En Argentina, la ley N° 26.852 (2013) estableció el 8 de noviembre como el “Día Nacional de los/as Afroargentinos/as y de la Cultura Afro”, un día para celebrar la matriz plural de una nación que, sin embargo, aún es esquiva a reconocer el elemento afro. La elección del día es en memoria de María Remedios del Valle, una mujer humilde, porteña y de origen africano, que, nacida en 1766 o 1767, se enroló en las guerras de independencia y luchó bajo las órdenes de Manuel Belgrano. Por su destreza y valentía él la ascendió a Capitana. Se la llama “Madre de la Patria” y perdió a su familia entera en batalla, sufrió tormentos y murió olvidada y pobre el 8 de noviembre de 1847.
En este contexto, desde 2014 Juan Saravi Platero -afroargentino del tronco colonial- persigue el sueño de crear un seleccionado de fútbol que reúna a jugadores afroargentinos. Juan es bisnieto de Tomas Braulio Platero -hijo de africanos esclavizados- y jugó profesionalmente en el Bluefields FC, equipo de la comunidad afrodescendiente de Nicaragua en la temporada 2005/06.
Tanto en lo social como en lo deportivo, la presencia afroargentina ha sido mucha. Por ejemplo, Juan Bautista Cabral, quien salvó la vida al Gral. San Martín en San Lorenzo, era afro. El primer Ministro de Salud de la Nación (1949-1954), Ramón Carrillo, fue afrodescendiente, afrosantiagueño: le decían el “Negro” Carrillo y nunca tuvo problema con su identidad. Entre los futbolistas, quizás el caso más destacado sea Ernesto Picot, nacido en 1927 en Avellaneda y con pasos por San Lorenzo, Newell’s Old Boys (Rosario), Leonardo Murialdo (Mendoza) y en equipos de México, Brasil y Guatemala. Le decían “la Sombra Negra de River” por un gol que le hizo a Amadeo Carrizo. También se puede mencionar a Oscar Félix «Grillo» Nogueira quien nació en 1950 en un humilde hogar afroporteño. Se inició en Huracán, donde comenzó en décima división y llegó a primera. Jugó también en Tigre, Estudiantes, All Boys y Deportivo Roca (Río Negro) hasta retirarse en 1986.
Años antes hubo un caso emblemático en el seleccionado argentino: Alejandro Nicolás de los Santos. Fue el primer y único jugador de raza negra en vestir la albiceleste. Sus padres llegaron desde Angola y se establecieron en Entre Ríos donde en 1902 nació Alejandro. San Lorenzo, Dock Sud, El Porvenir y Huracán fueron sus clubes y en 1925 ganó el Sudamericano con Argentina. Sin embargo, en 1930 se perdió el Mundial de Uruguay. “Si De los Santos estuvo en el Sudamericano de 1925, ¿por qué no iba a estar en el Mundial de 1930? Lo de la discriminación es una leyenda urbana que circuló durante mucho tiempo pero no encontré evidencias en los diarios de la época», sostiene Aníbal López Guerra, historiador de El Porvenir. «De los Santos sufrió muchos actos de discriminación pero en los clubes fue aceptado porque era un jugadorazo. Lo de su ausencia por motivos raciales en el 30 me lo contó su familia pero no hay un hecho que lo certifique, sobre todo por la buena delantera que tenía Argentina en ese Mundial. Igual creo que es algo que puede tener veracidad porque también el país estaba en un momento político (previo al golpe de Estado a Hipólito Yrigoyen) en el que era fácil criticar a alguien por su color de piel”, agrega el también historiador Guido Guichenduc.
En 1967, fue fundada la Asociación Martín Fierro por Jorge Héctor Boot con el lema “Nuclear a toda la gente negra pero sin distinción de raza». Con intereses sociales, culturales y deportivos, tuvieron un equipo de fútbol que se caracterizaba porque todo el plantel era afro y, para acentuar su fenotipo, la vestimenta era blanca. Pero el equipo de Martín Fierro no fue el primero que formaron los afroargentinos. Cuarenta años antes otra asociación afroporteña, la Sociedad de Socorros Mutuos “La Protectora”, a través de su Editorial Falucho constituyó la Liga Atlética Falucho para un campeonato ese año. La integraron, entre otros, Ferrocarril Oeste Argentino, Maza Juniors y Social Deportivo Club Gimnasia y Esgrima del Oeste.
Lo afro en la sociedad argentino ha sido muchas veces negado o tratado con vergüenza o desconocimiento. La Ley N° 26.852 fue el primer reconocimiento legal al colectivo afro en el país. Poco antes, en el censo argentino de 2010, por primera vez, se incluyó la variable afrodescendencia. Con una medición, basada en el autoreconocimiento, 149.593 habitantes se reconocieron afro, 92% nacido en suelo local. No obstante, según pruebas piloto y estimaciones previas, el número de población afrodescendiente pudiera ser de hasta el 5%, 2 millones de habitantes, frente al exiguo 0,4% de 2010. En 2022 habría censo, oportunidad para que la variable no sea solo una muestra como hace 10 años.
Una selección para los afroargentinos
La idea surgió en 2014 por la iniciativa de Juan Saravi Platero con una invitación a formar una selección afroargentina, con afrodescendientes de todas las provincias argentinas. El objetivo era formar selecciones de fútbol afro en los diferentes países latinoamericanos en pos de fomentar la visibilización de las poblaciones afrodescendientes.
A mediados de 2019, ya con Juan viviendo en Argentina -antes jugó de forma amateur en Uruguay, Bolivia y Costa Rica- la idea se reflotó y en el inicio de 2020 se presentó un proyecto al Ministerio de Turismo y Deporte. «Mi aporte para el desarrollo de nuestra comunidad afrodescendiente es a través del deporte, el proyecto es conformar la Selección de fútbol afroargentino en 3 categorías: Sub 16, Sub 20 y categoría mayor. Se trata de un proyecto de inclusión social y que ayudará a lograr el reconocimiento y el desarrollo de nuestra comunidad afroargentina que sigue siendo una de las más vulnerables», se puede leer en el escrito presentado por este ex jugador que en 2010 también se probó en el Aduana Stars de Ghana.
En el proyecto también se propone reconocimientos u homenajes para viejas glorias afroargentinas y sus familias, como los mencionados Picot y de los Santos o también Héctor Baley -mundialista con Argentina en 1978 y 1982-.
La idea es también extender la formación de este tipo de seleccionados a otras disciplinas como básquet, voley o tenis, entre otros. Con muchas actividades paradas desde marzo por la pandemia del COVID-19 el grupo de trabajo que lidera Platero aspira también a conseguir un lugar donde desarrollar las actividades y los entrenamientos con el grupo de jugadores que se vayan sumando.
En un país por años empeñado en construir una identidad nacional basada principalmente en la herencia europea, olvidando el aporte crucial de los esclavos y sus descendientes al desarrollo económico, cultural y político, esta selección ayudaría a paliar el mito de que la mayoría de afrodescendientes en Argentina murieron en las guerras de independencia como «carne de cañón» o a causa de las enfermedades. Si bien esos fueron factores muy importantes en la disminución de la población negra del país, particularmente la masculina, también jugó un rol clave el mestizaje, que explica por qué a día de hoy muchos argentinos no saben que en su árbol genealógico hay una persona que hace siglos fue llevada a la fuerza desde África.
Original en: Sporting Africa