Una Reflexión sobre la Independencia de Angola y la Reconciliación Nacional

17/11/2014 | Opinión

Los angoleños celebran el 11 de noviembre, fecha de su independencia en 1975.

Es una fecha entrañable para todos los angoleños porque marca el fin de la colonización de este gran país por Portugal, tras cinco siglos de dominación. La independencia llegó tras un proceso que ha necesitado el uso de armas, una vez que las autoridades portuguesas lideradas por Oliveira Salazar y Marcelo Cayetano, en ningún momento se habían planteado la idea de ver Angola, fuera de la integridad territorial de Portugal.

Desgraciadamente, hubo muchos episodios que han llevado este país a un segundo y a un tercer conflicto, antes de llegar a la actualidad en que vivimos una paz militar, pero donde la paz social sigue siendo un bien de lujo. Sin embargo, la versión distorsionada de la Historia y la realidad de este gran país, parece tener hasta ahora, más fuerza. Esperemos que tarde o temprano, la verdad llegue y corrija las distorsiones actuales.

1-Nadie explica o da alguna importancia al por qué no se han celebrado los comicios de noviembre de 1975 previstos en los Acuerdos de Alvor, y quienes son los verdaderos culpables.
De hecho, en primer lugar hay que explicar que ha habido una violación, que ha dictado lo que ha venido más tarde. Actualmente se están juzgando las consecuencias pero no se analizan las causas. Alvor preveía una transición pacífica, que incluiría unas elecciones para noviembre de 1975 que nunca llegaron a realizarse debido a disputas internas, incentivadas y alimentadas por las interferencias de los principales actores de la bipolaridad mundial de entonces. Estábamos en el auge de la guerra fría. Estas interferencias condujeron Angola a pagar un precio elevadísimo pues el antagonismo así incentivado con las intervenciones directas del PCP, Cuba, URSS y otros países del bloque del este por un lado, y Sudáfrica y en cierta medida EE UU por otro , resultó en un conflicto que solo se terminaría con la caída del muro de Berlín y el consecuente fin de la guerra fría y la firma de los Acuerdos de Bicese. Demasiado tarde, porque las diferencias se habían consolidado.

2-A pesar de un respiro muy corto que va desde la firma de estos acuerdos en 1991, la guerra volvería a encenderse de nuevo en la secuencia de nuevos desentendimientos entre el MPLA y UNITA en 1992.

También aquí se cuenta una versión distorsionada de las causas del conflicto de 1992, describiéndolo de forma simplista, resumiéndolo al simple rechazo de resultados electorales de 1992 por parte de UNITA y punto.

Sin embargo, el tema merecería un estudio mucho más profundo si queremos llegar a la realidad de lo que ha pasado. Hay muchas preguntas por contestar, y con seguridad que la Historia se encargará de hacerlo en la medida en que el tiempo pasa y la reconciliación avanza, aunque más despacio de lo que se desearía. Buscando y leyendo documentos ligados a los sucesos ocurridos en Angola antes, durante y tras la primera quincena de octubre, y los siguientes meses de 1992, 1993, etc, se constata que nadie pone en los documentos, aspectos importantísimos de lo que ha pasado en realidad y que todavía tienen testigos vivos, que lo han vivido en primera mano. Cuando leemos la descripción de lo que ha sido el desencadenante de la primera Guerra Mundial, por ejemplo, además de las causas lejanas, se describe hasta el acto del joven Princip que disparó contra el archiduque Francisco, lo que fue el detonante material directo para la catástrofe que siguió. En el cuento del conflicto de Angola no se hace nada en este sentido. Se pasan asuntos importantes de puntillas.
3-Debido a que hubo observadores internacionales, todo lo que digan, es lo que vale. La limpieza de las elecciones ha sido contestada por 7 partidos que han participado en las elecciones. Solo se habla del rechazo de UNITA. ¿Y que han dicho otros partidos? ¿Cuántos observadores había ,¿por cuánto tiempo? ¿cuándo llegaron y empezaron su trabajo?, como han trabajado, con qué medios, qué facilidades han tenido estos dedicados funcionarios, qué estaban o no estaban permitidos hacer, qué ha sucedido con los negociadores de una de las partes (UNITA), enviados a la civilidad, en búsqueda de una solución a la crisis, dentro de un cuerpo compuesto por las partes en conflicto, pero también la ONU y la troica (USA, Portugal y Rusia)? ¿Cómo ha sido posible que las bombas solo han seleccionado a los negociadores de UNITA? ¿Por qué los negociadores? ¿Por qué no se explican los detalles reales de estos asesinatos y de todo lo que ha pasado? ¡Todos los documentos oficiales pasan de puntillas sobre eso, lo que distorsiona lo esencial de lo sucedido! ¿Por qué?
4-Estas son algunas de las preguntas. Pero no es todo. En los diez años que van desde el período de 1992, hasta el sacrificio del líder de UNITA y la firma del Protocolo de Luena que pone fin al conflicto armado en 2002, hay en ambos bandos varios otros comportamientos y detalles de lo real ocurrido y que se parcializa en lo que se hace referencia, cuando se hace. En todos los documentos, parece hacerse un esfuerzo tremendo para pasar de puntillas, lo que limita a los estudiosos de ciertos fenómenos en conflictos de esta naturaleza y dificulta encontrar soluciones duraderas.

La lucha de resistencia de UNITA reiniciada en 1975 contra el cuerpo expedicionario ruso-cubano en Angola, tenía como objetivo principal restablecer la idea maestra del Acuerdo de Alvor, violado con la consecuente implantación del régimen “marxista leninista” que se había impuesto en Luanda con el apoyo de las mencionadas fuerzas extranjeras y la complicidad del Partido Comunista Portugués. La lucha de UNITA tenía pues el objetivo del establecimiento de un gobierno democráticamente electo. Un paréntesis aquí, para decir que la Democracia no entra en el diccionario de UNITA solo en 1975. Cualquiera que quiera consultar los documentos rectores de la fundación, constatará que este sistema político estaba presente en su programa desde su creación en 1966, una época en la que muchos observadores afirmaban, de forma categórica, que la democracia no era posible en África. La Democracia es pues, una apuesta de UNITA que viene de la fundación del partido. NO es una idea que se abraza sobre la marcha. Y este objetivo se ha conseguido en 1991 tras una lucha de 16 años y la caída del muro de Berlín ya mencionado.

Muchos de los regímenes marxista leninistas en aquel momento en vigor en África, han tenido que declarar su adhesión al multipartidismo y consecuentemente a la democracia, obligados por la presión del fin del imperio de la URSS. Pero el cambio real de mentalidad del marxismo leninismo a la aceptación de la democracia, no siempre ha sido tan fácil de implantar y en particular en Angola donde, tan pronto que han tenido un respiro de esta presión y en particular la de UNITA tras la firma de los Acuerdos de Bicese, los antiguos dirigentes del MPLA volvieron a las prácticas de la escuela del monopartidismo. Cuando esto se ha hecho posible, el propio presidente José Eduardo dos Santos, no ha tenido ningún problema en afirmar públicamente que “la democracia no llenaba los estómagos, y que había sido impuesta a Angola, por el occidente”. La consecuencia de todo esto es lo que ha seguido y es, toda la situación actual.

-Hemos tenido que pasar 6 largos años desde el fin de la guerra en 2002, para que, tras muchísimas presiones, llegásemos a las primeras elecciones en 2008, tras un Parlamento que ha tenido así una histórica duración record de 16 años. Aunque así, el régimen, ha hecho todo lo posible para que esas elecciones fueran solo legislativas, con la promesa de celebrar las presidenciales más tarde, tiempo suficiente para que, con su mayoría parlamentaria obtenida de ese proceso electoral también de limpieza dudosa, ( 1 ) de 2008, consiguiesen imponer una nueva Constitución hecha a la medida del mandatario, que acababa con la idea de la elección presidencial. A partir de entonces no habrá elección directa de la figura del Presidente de la Republica en Angola. Y así vamos. Hemos tenido nuevas legislativas en 2012 y seguimos teniendo el mismo presidente que completa así, 35 años en su puesto, sin nunca haberse sometido al voto popular, con todas las consecuencias que de ello advienen. ¡Qué grande democracia, verdad!?

En mi pobre opinión, además de todo lo que ha sido el conflicto, el problema actual de los angoleños encuentra sus causas en la intolerancia, fruto de la tradicional falta de la cultura democrática de los vencedores de la última guerra, lo que provoca la exclusión de una parte de sus ciudadanos, el pisoteo de las reglas del juego, además del desvío verificado de los objetivos que se habían dado los angoleños en el momento de la lucha por la independencia. Tras la dominación colonial y con todo el proceso descrito atrás, en Angola no ha habido la suerte de tener dirigentes que se dedicaran realmente a unificar a sus pueblos, de trabajar para el bien de su ciudadanía que ya había sufrido esa larga noche colonial en manos de Portugal. Y la prueba es que se habla de buenas cifras en lo que toca a la economía de Angola, pero se quedan unas cifras que no se convierten en una mejora en la vida de los ciudadanos. El simple agua, (potable o no), sigue siendo un problema para la población angoleña, a comenzar por los que viven en el centro de poder, la capital.

-Casi trece años tras la firma del Protocolo de Luena, en este 39º año de la independencia, el espíritu del tradicional incumplimiento de los pactos, el pisoteo de las propias leyes nacionales aprobadas con las mismas mayorías, la alergia a la democracia real, la exclusión etc, siguen su camino, sembrando las mismas semillas de la discordia y todos los ingredientes que han estado en la génesis de los conflictos anteriores. A tal punto que en este momento, hay cláusulas básicas del Protocolo de Luena, que siguen sin cumplir. Así que, aunque se pueda reconocer avances y beneficios que nos ha aportado el callar de las armas, la mayoría de los angoleños siguen aguardando por tener el primer beneficio de esta paz militar en lo que concierne a su vida y la de los suyos, en esta nueva sociedad. Terminada la guerra, los ex-comunistas cambiaron a un capitalismo salvaje que pilla todo y algo más, como si tuvieran en su mente que el mañana puede no existir para ellos en Angola.

-Entre los pendientes, hay que mencionar el mismísimo muy sensible sector militar en el que, muchos de los antiguos combatientes de los tres ejércitos que debían de ser acomodados, para su inserción en la sociedad civil, siguen en este 13º aniversario del fin del conflicto, a la espera que cobren la primera mensualidad de una pensión prometida y que les permitiría vivir con el mínimo de decencia. Muchos de ellos viven hoy de limosnas, mientras se alaba un crecimiento económico de Angola del que no tienen provecho, y mientras el dinero robado del erario público sigue saliendo en maletas en manos de gobernantes convertidos en traficantes, como sucedió el año pasado en Francia, cuando D. Bento Kangamba, un familiar directo del mandatario, fue cogido en flagrante con ese extraño equipaje de millones de dólares en una carretera de ese país, o en otro reciente escándalo del mismo ciudadano, como lo anunció hace días, la prensa portuguesa, lo que todavía se puede consultar ( 2 )

-El acceso al trabajo o el mantenimiento en un puesto está, muchas veces, condicionado a que el candidato acepte la tarjeta que le identifique como miembro del partido en el poder, el MPLA, sin lo cual el acceso se hace difícil, o se puede perder el empleo. Esto crea una sociedad en la que unos son angoleños y otros lo son de segunda categoría, lo que genera frustraciones, una frustración que conduce a un sentimiento de revuelta permanente.

-Son constantes las persecuciones de connotación política que van hasta a asesinatos selectivos de personas que se destaquen como opositores. En este aspecto, solo durante los últimos nueve meses de este 39º aniversario de la independencia, podemos citar, sin miedo de ser desmentidos por nadie sincero, los siguientes sucesos:

-8 de Marzo 2014, localidad de Kassongue en la provincia de Kuanza Sul, centro de Angola. Tres militantes de UNITA (Mariano Justino Ndavoka, Alberto Canivete e Matias Malanga) son bárbaramente asesinados a plena luz del día, cuando organizaban un acto político público, completamente legal. Los autores de este acto eran militantes del partido en el poder (MPLA) bien identificados. Parece increíble, que en ningún momento las autoridades se molestaron en arrestar a los criminales, ni siquiera para preguntar qué había pasado. De parte de las más altas jerarquías del Estado, ni una palabra, ni siquiera de condolencias para las viudas, huérfanos y resto de familiares de las víctimas.

-Agosto 2014, localidad de Cuemba, provincia de Bié, vándalos comandados por una autoridad administrativa adepta al partido en el poder, apoyados por la propia policía y elementos de las fuerzas armadas, atacaron y dispersaron poblaciones que se organizaban para un acto político público y destruyeron instalaciones políticas de UNITA, así como viviendas y enseres de la población. Hubo un bebe muerto y muchos heridos. Nadie intervino para hacer justicia. Al contrario,

-Septiembre de 2014, el propio gobernador de la provincia a la que pertenecía la localidad mencionada en el punto anterior, dirigiéndose a adeptos de su partido en acto público celebrado en Andulo, un otro municipio de la misma provincia de Bie, asumía con valor, la responsabilidad de esos actos anti democráticos y criminales, diciendo que ellos habían logrado dar una gran paliza a UNITA y que castigos similares se volverían a realizar en los próximos días.
-12 de Octubre 2014, en Luanda capital, un agente de la secreta del régimen es sorprendido y neutralizado, cuando atentaba contra la vida de un joven diputado muy activo, de UNITA. Su arma, su radio de comunicación y sus documentos de identidad capturados por los escoltas del diputado y remetidos a elementos de una patrulla de la policía, tras confesar que actuaba con el fin de asesinar al diputado por órdenes de sus jefes, colaboradores directos del mandatario del país. El Grupo Parlamentario de UNITA ha realizado las debidas gestiones para que actúen los instrumentos del Estado. La investigación está en curso.

Solo citamos estos ejemplos. No mencionamos ni los muertos de los años anteriores, ni los actos de sabotaje u operaciones directas y abiertas, con las fuerzas del orden y seguridad utilizadas para impedir actividades políticas de la oposición con diferentes pretextos.
-Hay un esfuerzo tremendo para mantener los órganos de información bajo el control del régimen. Los únicos periódicos con circulación libre por todo el país son los del régimen; la única radio y la televisión autorizada en todo el país son las del régimen; las radios privadas autorizadas a emitir, lo son solo para un radio de acción que no sobrepase los 50 kms a partir de la capital. La mismísima radio de la Iglesia Católica que tiene todo el material comprado y listo para emitir para todo el país, sigue estando dentro de la misma prohibición, pese a las intervenciones realizadas también por las altas jerarquías de la Iglesia.

-El régimen sigue demostrando temor injustificado a la implantación de los instrumentos del poder local, previsto en la Constitución de la República en este punto intencionalmente transformado en papel mojado. Así, el poder en la más minúscula y lejana localidad del país, sigue siendo ejercido por personas nombradas desde la capital, mientras el poder central busca todas las mejores disculpas para evitar la celebración de las primeras elecciones municipales en la historia del país. Angola se presenta así, como el único país de la CPLP que no tiene el poder local implantado.

-Tenemos un Parlamento con la mayoría absoluta salida del fraude de los comicios de 2012, que sin embargo, tiene prohibido realizar cualquier forma de control al ejecutivo; un Parlamento cuyas sesiones no pueden ser transmitidas a los ciudadanos por los órganos de comunicación como la TV o la radio.

Por todo eso, y en el momento en que celebramos esa fecha entrañable de los 39 años de la independencia de Angola, hago esta pobre reflexión que desde mi rincón, me gustaría compartir con todos los estudiosos y demócratas del Mundo, para que, cuando se mire al problema de Angola y otros países con problemas similares y exista alguna voluntad de ayudarlos, tengan en cuenta el poderío económico, téngase en cuenta cómo puede ese poderío ayudar a resolver también los problemas económicos de países interesados en el cuadro de la cooperación en tiempos de crisis, pero también la preocupación de investigar e informarse, sobre la situación del Pueblo que vive en estos países y así estar en condiciones de NO contribuir de forma inocente en la opresión y en la violación de los más elementales derechos humanos y de los ciudadanos.

No hay argumentos para poder afirmar que Angola es una “democracia consolidada”, cuando allí todavía se asesina fríamente a sus propios ciudadanos solo por decir lo que piensan, y cuando tenemos diputados que van al Parlamento pero no pueden ejercer control de los actos del ejecutivo por el simple hecho de tener a su cabeza el mismo presidente “demócrata”, que gobierna hace 35 años, sin que nunca el pueblo le haya elegido.

Afirmar de forma categórica que Angola es una democracia consolidada, o, que lo que se ha hecho, para un país africano, ya es bueno, solo porque se celebraron tres procesos electorales “avalados” por observadores internacionales, cuando lo más elemental de los derechos humanos que es la vida, sigue siendo negado a sus ciudadanos, es una grave aberración; es lo mismo que dar valor y fuerza a los verdugos, para que asesinen cada vez más a opositores, como lo hicieron en Kasongue, Cuemba y en otros lugares no mencionados.

Concerniente a los procesos electorales y su limpieza, hay tendencia a esconder todo, detrás de esa observación internacional, como si los componentes de la misma fueran extraterrestres, con un 100% de perfección. Con toda la humildad, considero que hay vitorias, pero también fracasos que el Mundo deberá registrar, asumir y corregir, si desea evitar que errores cometidos por seres humanos como lo somos todos incluyendo la propia Comunidad Internacional, sigan repitiéndose en tantos otros sitios y sociedades, que todos estamos empeñados a construir para un Mundo mejor.

La observación internacional a los procesos electorales, se ha convertido en la moda, de tal forma que cuando hay una misión de este tipo en unas elecciones, lo que ellos digan es muy creíble, y casi sagrado. Nadie mas puede reclamar nada, sin que sea acusado de malo perdedor. Esto puede condenar a Pueblos que pueden estar pagando por errores graves cometidos por humanos, susceptibles de equivocarse como todos. Si lo que dice una misión de observación internacional es sagrado, entonces que se reformen algunas reglas y se tomen medidas para que esa observación tenga todas las condiciones para el cumplimiento de su misión solidaria. Muchos de los que han participado en misiones de este tipo saben, que hay inmensas trabas que deberían ser reconsideradas, porque dejan personas bien intencionadas de esas misiones con problemas de consciencia al enfrentarse con las dificultades que generalmente encuentran, y el informe de “elecciones libres y justas” que tienen que pasar después.

Antes de todo, consideremos que existe el problema de la soberanía de los Estados. Es necesario que el Gobierno del Estado en cuestión, solicite la observación internacional. ¡Empezamos mal! Y lo sabemos todos. ¿Quién es el dictador que quiere que sus maniobras para mantenerse en el poder, vayan a ser observadas por alguien que quiere hacer todo limpio? Entonces, o no lo solicita, o lo hace muy tarde, solo para justificarse y con ciertas condiciones, después de haber montado el sistema de fraude, muy frecuente, y también para que la misión no tenga tiempo suficiente para organizarlo todo. El régimen saliente organizará y establecerá las reglas de lo que puede, o no puede hacer el observador.

La introducción del boletín del voto en la urna, no es el Proceso Electoral. Éste tiene un largo recorrido que empieza con el censo y terminará con la resolución de los litigios y la publicación del resultado final. Pero, estamos acostumbrados a ver misiones de observación electoral que llegan al terreno a escasas semanas, o incluso días antes de los comicios. ¿Para hacer qué?

Se envían 400 observadores para unas elecciones que van a tener lugar en un territorio desconocido por el observador; un territorio de más de millón de kms cuadrados de extensión; sin carreteras; con un electorado censado del orden de los cinco millones de personas; decenas de miles de mesas de voto; sin los medios a disposición para el cumplimiento de su misión. Y esa falta de medios, muchas veces está provocada de forma deliberada. Si consideramos el número de observadores, el número de asambleas y el de mesas de voto y quisiéramos saber cuánto tiempo real estarían estas personas en observación en todas las mesas, durante las 12 o 24 horas en que las asambleas de voto estaban abiertas, fácilmente concluiríamos que su presencia será de escasos quizás cinco a diez minutos y muchas mesas no recibirían la visita de ninguno de ellos. Humanamente no es posible hacer toda la cobertura.

¿Cómo puede ser testigo de lo que ha pasado en una asamblea de voto, alguien que solo ha permanecido en el sitio 5 o 10 minutos? ¿Con que libertad de consciencia afirmará este observador que todo ha sido limpio, o que ha habido solo un mínimo de incidentes que “no afecta la limpieza del proceso electoral”? ¿Con qué autoridad puede afirmarse esto si no ha podido ver? Tenemos que pensar y considerar que son afirmaciones muy serias, que implican y hasta comprometen el futuro de generaciones de millones de personas, porque se va a hacer una declaración que será tomada por toda la Comunidad Internacional como realizada por un responsable de una misión de observación internacional, pero que ha tenido miles de limitaciones y evidentemente, no ha tenido las condiciones humanas ni materiales para cumplir su compromiso como lo desearía. Seamos realistas y contestemos a esas preguntas. ¿Cómo se puede avalar esto? Solo contestando a esto podemos saber si, sí o no, estamos siendo útiles al encuentro de soluciones durables para los problemas que provienen de los avales que esas declaraciones dan a muchas dictaduras, camufladas en democracias.

Las misiones de observación son bien venidas. Pero entonces, debido a que, lo que dicen, es siempre una sentencia sagrada, hay que dotarlas de márgenes de tiempo; tengan el tamaño proporcional al espacio, a la población y al acto que van a testiguar; que sean dotadas de medios y autoridad para el ejercicio pleno de sus funciones; o por el contrario, NO sean los que admitan “pucherazos” que no pueden controlar, comprometiendo la seriedad de su trabajo y su prestigio, al mismo tiempo que condenan millones de ciudadanos a nunca tener su voluntad tomada en cuenta, en unas urnas cuyo control efectivo nunca habrá estado al alcance de estos observadores.
Mientras las reglas sean las que todavía existen, los observadores, verán lo que el dictador quiere que sea visto. Tendrán los medios que decida el dictador. Debido a su reducido número, visitarán una milésima parte de lo que debían visitar. Por eso, las misiones de observación parten desde el inicio en desventaja. Seamos serios. Debido a que humanamente no es posible, no se puede afirmar con seguridad que todo ha sido un mar de rosas. Si lo hacen, es una formalidad. Una formalidad que sin embargo está dejando pueblos condenados a legislaturas interminables, con unos dictadores que no les dan agua para beber, ni energía, ni salud, ni los más básicos medios para subsistir decentemente.

Hay que prestar atención al sistema de misiones de observación electoral en los países africanos, o seguiremos padeciendo de los mismos problemas de siempre, con una instabilidad continua en estos países, que como consecuencia llevan a miles de jóvenes a la aventura de lanzarse al mar en búsqueda de una Europa “llena de delicias” a las que muchas veces no llegan con vida.

Decir que en África, esta serie de comportamientos de las dictaduras instaladas sirven, y deben de ser tolerados, es un perjuicio. Es un insulto a la memoria de tantos hijos de este continente que, como adultos y capaces de pensar, han dado sus vidas para que sus pueblos tuvieran una vida mejor, deseo hoy traicionado, por los que han perdido el rumbo cierto y la noción de la responsabilidad que les incumbía, habiendo pasado de liberadores a verdugos, muchas veces peores que los colonizadores del siglo XV.

Que la Historia de nuestros pueblos pueda ser un día contada con toda la verdad, para honor a nuestros héroes y bien estar de las generaciones venideras.

Virgilio Samakuva

Ver

(1) ANGOLA, Libro Branco Sobre las Elecciones de 2008, ISBN 978-99945-69-42-7

(2) -www. Observador.pt , 16/10/14.
-El morning post 24.10.14

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