Decenas de mujeres atrapadas en la masacre de miembros de la oposición que protestaban en el estadio de la capital de Guinea, Conakry, el pasado día 28 de septiembre, han declarado que fueron violadas por los soldados en medio del baño de sangre que, según cifras de las Naciones Unidas, dejó más de 150 muertos.
Una semana después de la masacre, los activistas de derechos humanos aseguran que han recopilado testimonios de alrededor de 30 mujeres, que fueron violadas.
Dos de ellas se acercaron a presentar sus denuncias, de primera mano, ante los reporteros, a la vez que Blaise Compaore, el presidente de Burkina Faso, llegaba a la capital de Guinea, para cumplir la misión de un día de mediar entre la junta militar en el poder y los partidos de la oposición.
La Comunidad Económica de los Países del África Occidental, ECOWAS, pidió a Compaore, que se reuniera tanto con el líder de la Junta, el capitán Moussa Dadis Camara, como con los líderes de la oposición.
Camara intentó distanciarse de la masacre ocurrida el día 28, cuando las tropas abrieron fuego contra miles de manifestantes y activistas de la oposición, que protestaban contra los planes de Camara de presentarse a las elecciones presidenciales, previstas para el próximo 31 de enero.
La junta dice que 56 civiles resultaron muertos, pero la ONU ha creído la cifra más elevada que facilitaron otros grupos, de más de 50 personas, mientras que otras organizaciones de derechos humanos de Guinea alegan que se produjeron al menos 157 muertos, y 1.253 heridos.
“Tengo 57 años, los soldados me rompieron la ropa y me dejaron desnuda”, cuenta una mujer, su cara todavía está hinchada, una semana después, mientras que muestra sus brazos y muslos magullados. “Vi cómo algunos soldados estaban poniendo sus rifles dentro de las partes privadas de algunas mujeres, mientras que me pegaban”, añadió.
El presidente de la organización de Guinea para los Derechos humanos ha declarado que está poniendo en marcha una asociación para las mujeres que fueron violadas, para que puedan emprender acciones legales.
“Algunos de ellos me violaron… salí de allí totalmente desnuda”, relataba otra.
El presidente de la Asociación de Derechos Humanos recuerda que las violaciones se hicieron ante los ojos de todos los congregados, y que fueron “un crimen contra la humanidad”.
El ministro de Sanidad de la junta ha declarado que no cree que haya habido ninguna violación. “no ha habido quejas en los hospitales. Pero me gustaría invitar a todas las mujeres que hayan sido víctimas de violación a denunciarlo en la unidad de emergencia del hospital de Donka.
Los activistas de la oposición han recopilado testimonios de testigos para elaborar un dosier de pruebas contra los guardias presidenciales, que intervinieron bajo la comandancia de los oficiales cercanos a la junta en el poder.
El ex ministro de Exteriores, François Lonseny, quien él mismo fue golpeado por los soldados, declaró que los soldados se ensañaron especialmente contra las mujeres, “Estaban fuera de control, muchos dicen que estaban drogados”.
El presidente de la Asociación de DDHH ha añadido que una de las mujeres, que fue violada y mutilada, ha muerto, y otras se han vuelto locas “no se puede explicar el odio que lleva a actuar con esa crueldad”, concluye.
Camara, cuando llegó al poder hace nueve meses, fue bien recibido por los guineanos en un principio, porque creyeron sus promesas de combatir la pobreza, la corrupción y el tráfico de drogas.
Camara insiste en que él no es responsable de los asesinatos del 28 de septiembre, porque “se encontraba en su oficina en esos momentos” y que es “totalmente falso” que el ordenase a los soldados abrir fuego.
(Mail & Guardian, Suráfrica, 05-10-09)