Una película de Disney dispara el interés por el ajedrez en Uganda

13/09/2016 | Crónicas y reportajes

grupo_ninos_y_ninas.jpg Katwe, uno de los barrios marginales más grandes de Uganda, es testigo de un inimaginable “boom” del ajedrez.

Lillian, de 8 años de edad, mira con nerviosismo a su rey. Está cercado en F3 por la torre de su oponente y la reina. Dos jugadas más tarde todo ha terminado. Jaque mate. Mira a su alrededor, con desaliento. Detrás de ella alrededor de otros 20 jóvenes se inclinan ante sus tableros de ajedrez, tensos por la concentración.

No se trata de una típica escuela de ajedrez . Las gallinas deambulan sobre las tablas, en precario equilibrio sobre bancos de madera desvencijados en un callejón estrecho de tierra, mientras que los vecinos miran desde los porches de sus casas con techos de hojalata.

Desde que en 2013, Disney anunciara que estaba trabajando en una película sobre una joven prodigio del ajedrez en Uganda, la popularidad del juego se ha disparado.

La Reina de Katwe cuenta la historia de Phiona Mutesi, una chica joven de los suburbios, sin educación, que se presentó a una de las sesiones de ajedrez de la Academia Katwe en 2005, sobre todo por la comida gratis. Unos años más tarde se convirtió en la primera mujer ganadora de campeonatos de ajedrez y a la edad de 17 años, ya estaba representando a Uganda en competiciones internacionales.

«A la gente le gusta ver que Phiona lo consigue», cuenta, Robert Katende de 34 años, que fundó la academia en 2003. «Les da esperanza. El ajedrez solía ser visto como un juego de nobles, de gente que ha estado en el extranjero o que ha ido a escuelas caras. Ahora atrae a todo el mundo», declara Katende.
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«Quiero ser como Phiona y ganar títulos», dice Lillian en un descanso entre juegos. «Quiero ser la segunda reina de Katwe».

La película cuenta con la actriz keniata, Lupita Nyong’o como la madre de Phiona y David Oyelowo como Robert. Parte del rodaje se llevó a cabo en Katwe, utilizando a los residentes locales como extras.

El año pasado, se registraron 28 clubes de ajedrez en la Federación de Ajedrez de Uganda, frente a sólo 12 hace unos años. El índice de participación en los campeonatos juveniles nacionales se ha disparado desde alrededor de 150 en 2012 a más de 700 el año pasado. «Esperamos una asistencia aún mayor este año», declara Vianney Luggaya, presidente de la federación.

Históricamente, en Uganda, el ajedrez era un juego para una pequeña élite masculina en la capital, Kampala, pero la historia de Phiona ha logrado aficionar a gente de todo tipo. Las niñas, en particular, se han incorporado al juego en un número considerable. Según Vianney ha habido un aumento de tres veces en el número de niñas que participan en los torneos de ajedrez desde el año 2012. Ahora son prácticamente el 50% de los participantes.
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Mientras tanto, la selección nacional ha ido ganando puestos. En la actualidad se encuentra en el octavo lugar en África, pero domina la región de África Oriental, donde su único competidor real es Kenia.

Robert Katende, que también trabaja como director de desarrollo en la federación, espera aprovechar el aumento del interés en el juego con el lanzamiento de una serie de iniciativas dirigidas a niños en edad escolar en todo el país.

Ya ha ayudado a crear academias de ajedrez en cuatro suburbios de Kampala, así como en siete comunidades de la localidad norteña de Gulu y algunos de sus estudiantes ahora difunden el ajedrez por todo el país. «Hemos hecho talleres de ajedrez para niñas también y hemos llegado a más de 400 niñas sin recursos, regalándoles un juego de ajedrez a cada una”.

«Pero mi mayor esperanza es ver que el gobierno incluye el ajedrez como asignatura en las escuelas de nivel primario», declaró, señalando que se supone que los juegos “cerebrales” se incluirían en los planes de estudio de Uganda. Hemos presionado al Ministerio de Educación, pero hasta ahora sin éxito.

No es una tarea fácil competir con el fútbol televisado para conseguir financiación y lograr algún patrocinio es casi imposible, además muchos ugandeses tienen la errónea idea de que el ajedrez es simplemente un juego de azar y esto no facilita las cosas. Pero sobre todo, argumenta Robert, el problema es que el gobierno simplemente no aprecia los beneficios o la importancia del ajedrez.
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«Yo enseño a mis hijos que los trofeos son un añadido, pero que cada uno llega tan lejos en el ajedrez, como es capaz de integrar sus principios en sus vidas», declara a Al Jazeera. «El ajedrez ofrece mucho más que trofeos. Enseña estrategia, pensamiento abstracto, gestión de recursos, resolución de problemas y perseverancia.»

Rachael Ofumbi, directora de una escuela primaria de Kampala que introdujo las clases de ajedrez después de escuchar la historia de Phiona Mutesi a principios de este año, asegura que estas clases han dado lugar a un notable aumento en la atención de sus alumnos.

Para los jóvenes desfavorecidos de Katwe, donde los empleos son pocos y las oportunidades escasas, la historia de Phiona envía un poderoso mensaje. Como uno de los jugadores de ajedrez de katwe señala: “en el ajedrez es posible que incluso un humilde peón pueda convertirse en una reina”.

«La mayoría de los niños de aquí no tienen metas,» asegura Richard Tugume, un joven de 23 años de edad, residente en Katwe y uno de los primeros en unirse a la academia de ajedrez. «Hacer que la gente tenga una meta en la vida es lo más importante que el proyecto ha conseguido”.

aljazeera.com

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