Una cantante soprano nigeriana interpreta un aria de Puccini en una escuela de música, un espectáculo poco común en la capital económica del país, Lagos, que ha provocado una afluencia de espectadores desmesurada que incluso ha sorprendido al director.
«No sabía lo conocida que era en Nigeria», admitió Omo Bello, de 33 años. «Me fui del país durante más de diez años y las cosas han cambiado más de lo que pensaba. Cuando vi a la multitud, me quedé sorprendida. ¡Fue una agradable sorpresa!»
Omo Bello fue descubierta por cazadores de talentos en Lagos y recibió una beca para estudiar en el prestigioso Conservatorio de París. Algunas giras, un álbum y varios premios más tarde, ahora su repertorio se extiende de Bellini hasta Verdi.
De vuelta en Nigeria para Navidad, antes de una serie de conciertos en el Reino Unido, Omo Bello explica que si uno asocia más a su país con el Afrobeat o con el Highlife que con Albinoni o Haydn, es por Internet que ha creado un nuevo público para diferentes estilos musicales en el extranjero. «Mucha gente en Nigeria me ha descubierto gracias a YouTube y a las redes sociales y se ha quedado sorprendida al ver lo hermosa que es la ópera», comenta.
Para Marion Akpata, directora de la escuela de música MUSON y que organizó el concierto de la soprano, hay un potencial real en Nigeria para otros cantantes como Omo Bello, gracias a la rica tradición musical del país, empezando por las canciones en las iglesias. «La música forma parte de la cultura nigeriana», comenta esta estadounidense, que estudió en el famoso Crane School of Music en la Universidad Estatal de Nueva York, antes de mudarse a Nigeria en la década de 1960.
Temas universales
«Aquí, la música siempre está presente, nazca un niño, o muera una persona, habrá música, y por supuesto, todas las actividades que ocurren entre la vida y la muerte se acompañan con música» comenta sonriendo. La escuela de música MUSON, fundada en 1989, es la principal institución nigeriana para aprender música clásica occidental. Actualmente sesenta estudiantes forman parte de un curso de dos años, en el que aprenden tanto teoría como práctica.
La ópera forma parte del programa
Marion Akpata tampoco comprende por qué la ópera, con temas universales, no pueda florecer en Nigeria: «Piensa en la ópera más popular del mundo, Carmen. La historia de Carmen puede transladarse a cualquier país, a cualquier cultura «.
El profesor de ópera de la escuela, Joseph Oparamanuike, se enorgullece de recordar que sus alumnos ya han realizado tres óperas, incluida la Flauta Mágica de Mozart, que ha suscitado un vivo interés ente el público. «La gente quiere más, hay una demanda real de un alto nivel de interpretación», dice este antiguo alumno del Royal Conservatory of Scotland.
Pero al igual que Omo Bello, el talento en Nigeria, ya sea en el campo del deporte, la ciencia o las artes, a menudo se ve obligado a emigrar, por falta de oportunidades en el país. En cambio, Sudáfrica ha dado luz a muchos cantantes de ópera y tiene su propia compañía profesional.
Omo Bello quiere que su país desarrolle su propio conservatorio y su propia ópera, con la ayuda de graduados de las mejores academias de Europa, para incubar los talentos de las futuras generaciones. «La música africana se ha hecho conocida en Occidente, ¿por qué debería ser imposible lo contrario?»
Fuente: Slate Afrique
[Traducción, Juan Vacas]
[Fundación Sur]
Artículos relacionados:
– La generación sudafricana post-apartheid de la ópera
– 10 mujeres afroamericanas que cambiaron la historia de los Estados Unidos
– La cantante nigeriana Blessing Odiase, cautiva Europa con su belleza y su música