Ellen Jonson-Sirleaf es la primera mujer presidenta de una república africana, la República de Liberia, pequeño país situado en la costa oeste de África, que limita con Costa de Marfil, Guinea-Conakry y Sierra Leona. Un nombre y un escudo que reflejan la singular historia de este país.
El territorio de la actual Liberia, perteneció a lo colonia británica de Sierra Leona hasta que en 1821 y fue comprado por la Sociedad Americana de Colonización para instalar allí a negros libertos. Allí fueron llegando grupos de antiguos esclavos liberados de las plantaciones de los Estados del Sur. Se llamaban a si mismos “americo liberianos” y crearon la primera colonia americana de África. Se instalaron en la costa y le dieron el nombre de Liberia, tierra de libertad y, en honor de Monroe, presidente de los EEUU, llamaron al centro de la colonia Monrovia. En 1847 se constituyó en república independiente. El escudo de su bandera muestra al sol saliendo detrás de un barco del siglo XIX que transportaba africanos, antiguos esclavos de América que vuelven libres a África para empezar una nueva vida.
La vida de Liberia no ha sido un ejemplo de democracia ni de paz En 1980 el golpe de estado de Samuel Doe terminó con el gobierno y la vida del presidente Tolbert. La corrupción y el deterioro de la economía aumentaron el descontento popular y la lucha política desembocó en una cruenta guerra guerra tribal en tres bandos y varios grupos armados En 1995, los siete grupos armados que luchan llegan a un acuerdo de paz. Se formó un Consejo de Gobierno y se preparan elecciones. Elecciones que ganará Taylor por “mayoría absoluta”, pero no podrá terminar su mandato. Acosado por guerrilleros y, con una orden de busca y captura, del Tribunal Especial de crímenes contra la humanidad, cometidos durante la guerra de Sierra Leona, que él había apadrinado, dimite y se acoge al ofrecimiento de exilio del gobierno de Nigeria
Se consigue un acuerdo de paz con los guerrilleros. Un Gobierno de transición, preparará elecciones para 2005, en ellas será elegida Ellen Jonson.
La Presidenta Jonson-Sirleaf, tiene un mandato de seis años desde enero de 2006. Vinculada por lazos de sangre, a los descendientes de libertos negro-americanos y a los autóctonos, esta mujer afronta un gran reto: reconstruir un país desvastado por catorce años de guerra. Ellen Jonson tiene una sólida formación en economía y en administración, junto a una gran experiencia adquirida como funcionaria internacional y en la política de su país. Fue Secretaria de Estado, Ministra, estuvo en el exilio. Candidata a la presidencia en 1997, fue derrotada por Taylor, estuvo en la oposición y de nuevo en el exilio. En 2005 se presentó con 22 candidatos más, a las elecciones. Su rival más importante fue el ex futbolista internacional Georges Weah, que obtuvo más votos que ella en la primera vuelta. En la segunda, Ellen Jonson salió elegida con casi 60% de los votos.
Cuando tomó posesión en 2006, la situación en Liberia era inestable. El país había vivido las etapas más sangrientas de su historia y estaba destrozado humana y materialmente por dos largas y cruentas guerras civiles que, entre 1989 y 2003, duraron catorce años, seguidos de dos años difíciles de transición.
La paz era más que frágil y la tarea a la que se enfrentaba esta mujer a los 67 años, era enorme: reconstruir un país devastado por un largo periodo de guerras. Su misión tenía mucho de misión al filo de lo imposible. El espectro de la guerra seguía planeando sobre el país. El ex jefe de Estado, Charles Taylor, aunque derrotado y exilado en Nigeria, guardaba cierta capacidad de hacer daño. En el interior del país tenía amigos entre la parte de la élite liberiana que se enriqueció durante la guerra. En el exterior tenía amigos entre los hombres políticos de países vecinos que lo sostuvieron e hicieron jugosos negocios con él durante las guerras transición.
Asumir el poder como presidenta de Liberia, después de tantos años de marasmo humano ha supuesto para Ellen Jonson el gran reto de romper con un pasado de violencia y reconstruir el país. En su discurso de toma de posesión, y en la entrevista realizada por Reed Kramer y Tamela Hultman, de AllAfrica, 28 febrero 2006 habló de esos retos: consolidar la paz y la seguridad, conseguir la reconciliación, consolidar la paz y la seguridad creando fuerzas armadas y de seguridad profesionales, reconstruir la economía, las estructuras administrativas, educativas y sanitarias, hacer volver a los miles de refugiados y combatir la corrupción. Una de las primeras tareas fue la creación de una Comisión de la Verdad y la Reconciliación para investigar las causas de los conflictos y las divisiones que han existido en la sociedad liberiana. Causas a las que Jonson pone sin tapujos un nombre: exclusión, monopolización de privilegios y del poder por parte de un grupo étnico en particular, el de los descendientes de los esclavos libertos fundadores de la República.
No está siendo tarea fácil, porque muchas decisiones afectan a intereses creados y el partido de la presidenta es minoritario. Sólo tiene 3 escaños de los treinta del Senado y 8 de los 64 de la Cámara de los representantes. A pesar de ello, antes de terminar los dos años de su entrada en funciones, en un artículo de la Vanguardia el 16-5-2007, la presidenta señalaba los logros de su gestión: reconstrucción de infraestructuras, realojamiento e instalación de miles de desplazados. Un mes más tarde, Le Potentiel de Kinshasa, publicaba en su web el 7 de junio 2007 las respuestas de Jonson, a preguntas sobre la evolución de su programa de escolarización para todos y de mejora de las infraestructuras y de la economía: “Ciertos expedientes evolucionan bien. Hemos podido programar la escolarización para todos y el índice de escolarización ha aumentado un 40%. La mayoría de los nuevos escolarizados son niñas. Ya hay agua y electricidad en Monrovia. Muchas carreteras se están renovando, el embargo sobre la madera y los diamantes ha sido levantado. Hemos cumplido nuestros compromisos ante el Fondo Monetario Internacional y obtenido promesas de reducción de la deuda”
La lucha de Ellen Jonson por sacar adelante el país es ejemplar. Ha hecho de la lucha contra la corrupción, uno de los pilares de su política. No lo tiene fácil. Su voluntad de perseguir los crímenes económicos que minan al país, provocó el primer intento de golpe de estado, abortado gracias a la colaboración de Costa de Marfil el 28 de julio de 2007. En agosto, el gobierno anunció que había descubierto y borrado de las listas a más de 7000 funcionarios “fantasmas”, y su intención de introducir poco a poco medidas de identificación biométricas para que esto no se vuelva a producir. La presidenta en estos cinco años ha sabido ganarse apoyos y respeto internacional. Esperemos que pueda llevar a buen puerto con mano firme, el barco a la deriva que, cuando asumió su mandato, era Liberia. Ellen Jonson dice que cuenta con la ayuda de Dios y la de su pueblo para ello. Con su gestión se está ganado el respeto en África y fuera de ella.