”, afirmó Moulid.

No obstante, la campaña social más importante llevada a cabo por los somalís fue la de movilizar a los grandes bancos a dejar de ofrecer los servicios de transferencia de dinero en Somalia conocidos como hawalas. La petición de esta campaña obtuvo el apoyo de 100.000 firmas y empujó a famosos como Mo Farah a concienciar a la población sobre este tema. En este caso, bancos tan importantes como Barclays decidieron cerrar los servicios de transferencia de dinero por miedo a violar involuntariamente regulaciones y posiblemente permitir que el dinero llegase a manos de blanqueadores de dinero o terroristas. Según Hammod, “los somalís de la diáspora cuando usaron los medios sociales para concienciar y buscar apoyo en la crisis de las transferencias de dinero de 2013-14 obtuvieron su mayor éxito”.

Herramienta para narrar

Los medios sociales también se han usado como herramienta para narrar y presentar proyectos creativos. Una de estas iniciativas es el proyecto Somali Sideways iniciado por Mohamed Mohamud. Este proyecto puesto en marcha ya desde hace 6 meses, presenta fotografías de somalís de todo el mundo que se ponen de lado, compartiendo de esta manera historias personales sobre su infancia, carrera, migración y lo que la pérdida de su nación les ha enseñado sobre el mundo. Mohamud vive en Londres y dice que la primera fotografía la hizo por casualidad, y a continuación el proyecto ganó popularidad con la respuesta de muchos somalís mandando sus imágenes de todas partes del mundo.

Según Mohamud, este proyecto crea solidaridad y ayuda a conectar experiencias únicas de somalís que viven en todas partes del mundo. “He aprendido que los somalís dan mucho apoyo a las personas que aparecen en Somali Sideways: animan con palabras, hacen plegarias y les dicen que no están solos. Presenciar todo esto fue muy reconfortante y ayuda a agrupar las personas cosa que es muy agradable de ver,” afirmó Mohamud en un correo electrónico.

Abdirashid Hasi, el director adjunto del Instituto del Patrimonio para Estudios Políticos, afirma que este tipo de conexión representa la única manera que tienen los somalís tanto del país como los de la diáspora para estar conectados a todo aquello relacionado con Somalia. Además, continuará creciendo siempre que “los somalís socialmente conscientes, con educación y destrezas en el uso de los medios, sigan juntando fuerzas para impulsar asuntos de interés común.”

Ahora, cuando Zahra pone una firma en sus fotografías, espera que aparte de ser reconocida por sus esfuerzos, sobretodo mucha gente empiece a apreciar la belleza de Somalia. “Lo más importante que he aprendido desde que empecé a hacer fotografías es que me he dado cuenta de mi habilidad por hacer algo bueno para mi país. Al menos, colaboro en cambiar esta imagen tan mala que desde siempre el mundo ha mostrado de nosotros,” añadió Zahra desde su casa en Mogadiscio.

Abdi Latif Dahir

* Abdi Latif Dahir is a writer and editor for Sahan Journal. Follow him on Twitter @Lattif

Sahan Journal

[Traducción Anna Orri]

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