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Estos días nos recuerdan algunas Jornadas mundiales: por la Vida, por la Salud, por las minorías marginadas, etc.
Resulta impresionante la diversidad de iniciativas, actividades y compromisos que tomamos, en diferentes niveles (cultural, laboral, religioso…), para promover una mejor calidad de vida y de convivencia, para todas las personas.
Algunas manifestaciones sociales, de diverso carácter, me han sorprendido los últimos días, por su dinamismo y vitalidad, para generar una vida más digna.
Cuatro ejemplos muy diferentes:
– La manifestación de cientos de miles de jóvenes en EEUU para reclamar una convivencia, sin armas. Así surgen los nuevos movimientos sociales.
– Las procesiones masivas de las diez mil Cofradías, (con unos 4 millones de cofrades) que han recorrido las calles de ciudades y pueblos de España, celebrando su Fe, en los días de vacaciones.
– La constatación de que el 20% de los españoles, y el 35% de franceses, irlandeses, y de otros países europeos, ya están optando por iniciativas de una economía colaborativa y abandonando el capitalismo neoliberal, ferozmente acaparador, a costa del pueblo. (BM, FMI, BCE…).
– El doctorado Honoris Causa de Ángel Olaran, un Padre Blanco que promueve oportunidades concretas para una vida digna de la gente de Wukro, Etiopia.
Casi todos los días, podemos observar grandes manifestaciones, tanto en África como en Europa, de carácter muy diferente, pero todas manifestando y reclamando nuevos estilos y formas de vida, de economía y de diversión, más pacíficas, respetuosas con la diversidad, y promoviendo un nuevo orden económico internacional.
Ángel Olaran, fue investido doctor Honoris Causa en un acto celebrado en la Sala Víctor Siurana de la Universidad de Lérida, el día 15 de marzo de 2018. Recibió el reconocimiento por su implicación al desarrollo social y económico de Wukro, Etiopía.
Ángel Olaran, ‘Abba Melaku’ en Etiopía, hizo un discurso crítico respecto al abuso que sufre África, y censurando a la sociedad occidental, que no quiere acoger a los emigrantes y refugiados.
Lo que resulta particularmente atractivo en su proyecto de Wukro, en Etiopia, es que no solamente ayuda a cientos de huérfanos y personas necesitadas a cubrir las necesidades vitales de cada día, sino que busca y ofrece medios e infraestructuras para que los jóvenes y la gente pueda trabajar y crear su propio desarrollo y vida digna.
Esto lo hace a través de la educación escolar y profesional, proyectos de irrigación, agricultura, ganadería, etc.
Además aprovecha todas sus visitas a España y Europa, para denunciar las diferentes injusticias y esclavitudes, que los poderes financieros imponen sobre los pueblos de África, a través de su acaparamiento de tierras y de recursos minerales, así como a través de sus préstamos e imposiciones en el mercado financiero.
Hoy más que nunca, se necesitan una gran diversidad de iniciativas, que promuevan una vida más digna para todas las personas, en todos los diferentes países del mundo.
Tales iniciativas deben incluir siempre: una crítica realista de los abusos e injusticias cometidos por los diferentes poderes extranjeros y locales, junto con, propuestas concretas, no solamente de ayuda humanitaria, sino sobre todo, para promover alternativas de una economía más justa y colaborativa, donde todos podamos producir y compartir lo necesario para una vida digna y por tanto para una buena convivencia.
Como dijo Abdoul Mbaye de Senegal esta semana: “La autoridad colonial, la de fuera y la de dentro, persiste en su control del poder y de los recursos. Por tanto, la lucha por la libertad y el desarrollo sostenible para todos, continua”.
