Una joven senegalesa galardonada por Francia, rechaza el premio

24/06/2013 | Opinión

Bousso Dramé es una joven senegalesa que recientemente ganó en una competición de lengua francesa, organizada por el Instituto francés de Senegal. Se le galardonó con un viaje de ida y vuelta a París, y un curso de formación en realización de documentales por ganar dicha competición. Sin embargo, ella ha renunciado a todo esto después de encontrarse a sí misma siendo objeto de comentarios molestos y humillantes por parte de los empleados del Instituto francés y el consulado francés en Dakar.

Esto podría haber terminado ahí y nadie se hubiera enterado nunca de ello. Pero, al contrario que aquellos que se han visto en su lugar antes que ella, Bousso Dramé, escribió una cándida y elocuente carta abierta al cónsul general francés en Senegal, publicada antes en Actu-Dakar, y después republicada en Rue89, que ha estado dando vueltas en las redes africanas franco parlantes. Esta carta explica educada pero firmemente por qué Francia se puede quedar con el visado, el billete de avión y la formación.

La joven deja claro que su decisión, en sus propias palabras, “no es una sanción contra individuos sino contra un sistema generalizado” en el que los solicitantes de visado se topan con sospecha y desprecio antes de nada, y que renuncia “en nombre de esos miles de senegaleses que merecen respeto”. Esas palabras le han reportado muchos elogios de compañeros anónimos solicitantes de visado y africanos en general. Sin embargo, han sido recibidas con más interrogantes que aprobación por parte de los lectores franceses, que la preguntan a qué se refiere exactamente.

En verdad su carta habla alto y claro para los que ya saben dónde está poniendo el dedo, pero no para los demás. Ella dio más detalle en la entrevista que concedió a Jeune Afrique. Más que el empleado del consulado, que supuestamente le dijo que “no la pagaban para que repartiera sonrisas”, el tipo de mala educación que uno puede encontrar en cualquier administración (francesa), sin importar quién seas, son las “recomendaciones” del personal del Instituto Francés lo más significativo: debido a que ella sería representante del Instituto francés, debería “comportarse” y “resistir a las tentaciones de irse de comprar” a pesar del “muy generoso per diem”. El preocupado hombre blanco diciendo a la pequeña chica negra que se mantenga alejada de las exquisiteces de su mundo, por temor a que ella quede obnubilada y caiga en la inconsciencia… ¿Ya va sonando familiar?

Pero eso no es todo. Bousso Dramé no solo se enfrentó al típico paternalismo neocolonial, también tuvo que probar el sabor de la discriminación a la que se enfrentan muchos migrantes que solicitan visado, cuando su petición de quedarse tres días más de lo que requería el curso de formación, para visitar amigos y familiares, le fue denegada. “Nadie tiene aspecto prototipo de migrante ilegal”, le dijeron, insinuando que cualquier cosa que se saliera del plan estrictamente controlado, era actividad sospechosa, con la intención de evadir a las autoridades y quedarse en Francia.

Este tipo de comportamiento es terrible, no solo moralmente. También demuestra lo alejados que están de la realidad de las migraciones las autoridades francesas. A pesar de la omnipresencia de los vapuleos a los migrantes en el discurso políticos francés, todas las evidencias apuntan al hecho de que los migrantes contribuyen más a su país de acogida económicamente de los que reciben. En otras palabras, la idea de que un migrante más en el país es un puesto de trabajo menos para un francés es un engaño: no es un juego de suma cero, como se ha demostrado en Reino Unido y en Estados Unidos. De hecho, la razón que desveló el último informe de la OECD es que Francia es actualmente una excepción a esta regla, no porque haya muchos migrantes, sino porque después de un gran número de ellos en los años 60, la inmigración cayó en los años 80, haciendo que sea más difícil pagar por la generación anterior. “Aumentar los niveles de empleo para los migrantes, en realidad aumentaría el bienestar fiscal de los países”.

Bousso Dramé representa el futuro de Senegal: joven, altamente educada y con determinación. Es con gente como ella con quien Francia y otros ex poderes coloniales hablarán y negociarán dentro de 10 años. Cantar las alabanzas de esta joven nueva generación africana de clase media es fácil sobre el papel, y hemos visto mucho de esto recientemente. Aún así, cuando se trata de actuar, esta generación se encuentra con la misma actitud arrogante que sus predecesores. Excepto que los tiempos han cambiado y las y los Bousso Dramés del continente no tienen miedo a decir “no, gracias” y avanzar sin Francia.

En lo que se refiere a Senegal, esto es muy buena noticia y la confirmación de que el nuevo tipo de senegaleses a los que apelaba Y En A Marre, [el movimiento de jóvenes indignados que tuvo gran importancia en las elecciones que perdió el anterior presidente Abdoulaye Wade, conocido por este nombre Y En A Marre, que en wolof quiere decir ¡Ya basta!] viene en todas las formas y tamaños. Sin embargo es una pena y es indignante que Francia aún no haya asumido una realidad tan simple.

Por JACQUES ENAUDEAU

Publicado en Africa is a Country, el 24 de junio de 2013.

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster